"FUE CON SAÑA" Un vecino de Junín denunció una brutal golpiza policial
La policía llegó a su casa a partir de la supuesta denuncia de un vecino cuando cantaba karaoke con su familia. Les abrió la reja porque le dijeron que tenía que firmar unos papeles aunque no tenían ninguna orden judicial y empezó la golpiza. La Comisión por la Memoria, al tomar conocimiento de los hechos, hizo presentaciones a la Auditoría de asuntos internos y ante la fiscalía correspondiente.
ANDAR en Junín
(Agencia Andar) Marcelo Teilleri estaba haciendo karaoke y tocando la guitarra en el garaje de su casa con su familia. Lo acusaron de hacer una fiesta y violar la cuarentena. La respuesta policial fue una golpiza por la que él y su hijo terminaron en el hospital con costillas rotas y golpes en la cabeza, respectivamente.
“No se justifica, no tiene lógica lo que pasó. Fue con saña”, asegura el hombre. “Estábamos haciendo el karaoke, el garaje de mi casa es vidriado y se ve de afuera, o sea que cuando la policía llega ve quiénes estábamos ahí: mi esposa y mis nietos, más familiar no podía ser. A través de la reja les contesto, se corta la música y empiezan las bravuconeadas, ‘hijo de mil puta estamos en cuarentena’, me decían, ‘la gente se muere y vos estas de joda’”, cuenta Marcelo. La discusión subía de tono: “se me ocurre abrir la puerta y uno de ellos me da una trompada en la nariz. Salta sangre para todos lados, yo me meto para la casa, y se meten conmigo, 4 o 5 policías. Mido 1,90, soy una persona corpulenta, sigo hacia adentro y empiezan a pegarme”, relata. Su hijo que ya estaba acostado baja y cuando ve la situación empieza a preguntar qué pasa, por qué le pegan, qué orden tienen para entrar así. Como respuesta uno de los agentes lo apuntó con la pistola. Marcelo, su esposa y su hijo terminaron esposados y camino a la comisaría.
Ya en la dependencia Marcelo pedía hablar con alguna autoridad porque estaba golpeado. Los detuvieron a la medianoche y recién a las 4 de la mañana llegó un policía que se presentó como el comisario Montenegro. “Me empieza a hablar, a tratar de convencerme de que no conviene denunciar a la policía, a decirme que ellos se están jugando la vida con este tema del COVID. Y me dice ‘quedan los 3 en libertad’. Yo le pido que nos traiga un médico y me responde que no puede ir por el tema del coronavirus. Le digo que nos lleve al hospital, recién a las 5 logro que me lleven esposado como un delincuente, después a mi hijo, y quedo internado porque tengo dos costillas fracturadas y mi hijo por golpes en la cabeza”.
Frente a la gravedad de los hechos la Comisión Provincial por la Memoria, en ejercicio de sus funciones de Mecanismo provincial de prevención de la tortura, solicitó a la justicia que se realice una exhaustiva y rigurosa investigación de los hechos y se cumpla con la normativa adecuada en casos donde está implicada la fuerza policial. También iniciaron actuaciones ante la Auditoría de Asuntos Internos para que se tomen las medidas pertinentes con los agentes involucrados.