Luego del despido de una empleada del hospital Municipal de Miramar el pasado 27 de junio– que denuncian como persecución gremial- los trabajadores decidieron permanecer por algunas horas en el edificio de la municipalidad al suspenderse la reunión que iban a mantener con el intendente. Continuarán con las medidas la semana que viene.

ANDAR en Miramar

(CTA/ agencia) El reclamo de los trabajadores nucleados en ATE se inició por el despido de Karina Salinas el pasado 27 de junio, y que, de acuerdo a lo denunciado por el gremio, es consecuencia del reclamo que estaba encabezando por las condiciones laborales en el hospital. “Ella iba al frente de los reclamos de los compañeros, en cuanto a las condiciones de trabajo, la salud de los trabajadores y de todos los habitantes. Por eso, esto tiene que ver con ver con una persecución gremial, intentando desactivar y descabezar la protesta», dicen desde la CTA regional.

El jueves se había acordado una reunión con el intendente del Frente Renovador Germán Di Césare y otros funcionarios municipales, pero a último momento fue suspendida sin explicaciones. Esto derivó en una asamblea en el edificio municipal, que concluyó con el retiro de los trabajadores y la decisión de realizar otra medida de fuerza la semana próxima. “Ya habíamos tomado el tercer piso, y cuando nos íbamos a retirar por abrirse la instancia de diálogo, nos dicen que esa reunión ya no es posible. El intendente es Germán Di Césare, del Frente Renovador, y nunca nos recibió”, dijo Carlos Díaz, Secretario de Relaciones Institucionales de CTA Buenos Aires.

El gremio explica que además del reclamo salarial, piden que se mejoren las condiciones del Hospital Municipal. Denuncian que luego del relevamiento hecho por el Departamento de Salud laboral del gremio constataron la necesidad de ampliar el servicio de salud pública, y perfeccionar la operatividad de las dos ambulancias con las que dispone el distrito. Esta situación perjudica tanto a los trabajadores como a los usuarios de la comunidad.

Carlos Díaz denunció que «aún continúan represalias contra otros compañeros con la baja de contratos, cambios de sector, suspensiones; por el sólo hecho de reclamar por sus derechos».