Puentes en la historia
El sábado 14 de junio se realizará en la actual iglesia Rosa Mística de La Plata un acto homenaje a los desaparecidos y militantes de la parroquia Las Victorias. En ese marco, se proyectará un video realizado por estudiantes secundarios del programa Jóvenes y Memoria que reconstruye la historia de este grupo de cristianos arrasado por la última dictadura cívico-militar argentina.
Andar en la memoria
(Agencia) Eran jóvenes, cristianos y militantes de principios de los ‘70, y pertenecían a la comunidad de la Parroquia de las Victorias, ubicada en 23 y 54 de la ciudad de La Plata. Las fuerzas armadas de la última dictadura militar argentina los persiguió, los secuestró, los torturó y a algunos de ellos los desapareció. Limpió la iglesia, también: le cambió su nombre y con él sus conquistas y la tiñó de un misticismo impalpable con la imagen de la virgen cotizando en la vereda. Mañana, sábado, estos militantes se vuelven a juntar: van a mirar un video que un grupo de jóvenes con inquietudes similares realizó en el marco del programa Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) para reconstruir esta historia de mil ovillos, su historia, y ponerla a rodar.
[pullquote]cómo la dictadura «limpió» la iglesia y la tiñó de un misticismo impalpable con la imagen de la virgen cotizando en la vereda[/pullquote]
El programa Jóvenes y Memoria invita a las escuelas y las organizaciones sociales a realizar trabajos de investigación que luego son abordados en forma grupal con otros miles de chicos en un encuentro en Chapadmalal. En el 2008, un grupo de estudiantes secundarios de la escuela Normal 2 de La Plata, coordinado por la docente Susana Jalo, presentó el video “La Rosa Mística” que reconstruye la historia de la Parroquia de las Victorias, posteriormente rebautizada con el nombre de Rosa Mística. Esta producción fue de gran conmoción ya que de ese encuentro también participó por primera vez un grupo de jóvenes religiosos de la parroquia Nuestra Señora del Valle, también de La Plata.
Ambos grupos se juntaron y volvieron a proyectar este mismo video en la sede de la CPM, esta vez con la presencia de los protagonistas que allí aparecían dando sus testimonios. “La punta del ovillo que hoy les permite seguir pensando y reconstruyendo y manteniendo viva la memoria”, definió a este primer reencuentro de los militantes de Las Victorias la profesora Susana Jalo. Pero no sólo Susana sino también Beatriz Horrac, ex integrante de la parroquia y actual miembro de la Comisión por la Memoria de las Victorias, quien expresó “el video movilizó en nosotros las ganas de hacer algo, era la primera vez que la historia de la parroquia se ponía en debate; luego, una conversación con Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo, nos impulsó para retomar la memoria de este espacio”.
[pullquote]La punta del ovillo que hoy les permite seguir pensando y reconstruyendo y manteniendo viva la memoria[/pullquote]
Algunos de los debates e interrogantes sobre las posibilidades de transformación social que planteaban los jóvenes de Las Victorias eran similares a los que en la actualidad mantenía un grupo de jóvenes del Normal 2, sólo que no lo sabían. “Todo el grupo tenía un desconocimiento, o un conocimiento muy superficial, sobre la militancia de estos jóvenes, y nos sorprendió mucho lo que nos encontramos cuando fuimos por primera vez a filmar la iglesia Rosa Mística”, contó Gustavo Docters, uno de los estudiantes que participó de la producción del video, y remarcó: “La iglesia había tenido desaparecidos, había trabajado un cura que había sido parte del movimiento tercermundista, y nos encontramos con una iglesia que hacía de todo un comercio: el agua bendita la vendían, las imágenes de los santos, Jesús y María eran para el consumo. Nos encontramos con un cura dando misa detrás de unas rejas. Entonces pensamos en hacer un video que fuera una crítica que demostrase que lamentablemente hoy se habían perdido muchas de las cosas que antes se habían ganado”.
[pullquote]La iglesia había tenido desaparecidos, había trabajado un cura que había sido parte del movimiento tercermundista, y nos encontramos con una iglesia que hacía de todo un comercio[/pullquote]
Frente a estas contradicciones, los jóvenes decidieron hacer una serie de entrevistas a los protagonistas de este grupo de militantes de fines de los ’60 y principios de los ‘70, y se contactaron con Beatriz Horrac: “La experiencia de la entrevista con los chicos yo la tengo muy presente porque para mí fue bastante impactante. Llegué al Normal 2 y estaba la profesora esperándome; me dijo que había un grupo de adolescentes que iba a hacerme preguntas. Fuimos a un salón donde estaban ellos sentaditos en ronda. La experiencia de ser preguntada por ese grupo de chicos de 14, 15 años fue para mí conmovedora. Además en muchos casos tenía que pensar las respuestas porque no tenía evaluadas algunas inquietudes que los chicos me planteaban. Algunas cuestiones vinculadas a lo religioso, creo que era la primera vez que me las hacía. Qué diferencia había entre lo que significaba la iglesia como Rosa Mística, como lugar de peregrinaje a un santo o una virgen, y cómo nosotros entendíamos lo religioso, más orientado a lo colectivo al trabajo por los demás, al esfuerzo conjunto para objetivos comunes y una clara, prioridad al trabajo con los más pobres. Fue muy linda la experiencia”.
El video que los chicos hicieron también expresa lo que en palabras de Gustavo se clarifica como “la tensión y lucha de dos proyectos de iglesia: curas que habían sido parte del proyecto tercermundista y curas que habían sido parte y cómplices de la ultima dictadura cívico militar”.
[pullquote]la tensión y lucha de dos proyectos de iglesia[/pullquote]
“Para mí fue una experiencia muy interesante y también un poco complicada desde lo personal, porque era también dispararle a los chicos interrogantes sobre la iglesia y cuestionamientos que quizás nunca se hubieran hecho”, señaló Jalo, y planteó que “hoy se plantea la posibilidad de contar otras historias que el video no contó, que es la de los desaparecidos; quedaron interrogantes que hoy ellos mismos (los militantes de Las Victorias) han podido recoger y hacer memoria por los que no están. Creo que esto tiene un valor que, por lo menos en lo personal, me va a perdurar por el resto de mi vida como docente”.
Además, Gustavo contó que “para todo el grupo y siendo la primera vez que participábamos fue una experiencia muy linda la de Chapadmalal, y nos quedó y nos va a quedar grabada. Sentimos que desde nuestro lugar hicimos un aporte más a mantener la memoria y rescatar hechos del pasado que influyen en el presente”.
Sobre la vigencia del proyecto, Horrac expresó que “para muchos jóvenes de hoy que son católicos, que van a misa, que tienen un acercamiento a la fe también hay una necesidad de poner en discusión estas cosas: sobre el olvido no se puede construir el futuro. Por eso el proyecto de Jóvenes y Memoria es tan importante, porque establece puentes en la historia, puentes entre generaciones”.
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