VIOLENCIA INSTITUCIONAL EN PILAR Y TIGRE Dos extraños suicidios en comisarías
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En cada caso las circunstancias o motivos de la detención son confusos. Lo concreto es que en dos meses las comisarías 1º de Pilar y Tigre fueron escenario de dos presuntos suicidios de jóvenes de la zona.
Miguel Ángel Durrels apareció ahorcado el 9 de septiembre en Pilar. Lo había detenido el domingo anterior el SAP (Servicio de Apoyo Policial) del Municipio de Pilar, y fue acusado de tener 78 gramos de marihuana encima. De esa detención no hay testigos y los horarios registrados se contradicen.
[pullquote]Las circunstancias de la detención son confusas: no coinciden horarios o testimonios[/pullquote]
Un mes después, el día 7 de octubre, apareció ahorcado en Tigre Diego García, un joven de 24 años de edad que según la versión policial fue detenido por robarse una moto, pero de acuerdo a otros testigos ese relato es falso.
También son dudosas las versiones posteriores a las muertes, caratuladas como suicidio. En ninguno de los casos los jóvenes habrían dado indicios que puedan explicar cómo llegaron a la decisión de terminar con su vida. Durrels apareció ahorcado en una celda que se encontraba inhabilitada para alojar detenidos, García según la policía se habría asfixiado con su propio pantalón.
Los hechos inmediatamente posteriores a las muertes son igualmente confusos. Los oficiales tuvieron tiempo de modificar el lugar del hecho y pruebas imprescindibles para resolver los casos, y fueron ellos quienes definieron las carátulas. La justicia siempre lenta se conforma con estas versiones y son las familias las que deben con su dolor a cuestas motorizar la denuncia pública y el pedido de esclarecimiento de los casos.
[pullquote]En las muertes, caratuladas como suicidios, la policía tuvo oportunidad de intervenir sobre las pruebas[/pullquote]
El contexto en que se da este caso es un hostigamiento constante hacia los jóvenes provenientes de los sectores más humildes de Tigre. Junto a la Policía Bonaerense, el grupo que se encarga de estas tareas es el COT (Centro de Operaciones de Tigre), en el que participan personas exoneradas de la policía “y mano de obra retirada de la dictadura”, según relata la madre de Diego. Sus equipos suelen detener, hostigar y maltratar de manera continua a los jóvenes del barrio.
Desde la Comisión Provincial por la Memoria, que se encuentra acompañando a las familias, consideraron que se trata de nuevos casos que se cuentan entre “los reiterados e inexplicables “ahorcamientos” que, sistemáticamente, se suceden en comisarías y cárceles de la provincia de Buenos Aires”.
[pullquote]La comisaría 1º de Pilar funcionó como CCD durante la dictadura[/pullquote]
Desde la Comisión de Familiares y Amigos por Justicia por Diego García se denuncia a los funcionarios policiales y judiciales por todas las irregularidades en la causa, e indican como especialmente responsables al Comisario de turno Daniel Rojas y los oficiales Lucio Villalba y Joaquín Protasi, ambos de servicio ese día. Denuncian también que viven un calvario al ser hostigados permanentemente por el personal del COT.
Ahora se encuentran esperando los resultados de la autopsia para poder volver a manifestarse. En movilizaciones previas que realizaron para exigir el esclarecimiento del caso fueron reprimidos con balas de goma, y el hermano de Diego, Rodrigo, de 20 años de edad, fue identificado, golpeado y detenido por los policías de la comisaría 1º.
La misma comisaria que tiene una larga y densa historia. En abril de 2011 fue señalizada como Centro Clandestino de Detención ya que durante la dictadura cientos de víctimas pasaron por allí antes de su destino final Campo de Mayo. Hoy parecería que las comisarías vuelven a convertirse en un paso previo a la muerte para los jóvenes de la zona.