ENSAYO FOTOGRÁFICO Y MUESTRA COLECTIVA Vos sos L*SOTR*S: “cada uno tiene un color, una piel distinta”
El jueves 16 de octubre a las 19 horas se inaugura L*SOTR*S una muestra colectiva sobre diversidad y disidencia sexual, coordinada desde la Comisión Provincial por la Memoria. En ese marco el reportero gráfico Juan Pablo Bort expondrá “Vos sos”, un ensayo fotográfico en el que trabajó sobre las diversidades sexuales juveniles a partir de la intimidad de un grupo de unos veinte jóvenes.
ANDAR en representaciones
(Agencia) Bort se encontró ante el desafío de representar un universo que es dinámico, plural, y tan complejo “como todo lo humano”- define- y donde quería dar cuenta de que “la diversidad sexual tiene que ver con todo, con lo sexual pero también con la manera de relacionarse con sus familias, con sus amigos y aceptar o hacerse cargo de lo que pasa, de lo que les pasa y de lo que sienten”. El trabajo comenzó en el 2011 y se extendió hasta hace algunos pocos meses.
¿Cómo llegaste al tema?
Entré por mi hermana. Ella hace unos años sentó a la familia y nos contó que le gustaban las chicas. Yo con eso tuve un poco de problemas porque preguntaba ¿cómo no había confiado en mí?, ¿cómo no me lo había contado antes? Me pareció que por ahí la podía haber estado pasando mal durante algunos años, escondiéndose, escondiendo lo que ella es y a su pareja de la familia y le pregunté por qué; pero eso me llevó también a preguntarme si yo había hecho cosas para que ella no pudiera confiar. Surgieron un montón de preguntas por la situación, entonces me dispuse a hacer un trabajo con chicos y chicas similares a ella.
¿Y cómo fue el desarrollo del trabajo?
Fue complicado. En principio busqué una cantidad grande de chicos para no tener una visión sesgada ni parcial. Contacté a dos o tres personas de 18 ó 19 años y me puse a explicarles el proyecto que tenía, la idea, y a conocerlos. Ellos me presentaron a sus amigos o a sus novios y mediante la buena onda y sin cámaras se fue tejiendo lo que yo llamo una red social de boca en boca, más humana. Terminé llegando a personas que los protagonistas originales ni siquiera conocían. Finalmente involucró a 25 personas que están fotografiadas y por lo menos a otras 10 más que no están en las fotos pero estuvieron aportando en lo ideológico al trabajo que se realizó durante 3 años, de 2011 a principios el 2014.
¿Quién es el que se expresa en esa fotografía y qué cuenta?
Ése es el motivo por el que usé el título “Vos sos” tratando de incluir al espectador. Es una manera que encontramos de llamar la atención y de hacernos responsables de la sociedad en que vivimos y de la humanidad que somos. Vos sos se refiere a que somos todos.
En estos casos vemos a un chico que por ahí es homosexual o bisexual, pero vos sos malhumorada, o sos limitado, y vos sos súper inteligente y vos sos mil cosas; entonces me parece que lo que refleja quien está ahí, en el concepto del trabajo somos todos de alguna manera. Hay muchas personas grandes como nuestros padres o abuelos que puteaban con el tema, y trataban mal a los chicos de gustos sexuales diferentes a los de ellos, y yo les pongo el ejemplo de que si no tuvieran la información de lo que hacen en sus camas eran como sus nietos, como el tipo que te vende la verdura cualquier día.
Entonces me parece que el que está ahí en el trabajo es el humano, es un paso a la liberación de estos conceptos tan antiguos que tenemos. De los cuales me quiero hacer cargo, porque me parece interesante incluir a todos los sectores, no sólo a los protagonistas también a sus padres y familias. A lo mejor para vos es natural y fácil de entender y podemos hablarlo mil veces y hasta hacer chistes a respecto, pero a nuestras familias, o a la gente de otra generación, les cuesta mucho más y también he pensado en eso.
¿Cómo encontraste una forma de representar eso diverso y dinámico?
Es difícil porque el ser humano es tan complejo… Yo a lo largo del trabajo traté de entender situaciones que no terminaba de comprender. Al principio del trabajo, por ejemplo, una de las preguntas que les hacía era si estaban seguros de que jamás les iba a gustar el otro sexo, si tenían la sensación de que eso les iba a pasar toda la vida o podían cambiar de gusto. Y después anulé la pregunta, porque ¿cómo podrían saberlo? Ellos lo respondían igual, algunos con un sí o con un no rotundo, pero no tenían por qué saberlo como a lo mejor nosotros no lo sabemos tampoco. No sabemos qué pasa mañana, con quién nos cruzamos en el camino. Los chicos tienen entre 18 y 20 años por lo cual deberían tener aun menos datos que nosotros sobre el futuro.
Una vez realizado el registro ¿cómo fue el proceso de selección y edición de ese material?
También fue muy difícil, creo que lo más difícil del trabajo porque había mucho material. Para eso conté con el aporte de Soledad Gryciuk que me ayudó muchísimo y puso otra cabeza y otro corazón para interpretar el trabajo y ver la cantidad de fotos que había. Tenía como 5 mil imágenes; debemos haber pasado fácil 5 ó 6 meses editando el material y contando el relato. Porque no ha tenido prioridad la calidad, lo mejor fotográficamente hablando, sino el relato, lo que queríamos contar.
¿Y en el registro de esa intimidad, cómo definiste cuándo disparar y cuándo no?
Está buena la pregunta porque en el trabajo hay muchas situaciones de intimidad pero a lo mejor no se muestran todas las situaciones por las que yo atravesé. Porque pasé mucho tiempo con ellos, de noche y de día, de fiesta y de trabajo, de serios y de locos… Es importante preguntarse esto, porque hay que tener una responsabilidad para usar la cámara para lo que uno quiere contar y no para lo demás. Yo me encontré por ejemplo con situaciones de uso de drogas, y sentí que no tenía que contarlo porque es igual que en la vida de cualquiera de nosotros, de nuestros entornos. También vi una zona de reviente de los chicos -que son eso, son muy chicos- y bastaba con acordarse de uno mismo en esa edad, de las cosas que uno hacía, cómo se ponía cuando salía y tomaba alcohol, y entenderlo para no asustarse, no escandalizarse.
Pensando en que la vida de cada uno de esos chicos es tan compleja como la nuestra y que está dotada de un montón de sectores y de personas y de momentos y de humores, entonces hay que entender que la prioridad es el mensaje y lo que eso aporta.
Por otro lado las escenas de sexo explícito, que tomé como reportero, me pareció que no eran necesarias. En la edición decidimos no mostrarlas, creímos que no hacía falta porque se puede sugerir, se puede hablar de eso sin tener que ir a lo explícito.
¿Cuáles fueron las repercusiones personales y en la comunidad?
Pasaron un montón de cosas; fue complejo pero lindo a la vez. Para empezar te cuento lo que me pasó a mí: terminé respondiendo varias de las preguntas que tenía de la manera más sana posible que es entendiendo y no esperando una respuesta cerrada, poniéndome en la piel de los chicos, comprendiendo que somos iguales, y que a veces si alguien no habla no es necesariamente por miedo, por timidez o por vergüenza sino simplemente porque no quiere hacerlo. Tal vez hay personas más reservadas que otras, hay gente que es extrovertida y cuenta todo, que cuenta inclusive más de lo que es la realidad. Bueno, como en la vida, entendí que cada uno tiene un color, una piel distinta y una forma de tomar las cosas y a este trabajo en particular.
En la comunidad estuvo muy bueno porque creo que el trabajo se llevó a cabo con la necesidad de los chicos de contar lo que les pasaba. Y por eso fue posible. Por más que vos seas un gran profesional si el otro no quiere contar su historia vos no podes hacerlo. Entonces entendí que ellos también querían contar. Además mientras hacíamos las fotos fueron apareciendo noticias. Por decirte un caso que me acuerdo ahora: la noticia de que a un chico en Parque Lezama le rompieron todos los huesos a golpes por puto, entonces era un tema que hablábamos mucho. Algunos al principio no veían la necesidad de hacer el trabajo, porque no veían nada distinto ni nada en el tema, para ellos era natural. Pero viendo estas noticias horribles pero reales -cosas que siguen sucediendo, en el interior esto pasa muchísimo- entendimos la importancia de mostrarlo.
Después me afectó también mucho el tema de la familia. Participan dos o tres familias y esas mamás me dieron mucho que pensar porque es como si fuesen mi mamá, y los hermanos de los chicos eran como lo mismo que yo. Entonces terminó siendo muy lindo eso de incluir a la familia y de poder hablar entre todos de un tema que es súper natural.
Lo mostramos por primera vez en Mendoza, fue mucha gente y la recepción fue hermosa. La gente no fue a ver un autor, no la convocó un nombre -en este caso el mío- porque hace mucho tiempo que ya no vivo ni trabajo ahí. Entonces nos quedamos con la seguridad de que la convocatoria era meramente por la temática, por la necesidad de debatirla de manera seria y responsable.
¿Cuáles son tus expectativas en cuanto a esta nueva exposición?
Muchísimas a nivel artístico porque, al ser un espacio colectivo, cuando se comparte con las miradas de otros fotógrafos y otros artistas se completa un trabajo. Me paree que esta es una batalla cultural larga y profunda que tenemos que dar todos y que la mayoría de las personas podemos aportar algo. En este caso, artísticamente pero también en la comunicación, en los medios, en las familias, y que podamos dar entre todos un pequeño paso.
La exposición podrá recorrerse en el Museo de Arte y Memoria de La Plata (calle 9 Nº. 984 e/ 51 y 53) hasta el 30 de noviembre, de martes a viernes de 14 a 19hs y los sábados de 16 a 20hs. La entrada es libre y gratuita.