PUNTA QUERANDÍ Vecinos se oponen a una obra de la planta de AYSA en el Arroyo Garín
Las familias que viven a pocos metros del sitio sagrado Punta Querandí impedirán una obra hidráulica sin estudios de impacto que pretende realizar la planta potabilizadora de agua Juan Manuel de Rosas de Dique Luján. También reclaman que se reinstale el puente vehicular y se consolide la costa de la calle Brasil.
ANDAR en Tigre
(Punta Querandí) La planta potabilizadora pretende ampliar una zanja para desagotar en el Arroyo Garín a la altura de la calle Brasil, en el Paraje Punta Canal, donde estaba el puente que se cayó en agosto de 2015. Esta obra aumentará el flujo de agua en tiempos de lluvias socavando aún más la costa y complicando más el cruce de los vecinos de una orilla a otra.
Lo que los vecinos que viven cruzando el arroyo Garín reclaman, y desde la organización en torno a Punta Querandí respaldan, es que antes de realizar la ampliación de la zanja, AYSA garantice en conjunto con los municipios la instalación correcta de un puente de acceso, incluyendo la consolidación de ambas márgenes de la costa para que no vuelva a desmoronarse con el paso de los años.
De acuerdo con los vecinos la planta potabilizadora tiene responsabilidad en la pérdida del puente peatonal improvisado que funcionó durante varias décadas. AYSA alquiló al Ejército un puente Bailey vehícular en el 2009. El Batallón de Ingenieros 601 de Campo de Mayo tiró abajo la estructura existente para instalar este puente, que sólo estuvo hasta diciembre de 2010, dejando a partir de allí a los vecinos sin acceso. Ese año, luego de una movilización y de un dictamen del Defensor del Pueblo de la Nación, el Municipio de Tigre colocó precariamente un puente vehícular (sin barandas, sin base de hormigón y otras irregularidades. Sin embargo, en los siguientes años el puente se fue deteriorando a pesar de que los vecinos insistieron a la Intendencia para que le haga arreglos: finalmente se derrumbó parcialmente en noviembre de 2014 y de forma definitiva en agosto de 2015. Desde ese momento, la única manera de cruzar el Arroyo es con un casco de lancha que se usa como bote tirando de una soga. Un método más que precario que se agravará cuando aumente el flujo de agua que llegue a ese sector.
“Queremos que vuelvan a instalar el puente vehicular que quedó tirado a un costado del Arroyo Garín, no tiene sentido que hagan otro puente, les va a salir más caro, AYSA y el Municipio de Tigre tienen las maquinarias necesarias, solo necesitan voluntad política”, dicen los vecinos.