Una jornada para renovar las miradas sobre la historia tandilense
En la ciudad de Tandil se realizó el lanzamiento del programa jóvenes y memoria con la proyección de las producciones realizadas en el 2014 por jóvenes de instituciones y organizaciones locales. Desde el grupo de voluntarios de Tandil y el grupo Memoria por la vida en Democracia se convocó al acto buscando poder continuar con el camino que comienza en Chapadmalal.
ANDAR en Tandil
(Gabriel Illescas – Agencia) A este nuevo encuentro que cerró las actividades de la semana de la Memoria asistieron más de 600 jóvenes a relatar, a escuchar, a ser más que espectadores de lo que sucede. Desde las 9 comenzaron a llegar los protagonistas actuales y futuros, los que también lo serán o querrán serlo al salir del auditorio. Ni la lluvia los paró, llegaron impacientes y mojados, algunos con recuerdos de Chapa, con ganas de volver.
Con la sala llena los chicos y chicas estaban listos para contar todo eso que trabajaron durante tanto tiempo. Muchas caras nuevas esperaban poder participar, muchas caras que van a querer contar sus historias, muchas que vienen a contarlas. Esos distintos relatos van recreando la historia, reconstruyendo el pasado, cuestionando el presente y proponiendo un futuro.
[pullquote]más de 600 jóvenes asistieron al acto de lanzamiento del programa en Tandil [/pullquote]
Quizás un claro ejemplo se puede encontrar en las 2 producciones realizadas por la escuela especial 501(CFI) y 503 respectivamente. Estas producciones comienzan reconstruyendo la historia de la ciudad, desde los pueblos originarios hasta la actualidad, remarcando el rol de las canteras, de la piedra como parte de la identidad de Tandil. Muestran cómo desde esos momentos los trabajadores de estas empresas se nucleaban para luchar por sus derechos y poder desarrollarse libremente. Al llegar a la actualidad, y remarcando el rol de la piedra como un elemento importante en la vida de la ciudad, denuncian cómo nuestras sierras son explotadas, siendo objeto de la especulación inmobiliaria y de la explotación indiscriminada por parte de las canteras. Observan cómo nuestro medio ambiente está siendo destruido poco a poco y cómo la comunidad ha luchado para que eso cambie (por ejemplo logrando la Ley de paisaje protegido). En estos relatos se ve una clara la relación pasado-presente y los chicos lo vinculan a través de algo tan importante como los recursos naturales.
Durante toda la mañana y la tarde los jóvenes nos contaron historias de lucha como la de Ricardo Cuesta, Mónica González (vela) y la de la familia Ghezan, cuando perseguir los ideales de una sociedad más justa fue objeto de persecución, de silencio, y como muchos jóvenes, como los que hoy cuentan esa historia, continuaron persiguiendo sus objetivos, con fuerza, convicción y perseverancia, aun cuando el Estado intentaba sistemáticamente despojarlos de sus voces. Relatos de jóvenes cuyo interés por el cambio, su compromiso con el barrio y el compromiso con la concientización de la juventud los llevó a no dejar de lado nunca sus ideales. Historias de aquellos que por denunciar injusticias fueron estigmatizados, castigados, perseguidos y muchos asesinados, reacción que data de los inicios de nuestra ciudad, como nos lo contaron con el caso de un gaucho llamado Tata Dios, que por denunciar que los inmigrantes empresarios arrebataban sus tierras fue acusado de promover una revuelta y finalmente asesinado. Un proceso de construcción de otro peligroso, de otro que impide lograr todo lo que quienes se dedican a la actividad empresarial quieren conseguir.
En el plano económico se trabajó cómo el neoliberalismo, que fue implementado a partir de los años 70 y con gran fuerza en los noventa, generó tantos problemas socio- económicos para muchas familias de la comunidad tandilense. Con el ejemplo de la fábrica productora de lácteos “Amanecer” pudimos ver como dicho proceso llevo a los trabajadores al desempleo, a la desprotección, a la imposibilidad de sustentarse. Y aquí también apareció la lucha, la organización y la resistencia, donde los trabajadores tras más de 9 meses de desempleo lograron conformar una cooperativa y sacar adelante la fabrica, pudiendo obtener el terreno y en continua búsqueda de la rentabilidad para sus 80 socios.
Llegando al presente encontramos jóvenes que denunciaron el estado de su escuela, que desde las ópticas de distintos los actores mostraron cómo gran parte de la infraestructura del lugar está en pésimas condiciones y que lo principal es generar conciencia en toda la comunidad escolar para cuidar esas instalaciones. Pero también es necesaria una mayor presencia del estado ante los conflictos diarios que son difíciles de resolver por quienes transitan todos los días los pasillos del establecimiento educativo. De esta manera se peude observar que los jóvenes siguen denunciando, que continuamente se preocupan por las problemáticas que los afectan y logran observar desde todas las perspectivas. Se puede también, compartir con chicos y chicas que no sólo investigan sino que entran en acción como se ve en la realización de encuestas sobre cuál es el impacto de la problemática de la trata de personas con fines de explotación sexual y cuál es la perspectiva con que se aborda la temática en la ciudad y sus respectivos actores.
[pullquote]Y vayamos más lejos dijeron varios chicos, construyamos un mundo mejor[/pullquote]
“Y vayamos más lejos” dijeron varios chicos, “construyamos un mundo mejor, un mundo inclusivo donde quienes tienen capacidades diferentes no sean dejados de lado. Aquí nos explicaron como existen dos tipos de sociedad: una que en la que se los ve como personas que están enfermas , que no puede hacer nada, que son discapacitados. Hay otra nos dicen, que los ve como personas, que pueden hacer realidad sus sueños, que no tiene porque ser discapacitados, una comunidad donde se los considera una persona con derechos. Y nos relatan cómo sus sentimientos varían según el tipo de comunidad con las que se encuentran”. Los jóvenes trabajaron cómo las personas que son victimas de esta exclusión se deprimen cuando en la segunda se generan posibilidades de lograr ser feliz y hacer realidad sus sueños. Es un modelo de sociedad, que como jóvenes aspiran, que buscan generar, donde haya inclusión, donde se los respete.
Así se difundieron en Tandil historias de jóvenes a quienes intentaron acallar, historias de injusticias que los poderosos buscaron ocultar, retos del presente que requieren de esa convicción y de proyectos de futuro que quieren el mundo mejorar. Se pudieron ver jóvenes activos, responsables, comprometidos con el cambio, denunciando las diversas problemáticas y aprendiendo de las distintas soluciones, proponiendo cambios y apostando a una realidad distinta. Una jornada con el privilegio de compartir otra instancia en el proceso que el programa jóvenes y memoria busca generar y nuevamente se encontraron nuevas respuestas a los desafíos de la comunidad.