Cine en el Museo de Arte y Memoria Por los caminos de Jorge Masetti y la batalla en la comunicación
El viernes 24 se proyectó la película «Arriba los que luchan, Jorge Masetti y la batalla en la comunicación», en el Museo de Arte de la CPM. A 51 años de su desaparición, el cine documental logra crear un registro completo, único y de calidad sobre una de las figuras más importantes de la Revolución Cubana y del periodismo del siglo XX. Un diálogo previo a la proyección con uno de los realizadores e integrante del grupo de Cine Maldito, Juan Manuel Mascaró
ANDAR en La Plata
(Agencia) Andar entrevistó a Juan Manuel Mascaró, uno de los realizadores junto con Ezequiel Gómez Jungman del documental. Con él nos sumergimos en una investigación apasionante y necesaria para comprender la vida y la militancia de Masetti, su rol como fundador de la experiencia de Prensa Latina y la vigencia de los debates acerca del manejo de la información en Latinoamérica.
¿Cómo se inició el proyecto?
Ya nos olvidamos del principio después de tantos años que pasaron desde que comenzamos… (risas) Por un lado, es nuestra primera experiencia en la realización de una película con el Instituto de Cine (INCAA). Si bien veníamos haciendo documentales hace bastante, de una manera más artesanal, esta vez fue un desafío contar con un presupuesto, una organización distinta de estructura de trabajo. También nos encontramos con muchos trámites y papeleos burocráticos con los que tuvimos que aprender a lidiar y nuestro colectivo dio un verdadero cambio. Por otro, el proceso de investigación histórica: los documentos, los audios, los viajes y encontrar a la gente para conseguir los testimonios. Muchos de sus amigos o compañeros se encuentran fallecidos y otros tienen una edad cercana a los 70, 80 años, eso fue difícil. La historia de Masetti era una historia bastante enterrada para los argentinos y en general para los latinoamericanos. Lo único que se conocía hasta hace unos años es la experiencia más vinculada al foco guerrillero en Salta. El Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) fue uno de los primeros focos guerrilleros en Argentina y una de las experiencias previas a la lucha armada más conocidas. Eso que sucedió en el año 64, fue muy rápidamente vencido, hubo muchos muertos y Masetti permanece hasta la actualidad desaparecido, fue una experiencia militarmente fallida.
[pullquote]La historia de Masetti era una historia bastante enterrada para los argentinos[/pullquote]
De Masetti se conoce mejor todo ese aspecto militar de inserción en el norte argentino para desarrollar un foco revolucionario en tiempos del gobierno de Arturo Illia. Si bien el foco guerrillero se había iniciado con el gobierno de Guido, una especie de títere de los militares en la etapa anterior a Illia, y en medio de la experiencia ya lanzada de la guerrilla en Salta en la zona de Orán, Guido promueve las elecciones y triunfa Illia. Eso para la guerrilla fue desestabilizador, generó muchas contradicciones, retraso los planes.
La película no toma esto, salvo para narrar esa parte de la vida de Masetti, no hace eje en la lucha armada ni en la experiencia del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), no es lo que se profundiza. Nos interesó hacer eje en la cuestión de la comunicación y el manejo de la información porque nos pareció el tema más vigente. Tantos años después, las tensiones de un intento de emancipación en el plano de la información en Latinoamérica siguen generando los mismos conflictos que generó la experiencia de Prensa Latina en los años 60.
Todo eso hubo que reconstruirlo, digo que estaba enterrado porque no había casi información de ése aspecto de la vida de Masetti. Si había algunos textos exhaustivos sobre la experiencia guerrillera pero no así sobre la experiencia de la comunicación y la información, salvo su propio libro –Los que luchan y los que lloran- que es un texto ya clásico del periodismo latinoamericano que narra en primera persona su primer viaje a Cuba, antes del triunfo de la Revolución en el ´58 cuando entrevista por primera vez al Che Guevara y a Fidel Castro. Con esas entrevistas es la primera vez que los argentinos y los latinoamericanos escuchamos por primera vez sus voces, él las realiza para radio Mundo y es ahí donde se las transmite. Ese fue el comienzo nuestro, a partir de esos materiales hubo que reconstruir todo lo otro.
¿Cómo fue la reconstrucción documental?
Tuvimos bastante trabajo y un poco de suerte porque hubo un vínculo muy fuerte desde el inicio del proyecto con una de las hijas de Masetti que está aquí en Argentina, Graciela. Nosotros partimos de los textos de Rodolfo Walsh que lo mencionaba porque había sido compañero de Masetti en Prensa Latina. Ahí comenzamos a conocer su historia y luego buscamos a Graciela Masetti, y un poco de su mano accedimos a un montón de cosas. Ella compartió generosamente materiales familiares, fotos, filmaciones de Cuba y materiales de audio y viejas cintas que después se digitalizaron. Ahí escuchamos la voz de Masetti contando su experiencia y también las entrevistas con el Che y Fidel. Todo ese material lo tomamos, remasterizamos el audio y eso está en la película.
¿Qué otros puntos de contacto con el presente fueron encontrando?
Está todo ligado. Para nosotros la experiencia de Prensa Latina es inseparable de la experiencia de la Revolución cubana. Si los cubanos, en aquel momento histórico, no hubieran sentido la necesidad de contar la historia desde su perspectiva, su propia versión de las cosas y enfrentar esa batalla tan importante como las batallas militares, no hubiera surgido Prensa Latina. A nuestra manera, muchos años después, hoy estamos frente a un panorama y una coyuntura donde se nos hace necesario poder defender ciertos procesos de cambio a la manera de que cada uno los caracteriza. Todos están por fuera de las recetas que se vienen repitiendo incesantemente de las grandes cadenas mundiales de información.
[pullquote]Creo que nuevamente es un claro tiempo de disputa por el control de la información [/pullquote] Creo que nuevamente es un claro tiempo de disputa por el control de la información. En marzo de 2014, en plena edición y montaje de la película, nos resultaba impresionante ver las coincidencias entre lo que editábamos y la situación particular que estaba ocurriendo en esos días en Venezuela: las operaciones de las cadenas informativas norteamericanas sumadas a la oposición interna para tumbar la experiencia de la revolución bolivariana. Coincidencias de todo tipo, desde las dinámicas que se utilizan para hablar y demonizar determinadas experiencias, hasta estrategias muy concretas que se utilizaban para, por ejemplo, “matar” a Hugo Chávez antes y durante su enfermedad para restarle apoyo; o los cubanos cuando nos contaban que a Fidel los medios lo dieron por muerto más de una vez antes de bajar de Sierra Maestra para que las ciudades dejaran de apoyar la experiencia guerrillera. Dos experiencias políticas distintas, en diferentes épocas pero era calcada la forma en que los medios de comunicación intentaron incidir sobre esos procesos.
¿Cómo fueron las entrevistas?
Los compañeros del grupo que viajaron a Cuba dieron con personajes que nunca habían hablado y tenían mucho para contar. A veces estas historias se cuentan se trazo grueso y manera general y eso evita que conozcamos algunos detalles, algunas dificultades, internas que había para llevar adelante estos proyectos. Porque Prensa Latina tuvo toda una etapa muy conflictiva que fue el enfrentamiento de los viejos comunistas del PCC, en tensión con los nuevos cuadros de la Revolución. Aquellos combatientes que venían de la Sierra Maestra venían a traer nuevas dinámicas y nuevas formas a la Revolución socialista. Había un acuerdo ideológico pero en el plano de la práctica había muchas diferencias también. Masetti termina un poco desplazado por todo este sector y eso es contado por los compañeros de él. Entrevistamos a Osvaldo Bayer (periodista), Rogelio Garcia Lupo, Juan Marrero, Guillermo Jiménez Gabriel Molina (periodistas de Prensa Latina), Oscar Fernández Mel (funcionario cubano, ex alcalde de La Habana), Orlando Borrego (vice ministro del Che), familiares, entre otros. Ellos dan cuenta de este tema y fuimos ampliando. Hasta el día que estrenamos, por ejemplo, de Canal 7 siguió apareciendo material inédito.
¿Cómo sigue el camino de la película?
Nosotros la estrenamos en CABA el año pasado cuando se cumplieron los 50 años de la desaparición de Masetti. Luego comenzamos con un recorrido de hormiga, por un montón de pueblos del interior de distintas provincias del norte del país. Comenzamos en Orán, Salta, donde fue la experiencia de guerrilla de Masetti, y donde la gente recordaba vagamente la experiencia, con lo cual queríamos llevar la historia entera a ver qué pasaba, cómo se veía desde el presente. Fuimos por Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, realmente una experiencia muy intensa, con muchos debates posteriores, llevar el cine donde habitualmente no hay proyecciones. Luego, la película está circulando por espacios más militantes, sindicatos, escuelas de periodismo y seguramente, en breve, estaremos en salas del espacio INCAA. Esta proyección en La Plata es algo que teníamos ganas de hacer hace rato. Nos interesa la circulación de la película y que además de compartir y emocionarse con la historia de Masetti, podemos debatir los temas que se plantean: cuales son las tareas que demanda hoy una comunicación emancipadora del continente y en lo particular, en Argentina.
Sinopsis argumental:
En distintos momentos, dos personas se proponen recuperar la figura de Jorge Ricardo Masetti escribiendo un prólogo para su libro “Los que luchan y los que lloran”. Una es su compañero Rodolfo Walsh, en 1968, y otra su hija, en 2006.
A 50 años de su desaparición física y a través de su palabra, la de sus compañeros, animaciones, imágenes de noticieros y videos inéditos “Arriba los que luchan, Jorge Masetti y la batalla en la comunicación” cuenta la historia del periodista que se batió contra los monopolios de las agencias de noticias norteamericanas y la SIP, en pos de un periodismo latinoamericano que levantara las banderas de la emancipación de los pueblos.
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Ficha técnica: Arriba los que luchan, Jorge Masetti y la batalla en la comunicación
2014
Duración: 110 minutos- HD. Realización Colectiva: Grupo de Cine Maldito. Guión: Juan Manuel Mascaró, Ezequiel Gómez Jungman, Claudia Righett
Un poco de historia
Jorge Ricardo Masetti nació en Avellaneda en 1929. Segundo hijo de un matrimonio de clase media, católico, desde muy joven se interesó por las letras y el periodismo, oficio que ejerció a partir de los 15 años cuando entró como aprendiz en el diario El Laborista.
Hacia 1945 Masetti se incorporó a la Alianza Libertadora Nacionalista, organización nacionalista antimperialista, donde conoció a Rogelio García Lupo y a Rodolfo Walsh. También en estos años Masetti integró el cuerpo de redactores de la peronista Agencia Latina de Noticias, cuyo objetivo era quebrar la hostilidad de las grandes agencias de noticias de los EEUU. El Che Guevara, por entonces en México, formaba también parte de esta empresa periodística con sus colaboraciones como reportero gráfico.
El golpe de 1955 destruyó el proyecto de Perón y alejó a Masetti de la Alianza, y hacia 1958, trabajando para Radio El Mundo, el joven periodista logró algo que, para ese momento parecía un imposible: viajar a Cuba a entrevistarse con Fidel y el Che en territorio rebelde, en lo que Rodolfo Walsh llamó “la mayor hazaña individual del periodismo argentino”.
A finales de marzo de 1958 el diezmado grupo de sobrevivientes del naufragio del Granma, ocurrido 16 meses antes, había conseguido dominar la agreste región oriental, en comunión con el campesinado. La columna 1 se había clonado hasta desarrollarse en dos frentes guerrilleros más y las batallas contra la dictadura ya no solo se libraban en terreno montañoso. La figura de Fidel empezaba a proyectarse ya no solo sobre la isla; se presentaba como un liderazgo desconocido para los pueblos latinoamericanos oprimidos.
La experiencia fue ardua, porque por entonces la dictadura de Batista sembró el terror en las principales ciudades de la isla; eran frecuentes las detenciones y fusilamientos. Sin embargo, luego de pasar una serie de pruebas, y tras muchos operativos de seguridad, Masetti se reunió con el Che y con Fidel, y logró realizar uno de los documentos periodísticos más importante del siglo. Sus entrevistas e informes permitieron filtrar al mundo entero los propósitos de la revolución, en la voz de sus principales líderes.
La estadía de Masetti en Cuba duró 60 días, más de la mitad de ellos los pasó junto al Ejército Rebelde, en Sierra Maestra. Durante todo ese tiempo, y casi sin notarlo, Masetti no solo ganó la confianza de los principales líderes del movimiento 26 de julio, sino que fue enamorándose de la revolución, del apoyo del campesinado, de la obra de alfabetización y de las prestaciones médicas que los guerrilleros brindaron al pueblo de la sierra. Sube a la Sierra como periodista, baja como soldado. En sus propias palabras, había conocido el mundo de los que luchan, y le tocaba volver al mundo de los que lloran.
El periodismo como misión
Con el triunfo de la Revolución, a principios de 1959, el Che Guevara mandó a llamar a Masetti para ponerlo al frente de un aparato de comunicación sin precedentes. Consciente de la necesidad de coordinar una estrategia contra hegemónica, los argentinos diseñan Prensa Latina, primer órgano de difusión de la nueva era en Cuba, que tuvo un vertiginoso crecimiento, a pesar de las presiones de la SIP.
Bajo los casi tres años de su liderazgo, Prensa Latina irrumpiría en el continente con una voz disonante dentro del antiguo coro monocorde de la propaganda preponderante que, sin duda, siempre ha constituido, históricamente, una de las más efectivas armas estratégicas de EEUU.
De impronta antiimperialista, martiniana y revolucionaria, la agencia se nutrió de los mejores periodistas que había en la isla, al tiempo que convocó a colaboradores de enorme talento y prestigio, como Gabriel García Márquez y Jean Paul Sartre. Tal era su compromiso que, desde sus oficinas, y a partir del trabajo se Rodolfo Walsh, se descifró un cable que anticipó el desembarco de Bahía de Cochinos.
Varios de los redactores que trabajaban en la agencia recuerdan que Masetti consignaba que había que “ser objetivos, más no imparciales. Porque no se puede ser imparcial entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia”.
En 1962, como consecuencia de las disputas internas en la conducción cubana, Masetti dio un paso al costado. El ataque iba dirigido al propio Guevara, quien nombró al argentino como Comandante Segundo, en referencia al personaje de Segundo Sombra (el Che usaba el nombre Martín, por Martín Fierro) y lo envió a Argelia primero y a la Argentina después, a preparar el terreno para iniciar un nuevo proceso revolucionario al sur del continente.
La experiencia en Orán, Salta, resultó un fracaso que algunos adjudicaron al contexto político (un nuevo período democrático se abría con la presidencia de Illia), otros a la escasa preparación de los guerrilleros, y los últimos a la falta de un campesinado, actor fundamental para el triunfo de la revolución en Cuba.
Lo cierto es que, a los pocos meses, varios compañeros fueron detenidos y otros tantos murieron de hambre. En abril de 1964, después de un choque con Gendarmería, Masetti empezaba a ser un desaparecido. Tenía apenas 36 años.