Se reanudó el juicio a represores en Bahía Blanca
Los días 3 y 4 de febrero se reanudaron las audiencias en el juicio por delitos de lesa humanidad en la ciudad de Bahía Blanca, en el que se juzga a 25 represores por delitos contra 66 víctimas en jurisdicción de la Armada y del ejército. Declararon siete testigos, entre ellos un ex conscripto de la Base Naval de Puerto Belgrano, que describió las pésimas condiciones en las que se encontraban los detenidos y que fue testigo de un nacimiento en cautiverio.
ANDAR en Bahía Blanca
(H.I.J.O.S, Agencia) Un ex conscripto que estuvo de guardia en el crucero 9 de Julio que funcionaba como centro clandestino de detención en la Base Naval de Puerto Belgrano relató la situación en que vivían hombres y mujeres detenidos, y detalló el caso de una mujer que tuvo un bebé en cautiverio, que luego fue retirado de allí por un médico. Además, el testigo señaló que junto con otros conscriptos debieron acompañar a oficiales y suboficiales durante allanamientos a viviendas y sindicatos de Bahía Blanca y Punta Alta. Su nombre es Aníbal Federico Agotborde, hoy de 61 años, ex empleado municipal que cumplió con el servicio militar obligatorio entre el 6 de octubre de 1975 y el 6 de diciembre de 1976 en la Base Naval de Puerto Belgrano.
El Tribunal integrado por los jueces Jorge Ferro, Mario Triputti y Martín Bava reanudó el debate oral y público a partir de las 9.50 en el aula Magna de la Universidad Nacional del Sur (UNS), ubicada en la avenida Colón 80 de Bahía Blanca. La causa está caratulada como «Fracassi, Eduardo René y otros por privación ilegal de la libertad agravada, reiterada, aplicación de tormentos reiterada, homicidio agravado reiterado a Aguilar, Guillermo Aníbal y otros (Armada Argentina)».
En Puerto Belgrano fue destinado a una compañía denominada “Compañía Piton” que era “una compañía antiterrorista”, el entrenamiento que lo realizaban en Baterías era para “prepararnos para la guerra antisubversiva, según le llamaban ellos, armar y desarmar un fusil, una pistola y prácticas de tiro”. En la compañía eran 30, 40 personas. La Compañía Pitón, fue formada a fines del 75 principios del 76, y luego del 24 de Marzo del 76, salían periódicamente con sus jefes a allanar casas y sindicatos de Bahía Blanca y Punta Alta, había más grupos que hacían lo mismo en la zona. Los allanamientos eran “en forma violenta, pateando puertas y golpeando gente”. Sacaban a la gente de sus casas o sindicatos y esposados y encapuchados eran llevados a la Base naval. La gente que se iba a buscar estaban totalmente indefensos, “no tenían oportunidad de defenderse”. Luego de entrar a la Base y ser castigados y golpeados eran dirigidos al buque 9 de Julio. “Hice guardia en ese buque 6 meses, 3 o 4 días en el interior y como me descomponía pedí que me sacaran a la cubierta”, se descomponía de ver el trato al q eran sometidos los secuestrados, a quienes tenían en los camarotes, y el “trato era infrahumano, los castigaban en forma brutal”. El buque estaba infestado de ratas, “nosotros las cazábamos y las tirábamos al mar”.
Una parte del relato muy importante fue cuando contó que tenía conocimiento que en el Buque había nacido un Bebe, de una mujer secuestrada, la mujer fue atendida, le sacaron su bebe y ella siguió secuestrada en ese lugar clandestino. Serían médicos de Marina quienes la atendieron. También relató que el abuso hacia las mujeres era constante. Supo q a las víctimas las trasladaban, pero no se sabía el destino, “no podíamos preguntar nada nosotros” sintió hablar a sus superiores de hacer “viajes” en aviones o helicópteros.
Mientras estuvo haciendo el Servicio Militar, esa compañía permaneció aislada del resto de las compañías, asi también como del mundo exterior, los francos debían quedarse allí, no se comunicaban con las familias y tenían restringido hablar entre ellos, siempre estaban vigilados. Al ser dado de baja, fue advertido que no podía hablar ni contar lo que vivió en la Base porque era un acto de Traición a la Patria y eran vigilados.
El segundo testigo fue Horacio Montes de Oca en relación al caso de Cora Pioli, estudiante de la carrera de Letras en la UNS, recién recibida. El testigo se encontraba presente en la casa de Cora la noche de su secuestro, contaba con 17 años y era su amigo. Montes de Oca relató detalles del secuestro y desaparición hasta el día de hoy.
El tercer testigo fue Ernesto Reynafe, quien trabajaba en el puerto de Ingeniero White y a fines de Marzo del 76 fue secuestrado por Prefectura y llevado a la Base Naval Puerto Belgrano, donde permaneció secuestrado por alrededor de 7 meses. Fue golpeado y torturado, lo que le dejó secuelas físicas graves hasta el día de hoy. Reconoce haber estado en el Buque 9 de Julio, y que en el mismo se escuchaban los llantos, gritos, voces de dolor de hombres y mujeres “era una multitud de dolor que se hacía música” en referencia a que eran permanentes los quejidos y gritos. Las torturas dice haberlas recibido dentro mismo del buque.
La cuarta testigo fue María Raquel Loperena, hermana de Beatriz Loperena y cuñada de Rivada, ambos desaparecidos en Tres Arroyos. La testigo da cuenta de que su hermana era compañera de Cora Pioli, y fue secuestrada con posterioridad. Si bien el caso Loperena-Rivada será tratado en el próximo tramo del Juicio a la Armada, el tribunal no le permitió a la testigo hablar sobre su hermana desaparecida y su cuñado, por no ser un caso de este juicio. La Fiscalía, la querella y parte minoritaria del Tribunal, demostraron su desacuerdo, ya que la testigo deberá ser citada nuevamente en el segundo tramo del Juicio, algo que se podría haber evitado.
Luego declaró Nelida Natalí, esposa de Aníbal Marciani, un trabajador portuario afiliado al SUPA y simpatizante del peronismo, ya fallecido, quen fue víctima de secuestro por parte de Prefectura Naval de Ingeniero White y llevado al Centro Clandestino en el Buque 9 de Julio.
Al ser liberado relató que había permanecido en un calabozo de un barco, encapuchado. Al soltarlo le dijeron “tenemos la dirección de toda tu familia, así que ojo con lo que hablás y lo que hacés”. No recuerda cuánto tiempo estuvo detenido, pero cree que puede ser entre 10 o 15 días. La testigo relató que en ese momento no se animó a buscarlo porque sentía mucho miedo.
El día Miércoles 4 declaró en primer término Marta Susana Martí, pareja de Gerardo Carcedo, Presidente del Bloque del FreJuLi, y Concejal por ese partido, secuestrado el 17 de Octubre de 1976. Realiza todas las denuncias y averiguaciones de su paradero, junto a su suegro, el padre de Gerardo y les dicen que se lo había llevado gente de la Armada y que ese mismo día habían recibido 30 denuncias de gente secuestrada-desaparecida. Pudo saber que Carcedo es secuestrado junto a María Josefina Errazu. En la búsqueda logra entrevistarse con el dirigente radical Ricardo Balbín, Antonio Vañek, comandante de operaciones Navales e intentó entrevistarse con Eduardo Massera sin éxito. La testigo también cuenta que mediante una estafa se quedaron con el auto de Carcedo y con unas Letras que tenía en una financiera y nunca pudo saber bien quiénes fueron. Gerardo Carcedo al día de hoy continúa desaparecido.
El último testimonio de la jornada fue el de Valerio Roldan por el caso de Cora Pioli, quien tenía un grado de amistad con la familia y ayudó en las gestiones de su búsqueda, en comisarías y demás. “Acompañé a la madre por todos lados, hicimos lo imposible, pero no apareció más”, relató.