A DOS AÑOS DEL INCENDIO SE PRESENTA EL LIBRO No fue un motín: crónica de la masacre de Pergamino
El sábado 20 de abril se presentará el libro No fue un motín. Crónica de la masacre de Pergamino del periodista Leandro Albani. Junto al autor estarán presentes los familiares de las víctimas y la fotógrafa Carmen Rolandelli. Una crónica que reconstruye el incendio dentro de la comisaría 1ª y sus consecuencias: una de las peores masacres de los últimos tiempos perpetradas por personal policial en territorio bonaerense. La cita es a las 19 horas en la Biblioteca Dr. Joaquín Menéndez, Colón 687, Pergamino.
ANDAR en Pergamino
(Agencia) “La investigación inició a raíz de las denuncias de los familiares, de los abogados y de la Comisión por la Memoria. Buscamos narrar, a través de una crónica periodística, los hechos que ocurrieron y también contar la historia de cada una de los 7 chicos”, dijo Leandro Albani, autor del libro en charla con la prensa. “Yo soy de Pergamino y este hecho me conmocionó, me vi reflejado en esos chicos en algunas cosas. También me llamó la atención que lo primero que se dijera en mi ciudad fueron cosas muy feas sobre ellos y sobre sus familiares. Se buscó instalar que las víctimas, esos pibes que habían muerto asfixiados y quemados, eran los responsables de sus propias muertes. Se busco tapar la responsabilidad del comisario Donza, de los otros cinco policías que no hicieron nada. Entonces decidí contar la historia”, dijo.
Las pericias y declaraciones testimoniales que integran la causa son contundentes: los policías que estaban en la dependencia no hicieron nada para prevenir la expansión del fuego que se inició en las celdas, desoyeron los pedidos de auxilio, no abrieron ninguna de las puertas de los calabozos o del patio trasero de la comisaría, no llamaron de inmediato a los bomberos y obstaculizaron su accionar, a pesar del deber de garantizar la integridad física de las personas encerradas bajo su custodia.
“Nosotras sabemos, a través de la causa, que los policías planificaron la idea de un motín pero no fue así, ellos son los culpables de esta terrible masacre; no tuvieron empatía por la vida cuando los jóvenes gritaban desesperados que los ayudaran”, dijeron los familiares el 2 de marzo pasado al cumplirse dos años del incendio donde siete jóvenes murieron asfixiados y quemados.
Ricardo Ragendorfer escribió en el prólogo: “En ‘No fue un motín’, Leandro Albani, nacido y criado en Pergamino, reconstruye con destreza pericial la cadena fáctica que marcó para siempre la calma chicha de aquella ciudad sojera del norte provincial. Lo hace cinematográficamente; fotograma por fotograma. Lo hace sin soslayar la dialéctica de un submundo punitivo que les exige a sus hacedores –policías, fiscales y jueces – mano dura, acusar por las dudas y condenas sin pruebas. Y lo hace poniendo en relieve las historias de las víctimas, los “nadies”, como él los denomina; vidas rápidas, malogradas por el hachazo de las leyes no escritas del apartheid. Se trata de un relato coral, matizado por el punto de vista de Albani. Y aquello no es un hecho menor. Porque el encuadre es un acto moral. Cuando alguien encuadra también está contando quién es. No hay nada que describa mejor a una persona que su forma de mirar. En ese contexto, la trama del incendio no es sino el esqueleto de otras cuestiones. Y su narración, una pequeña nave que se abre el paso a través del amenazante jadeo de una época”.
Los policías Carolina Guevara, Alexis Eva, Sergio Rodas, Matías Giullieti, Brian Carrizo y el comisario Alberto Donza, que estuvo prófugo durante 14 meses, están imputados por el delito de abandono de persona seguido de muerte con multiplicidad de víctimas. Sólo dos de ellos esperan el juicio en prisión, el resto se encuentra con arresto domiciliario. Todos fueron exonerados de la fuerza.
Los familiares continúan en lucha y esperan que este año se realice el juicio oral.