CONVERSATORIO SOBRE AUTONOMÍA Y REINSERCIÓN SOCIAL “Un oficio es la herramienta que nos da la oportunidad”
A través de un encuentro virtual, integrantes del pabellón 4B de la Unidad Penal 43 de González Catán realizaron una muestra del trabajo cotidiano y autónomo como método transformador que busca nuevos caminos para la ansiada reinserción laboral y social. Acompañados por integrantes de la APDH La Matanza y la Comisión Provincial por la Memoria, las personas privadas de la libertad dieron cuenta de una importante y ejemplar experiencia donde fortalecen los vínculos personales y construyen día a día autonomía.
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(Agencia) “Queremos agradecerles a todos y todas quienes nos acompañan en este conversatorio y resaltar la importancia de difundir este tipo de eventos. El objetivo: garantizar oportunidades para la igualdad, porque muchas veces nos discriminan”, comenzó diciendo D.A., uno de los detenidos alojados en el pabellón 4B a la audiencia virtual reunida en la charla “Autonomía y reinserción” organizada en conjunto con la APDH La Matanza y la Comisión por la Memoria (CPM). “Necesitamos un proyecto, un cambio en nuestras vidas para reinsertarnos en la sociedad”, dijo rodeado de unos 20 compañeros en un salón de usos múltiples dentro del penal.
“Nuestro trabajo consiste en hacer instalaciones, mantenimiento del pabellón, que esté todo bien estéticamente. Cuando ingresé a este lugar pude hacer cursos de capacitación en oficios y pude aprender a llevar a cabo este tipo de actividades”, expresó otro de los detenidos que trabaja en recolección de residuos en la unidad. “Este es un proyecto de varios años. Yo llevo 9 años detenido y esta idea la llevamos adelante en distintas unidades en las que estuve. Tenemos más de 30 donaciones hechas para chicos con capacidades especiales”, contó G.P., referentes del 4B y agregó: “estamos ante una pandemia importante que nos dificulta tener los materiales para nuestros trabajos, y así y todo seguimos haciendo el esfuerzo. Esta oportunidad que nos dan las autoridades y la gente que nos apoya es muy importante. Todos nuestros compañeros tenemos el mismo pensamiento: generar un cambio, tener un pabellón que demuestra que se puede estudiar, trabajar, y tener una nueva vida, y poder mostrarlo a la sociedad y a nuestros hijos”.
Organizar la charla no fue tarea sencilla. Tramitar las autorizaciones de juzgados y del penal, que se garantice la conectividad. Cuando todo parecía estar en orden, la actividad fue suspendida esa misma mañana sin mediar razones. Los organismos de derechos humanos tuvieron que intervenir directamente con las autoridades penitenciarias para que fuera permitida.
“Alguien, o algunos, no querían que esto se hiciera”, dijo Pablo Pimentel, presidente de la APDH- La Matanza. Pimentel celebró el encuentro y la importancia del desarrollo de este tipo de proyectos dentro de los lugares de encierro: “quiero aprovechar este conversatorio para plantear que esto que vive la humanidad nos llame a la reflexión; no puede haber un funcionario público de un país subdesarrollado que trabaje en justicia, en desarrollo social, jubilación, hábitat, salud, seguridad interior, todas las reparticiones, que no tenga una mirada humanista, de respeto por el otro. Tenemos que poner el oído, escuchar al otro como un igual, tener empatía. Mientras estamos haciendo esta charla, en los penales argentinos hay personas con afecciones graves de salud y que no están siendo asistidos. Este pabellón es fantástico y esto lo logró gente que está condenada por delitos, y que no está perdiendo el tiempo en el cumplimiento de su condena, sino que se propusieron darle a cada día el trabajo y compromiso necesarios para la reinserción”.
A su turno, Roberto Cipriano García, secretario de la CPM, saludó la iniciativa y el valor de este tipo de proyectos aunque remarcó que no es habitual que esto suceda en los penales del país. También realizó una severa crítica al sistema penal en Argentina: “la resocialización es una ficción legal, un principio que ha muerto. Luego de tantas reformas al código penal la cárcel ya no tiene ese horizonte sino se convirtió en un lugar de alojamiento (hacinamiento) de las personas que el sistema penal capta con sentido selectivo. Esto genera la desigualdad, la pobreza, la miseria. Entonces tenemos un Estado que en general ha ido desplegando políticas neo liberales dejando los ideales de sociedad inclusiva. Tenemos el problema en la provincia y en el país también, es que las políticas penitenciarias y punitivas no han cambiado. Cuando hoy escuchamos a Berni hablar sobre el delito y cuando escuchábamos a Bullrich o a Granados en la Provincia, es casi lo mismo: saturación policial en los barrios populares para encontrar ahí a la delincuencia, para lo que vale todo, como las causas armadas, que la justicia nunca va a problematizar. Nueve de cada diez causas las trae la policía a la justicia en flagrancia”.
Cipriano recordó que el año pasado murieron en el sistema penitenciario bonaerense 148 personas y otras 29 fueron víctimas estando con arresto domiciliario. “De este total, el 78 por ciento, murieron por cuestiones de salud no asistidas”, aclaró y afirmó: “hoy la gente se muere en cárceles de tuberculosis, VIH, porque el sistema de salud del SPB es un desastre. Nosotros desde hace años reclamamos que el sistema de salud penitenciario salga de la órbita del Ministerio de Justicia y pase al Ministerio de Salud para que los privados de su libertad puedan tener las mismas atenciones que el resto de la población”.
“Es destacable e importante visibilizar lo que están llevando adelante este grupo de personas que no lo hacen para obtener beneficios sino para ser mejores”, dijo Marcelo García, defensor general de La Matanza, que también participó del conversatorio: ”La cárcel nace con la idea de resocialización que merece ser redefinida por la idea de integración para satisfacer derechos y que estas personas puedan vivir en comunidad, en perfecta igualdad con el resto. La idea de la auto reinserción basada en la integración y la vida fuera de la cárcel es una idea transformadora”.
Minutos antes del cierre del encuentro los detenidos del pabellón 4B alertaron a la audiencia que agentes del Servicio Penitenciario querían “cortar la actividad”. Ante la reacción de enojo de los participantes, sólo interrumpieron su desarrollo realizando un recuento de personas dentro del salón.
“Nos venimos esforzando para ser reconocidos como un pabellón de estudiantes aunque acá adentro nos digan que el saber no ocupa lugar, como trabajadores de autogestión”, aclaró G.O. y agregó: “un oficio es la herramienta que nos da la oportunidad de ayudar a nuestros seres queridos de manera digna, y no volver a perder nuestra libertad. Todos los días nos levantamos para poder ayudar y colaborar con la sociedad y de esa manera devolver con hechos y logros”.
Para muchos de los detenidos que realizan los talleres de oficio o integran proyectos productivos, fabrican materiales o insumos que luego son donados a instituciones públicas como jardines de infantes u hospitales. Este tipo de iniciativas no son sólo actividades terapéuticas sino representan la posibilidad de generar la autonomía económica necesaria para trazar un futuro posible una vez recuperada la libertad.