1000 DIAS SIN JUSTICIA Reclamo y movilización por el asesinato de Omar Cigarán
El 15 de febrero de 2013, Omar fue asesinado por la espalda por el policía Diego Walter Flores en la calle 122 y 43, en el barrio hipódromo de La Plata, a pocas cuadras de su casa. El joven, que tenía 17 años y vivía con sus padres, era perseguido sistemáticamente por la policía. A partir de ese momento, su mamá, Sandra Gómez, denuncia que la muerte de su hijo es un caso más de violencia institucional. La causa, que en su momento la Fiscal Ana Medina la declaró en legítima defensa del policía acusado y la cerró, actualmente se encuentra elevada a juicio por homicidio y radicada en el TOC N° 4 de La Plata.
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(Agencia) Al cumplirse 1000 días desde el asesinato, Sandra convoca para mañana jueves a una radio abierta que tendrá como protagonistas a familiares víctimas de gatillo fácil: “vamos a estar a las 10 de la mañana en la puerta de la Fiscalía, con una radio abierta, para contar los 1000 días de ausencia de Omar. Presentaremos un escrito para citar al médico forense que actúa en la causa, adjunto con la causa de encubrimiento y homicidio, para que no sean investigadas de manera separada”. Sandra acaba de participar del II Encuentro de familiares víctimas de la violencia institucional, organizado por la CPM en Chapadmalal los días 6, 7 y 8; allí formó parte de los talleres de Represión Policial y Poder Jurídico.
Hace más de tres años que Sandra viene denunciando la violencia policial que terminó con la vida de su hijo. Omar sufrió el hostigamiento de la policía, se habían realizado más de 16 denuncias por persecución, pero no bastó. Un día antes de su muerte recibieron una amenaza que confirmaría el hecho: “si hoy al guacho no lo entregas a la comisaría, mañana lo tenés muerto”. Luego, en la morgue, llegaría la plantación de un arma en el cuerpo del joven, hecho que no fue investigado.
Sin embargo, Sandra no baja los brazos y este jueves sigue reclamando justicia, por su hijo, y por todos aquellos jóvenes que en estos 1000 días murieron en manos de la policía. Para que no exista impunidad, Sandra concluye: “lamentablemente el asesino de mi hijo, Diego Walter Flores, sigue laburando”.