CAUSA MONTE PELLONI II Se desarrollan los últimos testimonios en el caso FABI
En una nueva audiencia brindaron testimonios tres ex trabajadores de la Fábrica de Bolsas Industriales (FABI) de Hinojo que fueron detenidos en mayo de 1976. Resta un solo testigo que aún no puede declarar por razones de salud.
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( Leandro Lora/ Agencia Comunica y Radio Universidad -FACSO) Desde el comienzo de mayo, el juicio Monte Peloni II refleja en sus audiencias los testimonios de ex trabajadores de la Fábrica de Bolsas Industriales (FABI) y sus familiares, quienes dieron cuenta de las detenciones ocurridas durante mayo del ‘76 en Hinojo. En la audiencia del jueves 31 de mayo se presentaron tres nuevos testimonios de ex trabajadores de FABI que, a lo largo de una hora aproximadamente, acompañaron las historias que se vienen relatando en las últimas audiencias. El Tribunal estuvo presidido por el juez Luis Imas y se encontraron presentes el Dr. Juan Manuel Portela, en representación del Ministerio Público Fiscal; y seis abogados defensores. La audiencia prevista para las 10 hs comenzó una hora más tarde, entre otras cuestiones, porque el sistema informático del Poder Judicial se encontraba colapsado y sin funcionamiento en todo el país. Esto provocó que el cuarto juez, el Dr. César Lemos, cuya tarea es acompañar el juicio Monte Peloni desde Comodoro Py a través de video-conferencia, no participara de esta instancia, por lo cual recibirá, con posterioridad, el archivo fílmico de la audiencia. La tarea del cuarto juez es acompañar las diferentes audiencias, dado que ante la ausencia de uno de los miembros del tribunal, éste deberá sustituirlo sin desconocer el desarrollo del juicio.
“El que ordenaba las detenciones era Branco Zuljevic”
A las 11 hs aproximadamente se dio inicio a la audiencia del día que comenzó con el testimonio de José Domingo Jacobo, ex trabajador de FABI. Jacobo relató los hechos que se vienen contando en las diferentes audiencias vinculadas a este caso. Fue detenido en mayo de 1976 mientras estaba trabajando en la fábrica, donde fue señalado por Branco Zuljevic, el director de FABI, quien ingresó al lugar acompañado de un miembro de la policía y del ejército. Posteriormente fue trasladado a la comisaría 1ª de Olavarría donde permaneció detenido durante cuatro días. Según el testigo, en la comisaría estuvo detenido junto a otros compañeros en el patio, nunca los llevaron a un calabozo y para dormir los dejaban en una oficina. Contó que a uno de sus compañeros, Julio César Barrera, lo golpearon fuertemente y que ellos escuchaban los gritos: “Se lo llevaron a Barrera a una oficina, nosotros solo escuchábamos los gritos y salió todo golpeado”, comentó.
A los cuatro días lo liberaron y volvió a trabajar. Permaneció entre ocho y nueve meses y decidió renunciar porque no se sentía bien. “Me sentía mal cuando entraba a la fábrica… No podía dormir bien, así que me fui sin tener trabajo. Me puse a hacer changas, difícil… Pero bueno, acá estoy, jubilado, tranquilo”, afirmó. “A mí me sacaron de acá como un delincuente pero no soy un delincuente”, dijo describiendo un diálogo que tuvo con Zuljevic una vez que lo liberaron e intentó regresar a trabajar. Jacobo respondió preguntas del fiscal, del tribunal y de la defensa. Contó que vio a dos de sus compañeros golpeados, Julio César Barrera y Germán García, y que este último le dijo “que le habían sacado una muela a trompadas”.
“Dentro de la fábrica era un búnker”
El segundo testimonio fue el Juan Carlos Shawb, quien trabajó en FABI durante 3 años y 11 meses. Al igual que sus compañeros también fue detenido en mayo de 1976. Describió cual era el clima de trabajo y el trato que tenía Zuljevic con sus trabajadores. “Dentro de la fábrica era un búnker”, manifestó. Shawb también estuvo detenido cuatro días en la comisaría 1ª de Olavarría. Contó que vio a Barrera y que escuchó los golpes que le dieron: “Temblábamos como una hoja porque sentíamos los gritos de Barrera”, afirmó. También contó que vio a Germán García detenido en un calabozo y que lo vio con toda la cara golpeada. “Parecía un bofe, una morcilla, de los golpes que le dieron”, describió.El segundo testimonio fue el Juan Carlos Shawb, quien trabajó en FABI durante 3 años y 11 meses. Al igual que sus compañeros también fue detenido en mayo de 1976. Describió cual era el clima de trabajo y el trato que tenía Zuljevic con sus trabajadores. “Dentro de la fábrica era un búnker”, manifestó. Shawb también estuvo detenido cuatro días en la comisaría 1ª de Olavarría. Contó que vio a Barrera y que escuchó los golpes que le dieron: “Temblábamos como una hoja porque sentíamos los gritos de Barrera”, afirmó. También contó que vio a Germán García detenido en un calabozo y que lo vio con toda la cara golpeada. “Parecía un bofe, una morcilla, de los golpes que le dieron”, describió. Shawb volvió a la fábrica al recuperar su libertad pero lo echaron al poco tiempo porque se quejaba que le daban funciones que no estaban vinculadas a su tarea laboral. “Me mandaban a descargar un camión lleno de piedras, un día me dieron un cepillo para ir a limpiar el frente de una iglesia, otro día tenía que destapar unas cloacas. Me cansé…”, afirmó. Shawb sentía que lo hacían para castigarlo. “Me echan y me fui contento”, concluyó.
“Renuncié porque no quería estar más ahí”
El último testimonio fue el de Miguel Ángel Domínguez, quien brevemente acompañó los testimonios brindados anteriormente: fue detenido en el 76, señalado por Zuljevic, lo llevaron a la comisaría 1ª de Olavarría, lo liberaron tras cuatro días, volvió al trabajo y renunció. “No quería estar más porque nos habían sacado de ahí”, afirmó. Los tres testimonios fueron prácticamente los últimos que están vinculados al caso FABI. Resta el de un ex trabajador, Gabino Diorio, quien por razones de salud aún no puede declarar. Durante la audiencia del jueves 31 de mayo la defensa insistió en sus preguntas ligadas a los actos de pintadas que algunos trabajadores plegados a las protestas en la fábrica realizaron contra otros trabajadores que no acompañaban las medidas de fuerza. En estos hechos también se mencionaron unos disparos sobre una vivienda aunque no se pudo identificar ni a los autores ni los motivos. Esta parece ser la estrategia de la defensa: justificar las detenciones por estar vinculadas diversos hechos. Por su parte, la fiscalía denunció las detenciones en el marco del intento que perseguían los trabajadores de FABI por armar un sindicato que los defendiera de los abusos, despidos y suspensiones sufridas. Nada justifica las detenciones con personal policial, militar y civil, ni la violencia sufrida durante las mismas. Mientras se aguarda por el último testimonio y la etapa de sentencias.