EXPERIENCIAS DE CHILE, MÉXICO Y ARGENTINA Se realizó la charla internacional sobre “El presente en los sitios de memoria”
En el marco del Diploma de Extensión de Diseño Institucional y Gestión de Sitios de Memoria -que dicta la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ)- y junto a la CPM se llevó a cabo, este miércoles 23 de junio, la charla “El presente en los sitios de memoria” que abordó las políticas de de derechos humanos desde una perspectiva temporal que integra el pasado y el presente, las continuidades de las violencias estatales y las prácticas que desde los sitios se despliegan para lograr la garantía de no repetición, como planteó Marta Cisterna, de la Casa Memoria José Domingo Cañas, de Chile. También participaron Rodrigo Suárez Madariaga, de la agrupación chilena por la memoria histórica Providencia; Lilian Paola Ovalle, de la Red Mexicana de Lugares de Memoria; y Cristina Gramajo, integrante del Colectivo anti represivo 7 y madre de Sergio Filiberto, una de las víctimas de la Masacre de Pergamino.
ANDAR en la Memoria
(Agencia) Coordinada por Luciano Grassi, director de la diplomatura en Ciencias Sociales de la UNQ, y Sandra Raggio, directora General de Áreas de la CPM, la jornada contó con la participación de integrantes de distintos sitios de memoria de la región que reflexionaron en torno al abordaje de la agenda de derechos humanos del presente desde la gestión de los sitios de memoria.
“Pretendemos pensar sobre esta temporalidad tan particular, esta memoria sobre la que ya no encontramos esa relación pasado-presente como tiempos distantes sino que están entrelazados en la misma trama temporal”, abrió Raggio.
La primera experiencia compartida en la charla estuvo a cargo de Marta Cisterna Flores, integrante de la Fundación 1367 Casa memoria José Domingo Cañas y miembro del equipo que fundó, en 2016, el Programa Jóvenes, Derechos Humanos y Memorias, en Chile.
Luego de contextualizar la actualidad de los sitios en un preocupante fortalecimiento de la narrativa anti derechos humanos en Latinoamérica, afirmó que en Chile la violencia estatal no es nueva sino que las instituciones represivas –como Carabineros y las Fuerzas Armadas- continúan operando bajo la lógica del “enemigo interno”
“De allí que, como sitio de memoria, nos planteamos que nuestro deber es apostar a las garantías de no repetición, como obligación que pesa sobre los estados. Trabajamos sobre las memorias, vinculando pasado y presente a partir de los casos de desaparición forzada en el durante la última dictadura y los casos de detenidos-desaparecidos en democracia; la educación con enfoque en derechos humanos, a través del programa Jóvenes, Derechos Humanos y Memoria, que intenta replicar el enfoque del programa de la CPM; brindamos apoyo específico a organizaciones territoriales; y realizamos aportes a la Asamblea Constituyente con ejes irrenunciables desde la perspectiva de derechos humanos”, explicó.
“Nuestro horizonte utópico es que la perspectiva de derechos humanos nos permita avanzar hacia una instalación de una pedagogía de la memoria como una puerta a la garantía de no repetición. Aportar y empoderar a otros y otras tiene que ver con este horizonte utópico”, concluyó Cisterna.
También desde Chile participó de la charla Rodrigo Suárez Madariaga, sociólogo e integrante de la organización por la memoria histórica Providencia que tuvo gran participación durante el estallido popular de octubre de 2019 realizando denuncias sobre violencia institucional, gestionando salvoconductos para las personas que iban siendo liberadas y para que no fueran nuevamente detenidas de regreso a sus casas y elaborando registros minuciosos sobre ingresos a las comisarías de Antofagasta, ciudad en la que se sitúa la organización Providencia.
“Creo que hay tres preguntas clave en torno a los sitios de memoria en el presente: volver a la pregunta de “para qué” se hace memoria, y a nosotros nos parece que si no es un vínculo político entre experiencias de resistencia pasadas y presentes es solo una ruina, es decir, un vestigio arquitectónico. Por otro lado, desde la labor de los sitios de memoria hay que empezar a propiciar, impulsar, acompañar procesos de subjetivación política en sectores que comienzan a emerger como actores políticos. Y por último, pensar qué haríamos sin el registro”, concluyó.
Otra de las disertantes fue Lilian Paola Ovalle, de la Red Mexicana de Lugares de Memoria. La psicóloga y especialista en derechos humanos de la Universidad de Baja California señaló que “en estos momentos se está gestando esta Red Mexicana de Lugares de Memoria a la que ya se han incorporado 15 lugares o sitios de todo el territorio mexicano, principalmente de la frontera norte”.
“En la última década se han producido más de 120000 muertes violentas y más de 50000 personas desaparecidas han sido registradas oficialmente, por lo que estas marcas y sitios recuerdan y conmemoran las muertes y desapariciones que se multiplicaron especialmente desde 2006 con la llamada ‘Guerra al Narco’. Se trata de espacios de memoria de un presente muy cercano, memoria que se está construyendo en contextos donde todavía continúa el horror y en el que, quienes tienen el control territorial, siguen siendo los mismos actores de las masacres. Por eso hablamos de una memoria prematura”, agregó.
Por último, tomó la palabra Cristina Gramajo, integrante del Colectivo anti represivo 7 y del incipiente espacio de memoria en la Comisaría Primera de Pergamino, donde en marzo de 2017 se produjo la ‘Masacre de Pergamino’ en la que 7 jóvenes –entre ellos, Sergio Filiberto, el hijo de Cristina- murieron asfixiados y quemados ante la pasividad de quienes debían velar por su seguridad.
Luego de describir el proceso por el cual se creó el sitio, Cristina destacó que “el pasado 2 de marzo se cumplió el cuarto aniversario de la Masacre, y pusimos una foto gigante en la que se muestra la lucha en dictadura de las Madres de Plaza de Mayo y también una imagen de una de las marchas que hicimos las 7 familias y todos quienes nos acompañan en nuestra ciudad. Tenemos que seguir construyendo ese espacio de la comunidad para que entre todos podamos visibilizar las gravísimas violaciones a los derechos humanos, que no sólo ocurrieron en dictadura sino que siguen ocurriendo día a día, en las calles de Pergamino y en todo el país”.