FALLO ABSOLUTORIO PARA 11 POLICIAS ACUSADOS DE UN CRIMEN Se fugó la justicia
Por Hugo Cañón*
La justicia se fugó por la ventana mientras los jueces abrieron la puerta de la sala de audiencia para que ingrese orgullosa la impunidad. Ocurrió hace unas horas en los tribunales de Morón. Fue una escena dantesca. Uno sabe de estas cosas, pero la capacidad de asombro nunca se agota. Los jueces porteros y parteros de la impunidad de policías criminales se llaman: Ángela Parera (Presidenta), Carlos Thompson y Susana Di Carlo. Son jueces del Tribunal Oral Criminal Nro. 5 de Morón. Algún día habrán jurado por la Constitución Nacional y por la Provincial, por los tratados de derechos humanos, por la legalidad y el estado de derecho. Pero me cuentan que lo hicieron cruzando los dedos, porque no asumieron sus cargos de señorías o excelencias con verdadera voluntad de velar por la ley y aplicar la vara justa. Me dicen que asumieron con aptitud y actitud discriminatoria y corporativa. Si la víctima es un pobre y excluido, y los criminales, uniformados de la bonaerense, están ante un combo perfecto con una única solución final: la absolución para todos y todas los que integran este aparato terrorífico de poder exterminador.
[pullquote]Los jueces fueron porteros y parteros de la impunidad de policías criminales[/pullquote]
La secretaria leyó con vos temblorosa, lo que anunciaba que en ella quedaba algún resto de pudor frente al anuncio desmedido que tendría que hacer. Ella fue encomendada por los jueces cómplices de los policías criminales para que avisara acerca de la mala nueva respecto al Caso Gorosito. Unánimemente, sin fisuras y con convicción, avisó que los jueces decidieron absolver a una mujer civil y a once policías bonaerenses de la Comisaría de Mariano Acosta, Partido de Merlo. Cometieron el delito de torturas seguidas de muerte de Fabián Gorosito, y ese hecho horroroso ocurrió en agosto de 2010. La ley lejos, lejos. Los policías cerca, cerca. Aquella se escondía dentro de los códigos, éstos reían y se codeaban ante la condecoración judicial. ¡Claro! Eran galardonados por machacar la carne humana, y arrojar en un zanjón al hijo perdido por esos padres presentes que esperaban un acto reparador de la Justicia. Ésta se sacó la venda para no equivocarse, a los compañeros de ruta en común no se los puede tocar. Y los uniformados volaron en libertad como pájaros macabros que desde su base de operaciones podrán continuar desplegando sus vicios de crueldad.
[pullquote]quedó una familia devastada e insegura frente a la desmesura del poder al que demandaban justicia[/pullquote]
Desde la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires actuamos como veedores del juicio, buscando algún modo de sostener a una familia devastada e insegura frente a la desmesura del poder al que demandaban justicia. Y así fue que debimos realizar varias intervenciones frente a irregularidades manifiestas. Recorrimos un camino minado por estos jueces expertos en actividades corporativas: se dio el “inexplicable” intento de desdoblamiento del juicio, se procuró la falta de publicidad de las audiencias y se soportó día a día la escandalosa permisividad de estos magistrados frente al hostigamiento a testigos y familiares por parte de los imputados y sus abogados defensores.
A pesar de ello, pobres, muy pobres, pero más dignos que pobres y desafiando las amenazas que sufrieron durante años, estos testigos dieron allí su testimonio sobre los hechos. Hoy, contra toda prueba esta justicia artera absolvió por todos los cargos a todos los imputados. Indignación, llanto, dolor y desesperanza se apoderaron de la familia y de quienes los acompañábamos.
[pullquote]Los testigos pobres, muy pobres, pero más dignos que pobres y desafiando las amenazas que sufrieron durante años, dieron allí su testimonio sobre los hechos. [/pullquote]
La jugada indigna de la justicia mostró – como en el Caso Duffau – la connivencia policial-judicial. Los jueces son quienes cubren con un manto de enorme impunidad a la fuerza policial que sigue engordando credenciales para matar. Responsable además de acrecentar el miedo de la familia de Fabián, que teme volver a su barrio, donde convive con los asesinos de su hijo. Esos criminales están sueltos y absueltos. ¿Cómo no temer la represalia y que ahora vengan por ellos como fueron por Fabián?
Estos jueces, como todos aquellos que realizan estas prácticas de encubrimiento y complicidad, tendrán que explicar la tropelía de las condenas arbitrarias y tendrán que rendir cuentas a los ciudadanos por todo ello. No puede haber construcción democrática sólida y permanente sobre esta base de la impunidad distribuida en fojas judiciales por señorías corporativas. ¿Y qué pasará si, algún día, Giménez, Fernández, Fortunato, Ortiz, Nieva, Cuelli, Villalba, Oviedo, Di Pierro, Ose, Sánchez y Sosa vuelven a torturar o matar? Ya tienen su carta de inmunidad para hacerlo. El brazo de la ley no los alcanza y juegan en un mundo vip, sin reglas ni códigos, salvo los pactos de silencio y complicidad. El sufrimiento de miles y miles de jóvenes, pobres, excluidos, marginados, nos señala que es hora de asumir un debate verdadero y profundo sobre la justicia en la Provincia de Buenos Aires.
[pullquote]No puede haber construcción democrática sólida y permanente sobre esta base de la impunidad distribuida en fojas judiciales por señorías corporativas.[/pullquote]
La maldita policía, que antes fuera la mejor policía del mundo, no podría operar el delito complejo, no podría machacar la carne humana hasta la destrucción total, si no contara con la indiferencia en el mejor de los casos, o la directa complicidad de jueces y fiscales que avalan la tortura y la muerte.
A 30 años de democracia formal desde la CPM levantamos la consigna de ¡Tortura nunca más! Y en simultáneo exigimos darnos la posibilidad colectiva de democratizar la justicia para habilitar una sociedad más justa e integrada. La desigualdad habilita discriminaciones y diferencias basadas en el prejuicio. Por eso se impone bregar por más igualdad para todos y todas.
Seguiremos acompañando a la familia de Fabián Gorosito en las instancias superiores buscando que se revise esta sentencia grotesca y legitimadora del mal, pero hoy debemos sentir la congoja en el cuerpo por esta injusticia, y abrazar a esa mamá y ese papá en su inconmensurable dolor.
La Comisión Provincial por la Memoria demanda que se encuentre el camino para honrar la memoria de una víctima de funcionarios policiales que integran la estructura de poder de la provincia de Buenos Aires, y que se juzgue a estos jueces que hoy mataron nuevamente a Fabián Gorosito.
* Presidente de la Comisión Provincial por la Memoria