Entrevista al actual presidente de la FULP FULP: “Tenemos un nuevo y gran desafío como generación”
Mateo Compagnucci, el electo presidente de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), es oriundo de Tres Lomas, estudiante de sociología de la UNLP y activo militante por los derechos humanos. A los 15 años siendo estudiante secundario participó por primera vez del programa Jóvenes y Memoria de la CPM. ANDAR lo entrevistó para que cuente el recorrido político que le permitió ganar la federación estudiantil y su paso por el Programa: “Creo que no hay un joven que haya participado en Jóvenes y Memoria que no sienta el despertar de la sensibilidad por el otro”.
ANDAR en la militancia
(Agencia) Año a año se incrementa la cantidad de jóvenes que participan del programa Jóvenes y Memoria de la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires (CPM), y en las últimas ediciones el número total superó los 15 mil participantes. Mateo Compagnucci tiene 27 años, estudia sociología en la Facultad de Humanidades de la UNLP y fue elegido presidente de la FULP; participó de esa experiencia en 2005 cuando tenía 15 años y, al año siguiente, volvió convertido en voluntario del programa, intentando construir una red de centros de estudiantes.
“Tuve una adolescencia con muchas inquietudes políticas, participé en todos los espacios que había, me metía e intentaba promover que el resto de mis amigos o compañeros pudieran estar. Vengo de una familia militante: mis dos viejos, mi padrino, mis tíos nos han promovido a mi hermano y a mí una conciencia colectiva arraigada a trabajar por el otro. Mi viejo tiene una identidad muy peronista, mi vieja en cambio está más atravesada por la crisis de los partidos políticos, con una cuestión más de autocrítica que a mí me ayudo mucho. Su pareja viene de una familia radical nacionalista de Irigoyen, de Alfonsín. Toda una mixtura de identidades políticas que me permitieron entender los movimientos sociales y populares en la Argentina y en Latinoamérica, y que fueron decantando mi participación en los movimientos estudiantiles”, relata Mateo cuando rememora los orígenes de su militancia política y su interés en temas vinculados a los derechos humanos y sociales.
“Participé por primera vez en el programa Jóvenes y Memoria cuando tenía 15 años. Fuimos con el profe Donari y otros estudiantes con un proyecto donde investigamos sobre un cura que promovía las ideas tercermundistas y que durante el proceso militar estuvo en Tres Lomas. Quedé maravillado con el programa, no éramos tantos en aquel momento como lo es ahora, que es masivo. Creo que no hay un joven que haya participado en el Programa, que haya ido a Chapadmalal y que no sienta que se despierta en él la sensibilidad por el otro, por los compañeros desaparecidos, detenidos y asesinados. Incluso esa necesidad que manifestamos en la lucha por los derechos humanos y sociales en la actualidad. El programa con los años se ha ido transformando: no sólo aborda temas del pasado sino de la actualidad en un juego de pasado y presente continuo. En lo personal me emociona, porque para mí ha sido una marca importante en mi formación y supongo que para muchos jóvenes fue lo mismo”, relata Mateo con emoción. “Nuestras conciencias se abren. Conocer la realidad de otros lugares y de otras provincias te expande la mirada, te hace entender que el proyecto que tuvo la dictadura no se dio sólo en tu localidad sino que era una política de Estado, que no eran solo los milicos sino los grupos económicos, que participaban los civiles y otros actores políticos”.
Este año, la XV convocatoria del programa se realiza bajo el lema “A 40 años del Golpe. Derechos humanos y democracia” y sigue pensando la dictadura como un tema que todavía interpele a los jóvenes. Al mismo tiempo, desde el programa se entiende la memoria de ese pasado en estrecha vinculación con el presente: una pedagogía de la memoria como expresión de las luchas colectivas no sólo por la disputa sobre la historia sino también como expresión de las luchas contra las violencias de la actualidad. Se espera una participación de alrededor de 15 mil jóvenes de toda la provincia que en noviembre se reunirán a mostrar sus investigaciones en el complejo turístico de Chapadmalal como desde hace 15 años.
“Durante el 2006 me involucré con el movimiento independiente de derechos humanos de Tres Lomas donde investigamos sobre la biografía de dos compañeros desaparecidos: Carlos Corola y Hugo Medrano. Recordarlos en esta entrevista me emociona… me sentía muy interpelado por todo aquello. Pero en aquel año había aparecido muerto en Tres Lomas un vecino, el Pocho Farías, en una situación muy extraña. Con un grupo de amigos comenzamos la investigación sobre él y decidimos presentarnos en el Programa con un caso más de actualidad. No logramos que los docentes nos acompañen y casi casi nos quedamos con las ganas de ir a presentarlo, pero desde Jóvenes y Memoria nos propusieron que vayamos igual. Por distintas cuestiones el grupo no pudo viajar y fui solo. Ese año conocí a los voluntarios, que eran un poco más grandes, todos estudiantes universitarios. Ese viaje fue un aprendizaje genial porque me sumé a ese grupo de voluntarios pero como estudiante secundario”, recuerda Mateo, y sigue narrando: “por ese entonces era el presidente del centro de estudiantes de mi colegio y recuerdo que lo que más me llamó la atención fue la cantidad de proyectos presentados sobre los centros de estudiantes antes y post dictadura. A la vez, me encontré con muchos compañeros militantes que participaban en los centros de sus escuelas y me acuerdo que me animé a proponerle a Sandra Raggio (actual directora general de la CPM) que armáramos una reunión para cruzarnos y conocernos y poner en común las problemáticas que tenemos como estudiantes secundarios organizados: queríamos impulsar como una federación de centros de estudiantes sin saberlo».
Hace 9 años que Compagnucci vive en La Plata y actualmente milita en el Movimiento Nacional Latinoamericanista Estudiantil (MILES) que este año asumió el desafío de construir una alianza kirchnerista junto a la JUP (La Cámpora), Liberación, Peronismo Militante y el Partido Comunista conformando el Frente Patriótico Milagro Sala. El 27 de agosto esta lista kirchnerista se quedó con la presidencia de la Federación Universitaria de La Plata y le arrebató, luego de 12 años, la conducción a la agrupación La Mella, integrante de Patria Grande.
“Cuando pienso en los jóvenes y en la participación política, pienso en la defensa de los derechos humanos. Leía que la convocatoria de Jóvenes y Memoria este año es pensar en clave de la defensa de los derechos humanos porque esa es la defensa de la democracia. Me gustó porque es parte de lo que tenemos que hacer actualmente todos como sociedad. Venimos de años de acumular discusiones y debates, hay un conjunto de generaciones que comenzamos a militar en una coyuntura política distinta y ahora estamos frente a un gobierno que tiene otras características. Tenemos un nuevo y gran desafío como generación. Vamos a tener que hacer frente a un gobierno con características neoliberales y con políticas de persecución, ajuste económico y desempleo”, reflexiona teniendo ante sí el gran desafío de conducir la Federación Universitaria de La Plata: “septiembre es un mes que, particularmente en La Plata, es muy denso para la militancia en derechos humanos. Se cumplen 40 años de la noche de los lápices y este año se cumplen los 10 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López. Sin dudas dos hitos que nos marcan el rumbo para salir a defender los derechos humanos, la memoria, defender la democracia, defender los derechos conquistados durante todos estos años, que no vamos a regalar y no nos pueden quitar. Para esto hace falta unidad, hace falta militancia, hace falta organización popular. Es algo que propiciamos desde nuestra organización y da cuenta de cómo llegamos a ganar en la FULP. Lo que nos tiene que ordenar es ser consientes de lo que tenemos enfrente y, en ese sentido, la unidad en la heterogeneidad es fundamental. Retomando la frase de Jauretche: los pueblos tristes no vencen. La alegría, la mística militante, el compañerismo es lo que necesitamos. Hay que construir desde ahí, desde el encuentro con el otro”, concluye.