MONTE PELONI II Una audiencia sin testimonios
En una nueva jornada del juicio Monte Pelloni II se esperaban los testimonios de dos personas que no se presentaron por distintas razones. Fue un día extremadamente breve que se presentó en un escenario confuso ya que coincidió con el inicio de otro juicio ajeno a la causa por delitos de lesa humanidad.
ANDAR en Mar del Plata
(Leandro Lora/ Agencia Comunica y Radio Universidad – UNICEN) Marc Augé es un antropólogo francés que construyó el concepto de “no-lugar” para referirse a aquellos espacios que, por sus características, dificultan la interpretación inmediata de las relaciones sociales existentes. En este sentido, señala a los aeropuertos o los centros comerciales, como ejemplos de “no-lugares” dado que por allí circula mucha gente pero no es sencillo encontrar la relación entre la disposición espacial y las disposiciones sociales de quienes están presentes. En apariencia, se presentan como un “caos” en comparación con aquellos lugares tradicionales donde se identifica el lugar que ocupa cada uno de sus integrantes. Algo así es lo que se vivió en la jornada del 1º de noviembre del juicio Monte Pelloni II.
El inicio estaba previsto para las 13 hs dado que uno de los jueces estaba abocado a un juicio por drogas que se realizaba horas antes en la sede del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata. Este juicio, conocido como la “causa Rebollo”, brindó un panorama poco visto para quienes asistimos regularmente al juicio Monte Pelloni II: el hall de entrada estaba lleno de personas, había muchas parejas jóvenes y varios niños, personal policial que hasta el momento no se había visto y una sala de audiencias a puertas cerradas que también mostraría una disposición diferente.
Cerca de las 13.35hs se llamó a un cuarto intermedio en la “Causa Rebollo” para dar lugar al juicio Monte Pelloni II. Tras habilitar el ingreso de las partes a la sala de audiencias se notó una particularidad: los abogados de la defensa, la querella y la fiscalía tuvieron que ubicarse todos juntos, en el lado que está dispuesto para la parte acusatoria, dado que el otro extremo de la sala (reservado siempre para los imputados y sus defensas) estaba ocupado por cuatro mujeres imputadas en el juicio que se estaba desarrollando con anterioridad. Esta nueva disposición llamó demasiado la atención ya que escapó a toda lógica. Cuando ingresaron los jueces correspondientes explicaron que por falta de espacio iban a tener que estar presentes imputados de un juicio en otro.
Recuperando al antropólogo Marc Augé, podríamos decir que si alguien ingresaba por primera vez a esa sala de audiencias, difícilmente podría comprender las relaciones sociales establecidas. “¿Qué pasó?” preguntó la fiscal María Ángeles Ramos a los abogados defensores al verlos sentados en “su” lado. “Venimos a pedir la condena” respondió uno de ellos en broma.
En esta oportunidad, el Tribunal estuvo presidido por el Dr. Víctor Bianco, y entre las partes estuvieron presentes la Dra. María Ángeles Ramos, en representación del Ministerio Público Fiscal; el Dr. Guillermo Torremare, en representación de la APDH, y seis abogados defensores. Ante tanta presencia parecía que los testimonios anticipados iban a ser importantes, sin embargo, al dar lectura de las novedades, se anunció que la testigo Lucía Rodríguez Conde no iba a prestar declaración testimonial por un impedimento psicofísico. Por ello la defensa solicitó que se incorpore su declaración brindada en etapa de instrucción en febrero de 2010. El segundo testigo que se esperaba era José Luis Abad, quien manifestó que no podía presentarse. Dado que este último era un testigo propuesto por la fiscalía y las querellas, el Dr. Bianco les preguntó si sostenían el testimonio o lo desestimaban, dado que si se negaba a presentarse debía recurrirse a la fuerza pública. Las partes decidieron desestimarlo.
De esta manera, la audiencia finalizó minutos antes de las 14 hs. No hubo ningún testimonio, ni novedad alguna, salvo que varios imputados, a través de sus abogados, ya anticiparon que no van a hacer uso de su derecho a prestar declaración indagatoria.
El juicio está en su instancia final. Este viernes a las 10hs serán probablemente las últimas declaraciones testimoniales, tanto de la defensa como de la fiscalía y querellas. Algunos de estos testimonios serán desde Olavarría a través de video-conferencia. Luego, en lo que resta de noviembre, se llevarán adelante las cuatro inspecciones oculares previstas en los ex centros clandestinos de detención, comisarías y unidades penitenciarias de la zona. Se estima que la instancia de alegatos quede para febrero de 2019.
Hoy, sin testigos, sin novedades, con una disposición de las partes ajena a la regular y en un horario fuera de lo común, casi que no hubo audiencia. O bien, fue una “no- audiencia”.