UN EX COMISARIO MAYOR DE LA BONAERENSE, ENTRE LOS IMPUTADOS Se cumplen dos años del asesinato de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante
“Estos días son de profunda angustia, desolación y vacío porque para la familia sigue siendo ayer a la tarde, el día que desaparecieron a mi hermano”, afirmó a ANDAR Romina Escalante, que mantiene esperanzas de que alguno de los policías imputados por encubrimiento termine aportando datos valiosos durante el juicio oral y público que comenzará a mediados de marzo de 2025. Miriam, la abuela de Lautaro Morello, destacó: “Nos quitaron todo, menos las ganas de luchar por justicia”. La CPM –que patrocina a la familia de Lautaro e interviene en la causa como particular damnificado institucional (PDI)- pidió recientemente la apertura de un proceso de juicio político contra la primera fiscal de la causa, Mariana Dongiovanni.
ANDAR en la justicia
(Agencia) Desde la perspectiva de las familias, fueron dos años en los que, además de sufrir un dolor inconmensurable y constante, debieron soportar maltratos, mentiras y maniobras procesales e investigativas tendientes a frenar el avance de la causa penal.
Cabe recordar que el hecho ocurrió durante la noche del 9 de diciembre de 2022 cuando Lucas Escalante y su amigo Lautaro Morello, ambos de Florencio Varela y de 24 y 18 años respectivamente, se dirigieron a la casa quinta de Francisco Centurión, en ese momento comisario mayor de la Policía bonaerense y jefe del Enlace Interpol de la fuerza, para encontrarse con el hijo del funcionario policial. Uno de los cargos de mayor jerarquía dentro de ls institución policial.
Los jóvenes habrían ido en busca de vales policiales de nafta que les habría prometido Cristian Centurión, hijo de Francisco. Además de Cristian, en la quinta –situada en La Capilla de Florencio Varela- estaba su primo Maximiliano.
Fue la última vez que Lucas y Lautaro fueron vistos con vida, y el cuerpo de Lautaro apareció días después calcinado en una zona rural de Guernica, partido de Presidente Perón. El joven Escalante aún permanece desaparecido.
Incluso el inicio del juicio muestra la desidia y las dificultades para el acceso a la justicia: debía comenzar en junio pasado pero fue postergado para septiembre, luego para octubre y finalmente para marzo del año próximo.
Este mediodía, con motivo del segundo aniversario del asesinato de Lautaro, su familia visitó sus restos en el cementerio de Florencio Varela: “Nos quitaron una parte importante de nuestras vidas. Hay cosas de las que no se vuelve y uno tiene que aprender a vivir con la injusticia de no saber por qué lo mataron. Siempre vamos a defender la memoria de Lautaro porque sabíamos quién era: un niño muy cuidado, sano, a quien le quitaron la posibilidad de terminar el secundario en diciembre de ese año, la oportunidad de tener una primera novia, un hijo, de vivir la vida”, dice Miriam, la abuela de Morello.
Ella está convencida, y no sólo con esperanzas, de que el juicio terminará con una condena justa “porque no dejaremos la posibilidad de que ocurra otra cosa”. En ese sentido, se siente confiada en el patrocinio legal brindado por la CPM, que intervendrá en el debate oral en representación de la familia de Lautaro y como particular damnificado institucional. “Nos sentimos acompañados por la CPM, una institución seria con trayectoria en estos temas, y hemos visto cómo han impulsado y siguen impulsando la causa, por lo que creo que estamos por buen camino”, agregó.
Por su parte, la hermana de Lucas Escalante, Romina, señaló a ANDAR que “las familias nos estamos preparando para este juicio, para que podamos decir con palabras todo el sufrimiento que nos hicieron pasar durante estos años; toda la mierda a la que fuimos expuestos con las maniobras de comisarios, agentes de la justicia y la cobertura política que opera detrás de esta historia”.
Ella recuerda que la última vez que su familia compartió un momento con Lucas fue dos días antes de su desaparición, durante el cumpleaños de una de sus hermanas celebrado el 7 de diciembre.
De allí en más, y desde hace dos años, todo es desolación y una vivencia desde el dolor especialmente el último mes de cada año. Como ocurre siempre en los casos de personas desaparecidas, la ausencia empuja al entorno a habitar en un tiempo pasado: “Para nosotros sigue siendo ayer a la tarde”.
Romina y su familia aún tienen esperanzas de que durante el debate oral alguno de los policías imputados por encubrimiento termine aportando información útil para hallar a Lucas: “A Lautaro lo mató la policía y a mi hermano lo desapareció el Estado. Sin encubrimiento al menos sabríamos dónde está Lucas”.
El sinfín de irregularidades, maniobras distractivas o directamente dilatorias para el avance de la causa incluyen destrato directo y verbal a las familias de las víctimas; la respuesta del ex jefe de la Seccional 4 de Florencio Varela, Sergio Argañaraz, cuando las familias le pedían que investigaran en la casa quinta de Centurión: “No lo voy a molestar a ‘Coco’ (apodo de Francisco Centurión) sólo por esto”. Además, la primera fiscal, Mariana Dongiovanni, no aplicó la resolución 1390 de la Procuración bonaerense que impide la participación en la causa a miembros de la misma fuerza a la que pertenece un imputado; la demora en la intervención de líneas telefónicas, clave para la investigación penal, y la recolección de registros de cámaras de seguridad.
En el juicio se ventilará la responsabilidad de Cristian y Maximiliano Centurión por el delito doblemente agravado por alevosía y ensañamiento en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por ser cometida por violencia.
A Francisco Centurión se lo señala como responsable del delito de sustracción de caudales públicos en concurso real de la privación ilegal de la libertad (respecto a la víctima Escalante) agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia. Alternativamente se lo juzgará por homicidio agravado para procurar la impunidad para sí o para otro.
Asimismo, se enjuiciarán las acciones de encubrimiento agravadas realizadas por Sergio Enrique Argañaraz (comisario de la seccional 4ta de Bosques), Luis Alberto Zaracho (jefe de la DDI de Quilmes), Juan Manuel Brito y Ramiro Yair Forchinito.