“Se estaban llevando gente del pueblo y nadie sabía nada”
Durante la última audiencia de Monte Peloni II se reprodujeron testimonios obtenidos durante la primera parte de 2014 referidos al caso Villeres y Follini de Villeres. Anteriormente, Osvaldo Roberto Fernández brindó una ampliación testimonial a pedido de la defensa desde el Poder Judicial de Azul.
ANDAR en Mar del Plata
(Leandro Lora/ Agencia Comunica y Radio Universidad -FACSO) Con el recuerdo presente de Pura Leopolda Puentes de Villeres, quien falleció el 30 de junio, el juicio Monte Pelloni II comenzó la etapa testimonial vinculada a la desaparición de Rubén Argentino Villeres y su compañera Graciela Noemí Follini. Entre los tres testimonios que se reprodujeron, obtenidos durante la primera parte de 2014, se encontraba el de Pura Puentes. Allí, con sus 85 años, luego de una intensa búsqueda de su hijo y su nuera, desaparecidos el 16 de septiembre de 1977 en Olavarría, tuvo la posibilidad de sentarse frente a un tribunal y contar lo que había vivido durante los años oscuros de la dictadura. Sin duda fue importante: Pura vio y vivió en carne propia el secuestro de parte de su familia pero también vivió para contarlo. 39 años después de aquella madrugada del 77 pudo brindar testimonio y dejar un relato imborrable que se escuchó nuevamente en Mar del Plata. Junto al testimonio de Pura Puentes, se reprodujeron los relatos de Stella Maris Follini de Buche, hermana de Graciela Noemí, y el de Juan Pablo Villeres, hijo de Graciela y Rubén.
La audiencia del día contó con la presencia de la Dra. María Ángeles Ramos, en representación del Ministerio Público Fiscal, el Dr. Manuel Marañón en representación de la Secretaría de DDHH de la Pcia. de Buenos Aires, el Dr. Guillermo Torremare en representación de la APDH, y cinco abogados defensores. También estuvieron presentes, durante los dos días de audiencia, integrantes de SUTEBA Olavarría que acompañaron los testimonios del jueves y expresaron su conformidad con el avance y el abordaje de la represión sindical que llevó adelante la dictadura.
Ampliación testimonial
El caso Follini-Villeres fue el eje central de la audiencia. Previo a ello, Osvaldo Roberto Fernández brindó una ampliación testimonial por videoconferencia desde Azul. Fernández había manifestado, en su testimonio de 2014, que había reconocido al ex capitán del ejército Walter Jorge Grosse como a uno de sus torturadores a partir de escuchar su voz en un programa de televisión en 2006. En ese programa Grosse se encontraba en la Plaza San Martín de la Capital Federal manifestándose a favor de la dictadura y tuvo una discusión con un periodista. A partir de ese hecho, Fernández asoció esa voz con una de las que escuchaba mientras estuvo secuestrado. Sin embargo, el Dr. Ibáñez, abogado defensor, solicitó que Fernández pueda especificar cómo reconoció la voz de Grosse, dado que según un video que se reprodujo en la audiencia y que presentaba un fragmento del programa de televisión en cuestión, la voz de Grose no se escuchaba. La respuesta fue muy breve, dado que Fernández dijo no reconocer si ése era el programa de televisión en el que había reconocido la voz sino que fue en un noticiero: “No sé si era ese video, lo vi en un noticiero y escuché una voz muy inquisidora en esa cobertura de ese noticiero. No sé si era ese programa de Punto Doc”, afirmó. Ibañez no realizó más preguntas y la videoconferencia finalizó. Habrá que esperar cómo se desarrolla este episodio en la denuncia contra Grosse. La fiscalía había intentado impedir que se reprodujera ese fragmento del programa de televisión, dado que consideraba que se introdujo por una vía no prevista y como nueva prueba, afectando las garantías constitucionales al curso del debate. Sin embargo el Tribunal, por unanimidad, no dio lugar al pedido por considerarlo extemporáneo.
“Tengo a mi hermana y a mi cuñado desaparecidos”
Alrededor de las 11.20 hs comenzó la reproducción de los videos obtenidos del juicio de 2014 realizado en Olavarría. En primer lugar, se reprodujo el testimonio de Stella Maris Follini de Buche, quien relató cómo vivió el secuestro de su hermana, Graciela Noemí Follini y de su cuñado Rubén Argentino Villeres, aún desaparecidos. Recordó que como locutora trabajaba en Radio Olavarría y que por ese entonces tenía como interventor a Walter Jorge Grosse. Esto formó parte de su narración, dado que luego de los secuestros ella esperaba que en el servicio informativo del noticiero pudiera llegar algo de información. Sin embargo, nunca tuvieron datos certeros sobre dónde podían estar. Contó que Grosse, en una oportunidad en la que lo fue a ver, le dijo que pregunte en el regimiento de Azul pero allí no le dieron precisiones. También contó que en una conferencia de prensa en Tandil los miembros del ejército mencionaron una lista de detenidos y no mencionaron a su hermana ni a su cuñado, “Ahí se nos complicó el panorama porque por algo no los mencionaban”, subrayó. Incluso llegó a pensar que podían liberarlos y por eso no los habían nombrado. Posteriormente fueron recibiendo información que habían estado en Las Flores y luego en La Plata. Junto a su madre comenzaron un recorrido por Tribunales buscando ayuda en la justicia y finalmente terminaron recorriendo hospitales y psiquiátricos con la esperanza de encontrarlos en algunos de estos lugares. “No hemos tenido respuestas a preguntas, tenemos la única esperanza que ustedes puedan llegar a un veredicto que traiga un poco de luz y de verdad”, dijo ante el Tribunal que por ese entonces presidía el Dr. Roberto Atilio Falcone.
“Un día vinieron a mi casa a buscar a mi hijo y a mi nuera”
El segundo testimonio que se reprodujo fue el de Pura Leopolda Puentes de Villeres. Su testimonio lo realizó con el pañuelo blanco puesto sobre su cabeza. En ese entonces el Dr. Castaño cuestionó que llevara ese símbolo por considerarlo “partidario y sectario” pero el tribunal, a través del Dr. Falcone, resolvió que “los pañuelos expresan una lucha reconocida internacionalmente” y le permitió usarlo. Pura Puentes recordó cómo secuestraron a su hijo y a su nuera de su propia casa y cómo buscó durante años alguna respuesta “Todo, todo salió negativo”, sostuvo. “Fui a ver al señor Verdura y no nos atendió. También nos entrevistamos con la iglesia pero no nos atendió. “Espere… espere” me dijeron y todavía estoy esperando”, recordó en su testimonio. Una de las preguntas fue qué edad tenía (85 años). A todos conmovía que a su edad estuviera allí contando con lucidez y hasta con cierta ternura pero con la fuerza que permite ver la resistencia obligada ante la desaparición de su propio hijo, arrancado de su propia casa. El testimonio de Pura ayudó a recordar no solo los hechos judiciales sino su propia vida, su persona, una vez más, viviendo en la búsqueda de justicia.
“Primero un cadáver, después una tumba, después verdad, después justicia”
El último testimonio que se reprodujo fue el de Juan Pablo Villeres, nieto de Pura Leopolda, e hijo de Ruben Argentino Villeres y Graciela Noemí Follini. Juan Pablo tenía 6 años al momento del secuestro de sus padres, dormía en la misma habitación, con ellos, al momento de secuestro. Un militar lo alzo en sus brazos, y lo llevó a la habitación de sus abuelos, mientras veía tras los hombros de quien lo alzaba como se llevaban a su padre “Esa es la última imagen en vida que tengo de mis padres”, dijo. El testimonio de Juan Pablo recordó a quienes ya no podían brindar sus historias porque han fallecido y recuperó la militancia de su padre, madre y sus compañeros. Contó la dificultad para llevar adelante la vida familiar y expresó la esperanza de obtener justicia.
La justicia que pedía Juan Pablo en 2014 llegó y ahora el desafío está en el Monte Peloni II. Un juicio que continúa lentamente pero firme, recordando, recuperando y construyendo la esperanza de obtener un nuevo triunfo. La próxima audiencia será el viernes 15 de junio a las 10 hs en el Tribunal Oral Penal de Mar del Plata.