MÁS DE 13 MIL PIBES QUE ESCRIBEN LA HISTORIA Terminó el XVI encuentro de Jóvenes y Memoria
Un encuentro de 18 días. Más de 13 mil jóvenes. 1.100 escuelas y organizaciones políticas, sociales y culturales. Como sucede cada año, Jóvenes y Memoria se consolida como un espacio plural de participación y reflexión de las nuevas generaciones que entienden la democracia como la posibilidad de conquistar más derechos. “Nos encontramos en Chapa y construimos la democracia que queremos: la de abajo, la justa, la que nos escucha, la que toma los problemas. Transformamos el caos que nos proponen en un mundo nuevo”, dijeron los jóvenes en el último manifiesto leído en el cierre del programa de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).
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(CPM) Los jóvenes de General Lavalle que escribieron la ordenanza para señalizar un nuevo sitio de memoria, los amigos de un pibe asesinado en otro caso de gatillo fácil, un sobreviviente de la masacre del pabellón séptimo, una mamá que busca desde hace casi 4 meses a su hija víctima de una red de trata, dos mamás que hace 8 meses reclaman justicia por sus hijos masacrados en la comisaría 1ª de Pergamino. Todas estas historias fueron contadas en Chapadamalal durante el XVI encuentro de cierre de Jóvenes y Memoria.
Otras historias sobre dictadura y los desaparecidos, sus hijos y la lucha por la restitución de la identidad de los niños secuestrados, guerra de Malvinas, violencia institucional, ambiente digno, trabajo, militancia estudiantil, represión a la protesta social, discriminación y violencia de género también fueron parte de esa gran agenda de deudas y desafíos de la democracia actual que las nuevas generaciones construyen desde los barrios, escuelas y localidades de la provincia. En su conjunto, estas investigaciones marcan un camino y definen un programa político en materia de derechos humanos que debería ser escuchado por los funcionarios públicos.
“El poder siempre quiere disciplinar a los que luchan para callar sus reclamos, pero acá estamos, seguimos luchando, y ustedes con sus trabajos demuestran que ellos nunca van a poder callarnos, que no van a impedir que contemos nuestra historia”, señaló el presidente de la CPM Víctor Mendibil frente a uno de los tantos auditorios llenos.
Durante estos 18 días, más de 13 mil jóvenes y 2.500 docentes y coordinadores pasaron por Chapadmalal. Fueron 1.100 escuelas y organizaciones políticas, sociales y culturales de toda la provincia de Buenos Aires, equipos de CABA y Rosario, donde el programa lleva algunos años de desarrollo, y otra escuela de Viedma, Río Negro que quiere empezar a desandar el mismo camino. Los números de un encuentro que año a año convoca a más personas es un reconocimiento al valor político y pedagógico del programa y a la referencia de la Comisión Provincial por la Memoria como organismo para la promoción y defensa de los derechos humanos.
“La Comisión es un espacio de debate e inclusión, y eso queda de manifiesto acá, en este programa que nos pone a pensar los derechos humanos desde la práctica, pensando en el otro, problematizando desde nuestra ciudad. Jóvenes y Memoria es más que un proyecto”, dijo Florencia, docente de Chascomús. “Creo que el programa potencia la actividad nuestra como docentes que hacemos pedagogía desde la libertad e igualdad y reconociendo el compromiso de los jóvenes con su propia realidad”, agregó Cintia, coordinadora de uno de los equipos que llegó de General Perón.
En un momento de regresividad en materia de políticas públicas y de discursos que estigmatizan a los jóvenes, el programa es un territorio conquistado por las nuevas generaciones para seguir luchando por los derechos humanos y disputando los sentidos de la democracia. “Necesitamos un Estado que tenga que ampliarse para garantizar más derechos porque la democracia es más derechos y nosotros estamos construyéndola con nuestros deseos, poniendo el cuerpo y la solidaridad; nos vamos de acá con la certeza de que hay otro mundo posible, otra forma de ser con el otro”, sostuvo Sandra Raggio durante el cierre del XVI encuentro en Chapadmalal.
“¿Qué nos queda a los jóvenes hoy? ¿La pobreza? ¿La indiferencia? ¿El miedo? ¿Resignarnos a un Estado ausente?”, se preguntaba uno de los manifiestos y las voces de los pibes respondían: “Nos queda el corazón, la rebeldía. Nos activa ser libres para pensar, para ponerse en el lugar del otro, para luchar por nuestros derechos».
Territorio, memoria, acción, intervención, compromiso y transformación fueron otras de las palabras que aparecieron en los nueve manifiestos construidos por los jóvenes en estos 18 días. Palabras que buscaban respuesta a una pregunta: ¿qué es activar? “Nosotros nos activamos porque sentimos, porque ya no podemos seguir viviendo con injusticias, represión, con machismo, con desaparecidos en democracia, con el poder de un sector que nos explota”, decía uno de los primeros manifiestos.
Otro año más, los miles de jóvenes que reúne el programa de la Comisión Provincial por la Memoria dan muestra de su protagonismo en la historia, de su militancia por los derechos humanos, de sus sueños y voluntades por transformar el presente en un futuro más igualitario y justo. Nos vemos el año que viene.
16 años después del primer encuentro en Chapadmalal, Jóvenes y Memoria se consolida como una política pública en materia de educación y derechos humanos, una política pública indispensable para seguir haciendo la historia y construyendo un presente más justo e igualitario. Durante todos estos años, el programa Jóvenes y Memoria ha sido acompañado de múltiples maneras por los diferentes gobiernos provinciales y nacionales. Este año, esa persistencia del trabajo que realizan docentes y jóvenes con compromiso y convicción consiguió que el gobierno provincial financiara el traslado de los contingentes que participan del encuentro, a través de la Secretaría de Derechos Humanos.