RESOLVIÓ CASACIÓN PENAL Rosalía Reyes en libertad
Criminalizada por “mala madre” fue condenada en 2005 a 8 años de prisión tras un parto inminente en su casa de Villarino. La semana pasada la Sala 1 del Tribunal de Casación Penal la absolvió y dispuso su inmediata libertad. Rosalía Reyes podrá volver a su casa y reencontrarse con sus hijes. El fallo de Casación puso de relieve el accionar del Tribunal en lo Criminal 3 de Bahía Blanca: ausencia total de perspectiva de género. El año pasado, en su carácter de Mecanismo local de prevención contra la tortura, la CPM había solicitado al máximo Tribunal la revisión de la causa.
ANDAR en Villarino
(Agencia) En octubre del año pasado Rosalía Ester Reyes fue condenada
a ocho años de prisión acusada de no haber podido salvar a su hija en el momento en que nació. El hecho ocurrió en 2005, tras un parto inminente en su casa, en el pueblo bonaerense de Argerich. Luego de 13 años, en un segundo juicio, la mujer fue condenada por delito de responsabilidad por omisión, por haber fracasado como madre en el cuidado de su hija. En su caso, como en el de Reina Maraz, Yanina Farías y tantas otras, no se contemplaron las vulnerabilidades sociales y económicas de su contexto y trayectoria de vida.
Luego de los pedidos de revisión de condena, la Sala 1 de Casación, a cargo de Dr. Daniel Alfredo Carral, Dr. Jorge Andrés Alvarez y la Dra. Florencia Dall Aglio, resolvió la absolución de Reyes y consideró que el veredicto condenatorio impuesto por del Tribunal bahiense descontextualizó la vida y trayectoria de la mujer y de sus hijes.
Según el fallo, lo que se pretendió es hacer encajar en un modelo estereotipado y moral, los deberes aceptables de una mujer- madre, creándole exigencias ideales que ella nunca podría alcanzar. El Tribunal destaca que a la hora de dictar sentencia condenatoria, no se tuvo en cuenta la realidad cotidiana de Rosalía: madre soltera, sostén de hogar, que se encontraba en una situación de precarización laboral y a su vez, producto de las desigualdades estructurales, es una persona que posee escasos recursos simbólicos, emocionales y educativos para hacer frente en soledad a un cotidiano impregnado de violencias. También afirma que durante el proceso de fundamentación de pruebas, el Tribunal 3 careció de una evaluación con perspectiva de género y una adecuada contextualización de la realidad de Rosalía.
“A la imputada no se le creyó”, dice el fallo y a partir de ello se describe minuciosamente la construcción de una cantidad de prejuicios de género y socioculturales que delinearon por un lado, la falta de credibilidad sobre su versión, de lo que ocurrió esa noche y por otro, la idea de una mala madre que no pudo proteger y cuidar de su bebe recién nacida y, como consecuencia directa, se la consideró autora de un homicidio.
“La sentencia impugnada para justificar la “capacidad de acción” y descartar la atipicidad contiene abundantes referencias a modelos estereotípicos del rol maternal, que marcan un estándar ideal y abstracto sobre cómo debe actuar una “buena madre”, desentendiéndose de la contundente información reunida en torno a la falta de posibilidades reales de actuar conforme al modelo”, expresa y agrega: “Las exigencias desplegadas para hacer cumplir la vida de la acusada con las expectativas de un modelo ideal parten de un modelo abstracto de hombre/ mujer de clase media, instruido/a con necesidades básicas cubiertas y satisfechas. Una representación cultural de una familia ante la cual los padres y madres deben realizar conductas heroicas para mantener a salvo sus hijos/as lo que tiende a presuponer de modo abstracto la capacidad de las mujeres de hacer siempre lo moral y éticamente correcto. Será el juez quien en cada caso concreto debe evaluar el nivel de exigibilidad y reprochabilidad al momento de determinar la responsabilidad penal de una persona”.
“Estamos muy conformes con el fallo de Casación y con la aplicación efectiva de perspectiva de género, que se verifica en el contenido del fallo”, expresó Margarita Jarque, directora del programa Litigio estratégico de la CPM y agregó: “establece una relación directa entre su aplicación y la necesaria contextualización que las agencias judiciales deben aplicar respecto de las mujeres acusadas en este tipo de causas. Y esto es importante porque en diversas causas que comprometen los derechos humanos de las personas, la falta de contextualización de los justiciables suele ser moneda corriente”.
Rosalía espera con ansias volver a abrazar a su familia.