ORGANIZACIÓN DE DDHH PIDE EXPLICACIONES Preocupación por la demolición del ex Batallón 601 de Inteligencia
El ex edificio del Batallón de Inteligencia 601, ubicado en Viamonte y Callao de la ciudad de Buenos Aires, comenzó a ser demolido luego de que lo comprara la Universidad de El Salvador. La organización Memoria y justicia de Balvanera pide que se cumpla la Ley 26 691 que exige preservar lugares donde sucedieron hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal.
ANDAR en CABA (Memoria y Justicia de Balvanera, Agencia) La organización de derechos humanos Memoria y justicia de Balvanera denunció que se está demoliendo el edificio donde funcionó el Batallón de Inteligencia 601 durante la última dictadura militar. Existen denuncias de que allí permanecieron ciudadanos secuestrados para ser interrogados, torturados, y luego fueron trasladados a centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. La organización plantea en un comunicado: “denunciamos la irresponsabilidad de quienes por acción u omisión permitieron que se esté modificando la estructura del edificio con refacciones y derrumbes parciales, mientras hoy se desarrollan los juicios por crímenes de Lesa Humanidad, donde pruebas concretas pueden encontrarse todavía en ese lugar”.
[pullquote]piden que se cumpla la Ley 26 691 que exige preservar lugares donde sucedieron hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal[/pullquote]
El edificio de nueve pisos está ubicado en Avenida Callao 692 y Viamonte 1816 y fue adquirido por la Universidad de El Salvador, según dice el cartel colocado en la fachada. Por este motivo, Memoria y justicia pide -además de que se paralicen inmediatamente las obras- que se investigue cómo llegó a manos de esa unidad académica el emblemático edificio “después de estar cerrado por más de una década”. En el comunicado expresan que “Los avisos publicitarios dicen que será habitado por más de cinco mil alumnos de la universidad y llamativamente el cartel de obra dice que el destino de uso del edificio será un hotel”.
Para finalizar, manifiestan que “A 38 años de 1976, es difícil ignorar que ese edificio de nueve pisos, y seis mil metros cuadrados, fortaleza exteriormente blindada con planchas de acero color negro en sus puertas y ventanas, con acceso por una enigmática propiedad vecina, ubicado en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires y que fuera denunciado en múltiples causas judiciales constituye un ícono de valor probatorio e histórico del accionar del terrorismo de Estado en la Argentina y en el denominado Plan Cóndor”.
La organización pide entonces que se preserve el lugar, detengan la demolición interna, y se restituya el edificio como patrimonio histórico para espacio de memoria. El comunicado cierra diciendo que “El objetivo de esta presentación es preservar las pruebas sobre los delitos de lesa humanidad en trámite judicial o aun no denunciados y defender el patrimonio histórico y la memoria para que nunca más vuelva el terrorismo de Estado a la República Argentina”.