CAMINO AL CUPO LABORAL TRANS Una bolsa de trabajo para romper los estigmas
La comunicadora y activista travesti Valeria Licciardi propuso una campaña bajo el lema “las trans lo hacemos mejor”. Su objetivo es visibilizar el trabajo y capacidades de sus compañeras. La campaña se transformó en una bolsa de trabajo que tiene como plataforma las redes sociales.
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(Agencia Presentes) Hace tres años se presentó en el Congreso un proyecto de ley nacional de cupo laboral trans. Actualmente son cinco las provincias que cuentan con esta norma. No obstante, en muchos casos queda como una declaración de buenas intenciones y las personas travestis y trans siguen sin tener cómo parar la olla.
Atenta a esta situación y con la certeza de que la población trans tiene necesidades urgentes y muchísimo para ofrecer, la comunicadora y activista travesti Valeria Licciardi propuso este año una campaña “Las trans lo hacemos mejor”. Su objetivo es visibilizar el trabajo y capacidades de sus compañeras. La campaña se transformó en una bolsa de trabajo que tiene como plataforma las redes sociales.
Desde la cuenta de Instagram de su emprendimiento de bombachas para travestis y trans @soynanasoy, Licciardi cuelga fotos de las chicas que se suman a la bolsa de «travajo» y allí se las puede contactar. “La idea es mostrarle a la sociedad que somos buenas en muchas cosas. Que no solamente estamos para la prostitución”, dice Licciardi.
Varias de las personas trans que participan de esta bolsa están formadas en oficios como la electricidad o la jardinería y son quienes reciben más contrataciones. Solange, electricista, tuvo que pedir que no dieran más su teléfono por la cantidad de llamados que recibía. Lara Delmoral: “Tengo experiencia en el área como vendedora en un local de indumentaria. Cuento con referencias comprobables. Vivo en zona Sur pero puedo moverme por todo CABA”. María Florencia: “Trabajé como recepcionista y me gustaría trabajar en atención al público. Tengo referencias comprobables en CABA y provincia de Salta”. Dolores Guadalupe Olivares, de 32 años, explica que “quisiera, en lo inmediato, poder trabajar en algo que tenga que ver con atención al público, sea de camarera o recepcionista. Fui empleada doméstica, camarera y también me dediqué a cocinar”.
En Argentina, el 80% de las personas travestis y trans nunca accedió a un trabajo formal y el 90% tuvo como única salida la prostitución. Para paliar esta situación, la activista travesti Diana Sacayán, asesinada en 2015, promovió una ley de cupo laboral trans a nivel estatal en la provincia de Buenos Aires. La ley fue aprobada el mismo año de su asesinato pero nunca se reglamentó.
Este importante emprendimiento no sustituye el reclamo de la implementación efectiva del cupo laboral travesti-trans.