DENUNCIAN UNA CAUSA ARMADA “Recuerden que tienen los nenes, si no firman vamos a subir y vamos a romper todo”
Esa amenaza fue la razón por la que Jorge Daniel López y su pareja firmaron un acta donde admitían algo que no había sucedido. La policía les plantó elementos que ellos desconocían durante un allanamiento, y se lo llevaron detenido y acusado de un robo. La fiscalía refrendó el accionar policial y de la misma forma actuó el juez. Jorge sigue detenido a pesar de que el día del robo estaba en la ART por un accidente de trabajo. La Comisión por la Memoria observó el proceso judicial y asesora a la familia en su búsqueda de justicia. El miércoles 5 se movilizan a los tribunales de La Plata para pedir una audiencia con el juzgado de garantías.
ANDAR en Quilmes
(Agencia Andar) En abril de 2021, Jorge Daniel López fue aprehendido tras un allanamiento en su domicilio en Quilmes; lo acusaron de robo agravado. “Ese día Jorge se estaba yendo a trabajar 7.15 de la mañana y unos hombres de civil lo paran en la vereda y le dicen que tenían una orden de allanamiento. Ahí se ponen unos chalecos que decían DDI, entran a mi casa, nos sacan el teléfono y me dicen que les muestre el domicilio, específicamente la habitación de Jorge. Jamás me imaginé lo que ellos venían a hacer, nunca tuvimos problemas con la policía creíamos que era un error”, cuenta Mariela Portuguez, la pareja de Jorge.
Jorge y Mariela son de Jujuy, llegaron a Buenos Aires hace unos 13 años y fueron construyendo acá su vida. Al principio él lavaba autos en la calle hasta que encontró trabajo en una gomería donde aprendió el oficio, y hace años que tiene trabajo estable y trabaja de 8 de la mañana a 20 hs todos los días. Ese día no llegó. “La policía miró las habitaciones y revisaron especialmente la que les señalamos que era de Jorge. En un momento uno de los policías sale y cuando vuelve veo que pone algo en una mesita que el otro ya había revisado, y ahí el testigo de actuación dice ‘ese reloj es robado’ y le digo al otro ‘eso me lo pusiste recién, acabás de revisar ahí y no había nada’. Y ahí el policía me empieza a decir que Jorge era un ladrón, que yo no lo conocía, que iba muchas veces a La Plata, que había cámaras que lo tenían filmado, que Jorge tiene Mercado Pago y recibió plata el día del robo. Pero ese día él estaba en la ART porque le habían operado la mano por un accidente en el laburo”, continúa el relato Mariela.
En el comedor frente a Jorge los agentes sacaron cuatro hojas ya escritas. “Firmalas”, le ordenaron. “Y yo le digo ‘no firmes’, desesperada, llorando, no sabía qué hacer, empiezo a leer y lo poco que entiendo es que estaban mintiendo, y les digo yo no voy a firmar esto porque esto es mentira. En ese momento me empiezan a amenazar con mis hijos, a decir ‘ustedes tienen que recordar que tienen los nenes, si no firman vamos a subir y vamos a romper todo’. En ese momento me paralicé, no sabía qué hacer y firmamos los papeles y se lo llevaron a Jorge”.
Ese día empezaron un largo camino para desmontar la mentira y conocieron por dentro lo que es ser víctima de una causa armada. “Cuando lo fui a ver a Jorge a la comisaría estaban los mismos oficiales y me miraban y se reían, se paraban al lado mío para intimidarme. Entramos en desesperación, no sabía dónde poner la denuncia si la misma policía me estaba haciendo eso: ¿quién me iba a ayudar, quién me iba a escuchar?” Mariela se acercó a la Coordinadora contra la impunidad policial, desde donde milita contra este tipo de violencias. También recibió el asesoramiento de la Comisión Provincial por la Memoria que en su función de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura se interiorizó sobre el caso y acompañó la familia a realizar la denuncia correspondiente por el accionar policial a la Auditoría General de Asuntos Internos.
Además, en el marco del proceso penal, que aún se encuentra en investigación, la CPM solicitó la copia de la causa, realizó un análisis pormenorizado y presentó un informe en el observaron las falencias de la investigación y, por lo tanto, de la imputación de Jorge, quien aún se encuentra detenido con prisión preventiva.
Este miércoles 5 de octubre Mariela se va a movilizar a los tribunales platenses para pedir una audiencia en el Juzgado de Garantías N°1. La familia apeló la elevación a juicio de su causa y pidió el sobreseimiento. Desde la CPM también acompañaron el planteo de la defensa de oposición a la elevación y un recurso interpuesto contra la resolución del Juez de Garantías que la dispuso, que ahora se encuentra radicado en la Sala IV de la Cámara de Apelación y Garantías de La Plata pendiente de resolución.
“La fiscalía no hizo nada, el juzgado avaló, y él ya hace 1 año y 5 meses que está detenido en Olmos, en un penal pagando algo que no hizo”, se lamenta Mariela y pide que este miércoles la acompañen.