Salud mental: “Lo único que ofrece el estado es la quietud del encierro”
El viernes se realizó en el Hospital Alejandro Korn de Romero la jornada “Puertas abiertas” en la que se comenzó a quitar las puertas de los comedores de diferentes salas de internación del psiquiátrico. La acción se realizó con acompañamiento de organismos de derechos humanos como la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).
ANDAR en Mechor Romero
(Agencia) La propuesta surgió de un grupo de trabajadores del sector de rehabilitación del hospital y de integrantes del Movimiento por la Desmanicomialización en Romero (MDR) que consiguieron además que la medida sea aceptada y acompañada por la Dirección asociada de salud mental y por la Dirección general del hospital.
Astor Llanos integra el MDR y es acompañante terapeútico en el Hospital. Dice que esta jornada “es un primer paso para instalar el debate sobre prácticas que es necesario transformar” y explica que “históricamente la psiquiatría tuvo más que ver con la aislación que con la inclusión en sociedad. Los manicomios tienen que ver con esta línea. Hay una parte de la sociedad que enloquece o enferma también por las condiciones en que vivimos y, en lugar de hacernos cargo de ese padecimiento social, siempre se los aisló y separó del circuito comunitario”.
Desde la CPM Luis Onofri, responsable del programa de Salud Mental, subrayó la importancia simbólica de la actividad: «para nuestro programa esta jornada representa un avance no solo en términos concretos -por el hecho de quitar las puertas- sino también como otro logro en el marco de la disputa de sentido que esta CPM junto con otras organizaciones viene desarrollando en contra de aquellas prácticas que en algunos casos se constituyen como tortuosas y en otros como generadoras de las condiciones de posibilidad de la tortura”.
[pullquote]se retiraron las puertas de 4 salas donde se alojan unas 140 personas en total[/pullquote]
En la jornada se retiraron las puertas de 4 salas donde se alojan unas 140 personas en total, entre 35 y 40 por pabellón. De acuerdo con Llanos, muchas de las personas que están hoy internadas en psiquiátricos como el hospital A. Korn se convierten en usuarios crónicos por cuestiones económicas y sociales: “básicamente no tienen donde ir”. De hecho las instituciones de salud mental no construyen datos respecto de cuántas personas quedan internadas por estas razones. La única distinción que comenzó a realizarse a partir de la nueva ley de salud mental (26.657) es si los y las usuarias se internan y permanecen en el hospital de forma voluntaria o no. Según los datos recabados por la CPM, en Romero durante 2016 hubo casi 300 ingresos (199 hombres y 100 mujeres) al hospital: sólo 61 fueron voluntarios (35 hombres y 26 mujeres).
“Supuestamente este es un hospital de puertas abiertas, en la ley de salud mental y en la convención de derechos humanos el encierro está prohibido. Y acá hay una sala con un grupo de mujeres encerradas en un comedor todo el día, por ejemplo, y se termina naturalizado -incluso por la gente que está internada- como parte del mundo en el que tienen que sobrevivir”, describe Llanos.
[pullquote]En el hospital durante 2016 hubo casi 300 ingresos: sólo 61 fueron voluntarios[/pullquote]
En acompañante terapéutico concluye que “el estado hoy no ofrece alternativas para hacer un proceso de transformación de prácticas y una atención real, entonces lo que se ofrece a la gente es el ocio permanente, la quietud del encierro y sufrir constantemente las condiciones en que sobreviven ahí adentro; los que sobreviven porque hay un porcentaje muy alto de muertes”.
De hecho esta actividad se enmarca dentro de las medidas y acciones producto de la causa colectiva que la CPM presentó contra el Hospital en el año 2014 y que se unificó con un amparo presentado por el CELS y Desheredados de la Razón ante el Juzgado Contencioso Administrativo Nº3 de La Plata por cuestiones como la alta tasa de mortalidad, la carencia de tratamientos adecuados, las condiciones materiales del lugar y los malos tratos .