FUNCIONARÁ EN LA SEDE DEL EX DESTACAMENTO DE INTELIGENCIA 101 Preocupa a la AFPA los alcances y características del flamante Archivo Provincial de la Memoria
Tras el reciente anuncio de la creación del Archivo Provincial de la Memoria –que dependerá de la subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense y que centralizará la documentación vinculada al terrorismo de estado que hubiera sido generada por todas las agencias gubernamentales de la Provincia-, la Asociación de Archivistas en la Función Pública Argentina (AFPA) manifestó su preocupación ante algunos conceptos y perspectivas de trabajo en torno al anuncio de creación del Archivo Provincial “y las posibles consecuencias en materia de políticas públicas archivísticas que traen aparejados”.
ANDAR en los Archivos
(Agencia) En base a recientes declaraciones periodísticas de quienes llevarán adelante la gestión y sistematización del Archivo Provincial de la Memoria, la AFPA advierte que la utilización de “tantas palabras de diverso significado como sinónimo nos alerta a pensar que se está atentando, justamente, contra aquello que se pretende preservar. Por ejemplo, las diferencias entre ‘información’, ‘documentos’, ‘archivos’ y ‘memoria’ son clave para constituir un tipo de institución u otro”.
En diálogo con ANDAR, el presidente de AFPA, Andrés Pak Linares –quien lleva más de 25 años de trabajo en archivística- aclaró que el comunicado de la asociación surgió ante “la falta de información de lo que van a hacer con los fondos documentales, y los criterios y metodologías archivísticas a implementar. Este trabajo no se trata de tomar documentos de aquí y de allá y reunirlos, juntarlos, clasificarlos temáticamente. Por eso entendemos, en base a declaraciones periodísticas sobre el anuncio del Archivo Provincial de la Memoria, que podría existir el riesgo de la ruptura de la integralidad de los fondos, su contexto”.
“Asimismo, la digitalización documental implica otro riesgo que es el de perder las condiciones de producción, los productores, sus funciones, el contexto y la descripción, entre otros elementos fundamentales que en el mundo de la tecnología están asociados a la meta data. Nos preocupa saber si la digitalización va a estar mediada por metodología archivística o solo será un escaneo de documentos considerados como ‘significativos’ por su contenido literal, y la literalidad no es nada, el contexto determino todo”, agregó Pak Linares.
El comunicado de AFPA se detiene en aclaraciones fundamentales sobre el trabajo archivístico: los archivos no cuentan historias, sino que habilitan a otros y otras a contarlas; preservan documentos en contexto y no sólo la información; no se altera la procedencia, el orden original ni la integridad de los fondos documentales; y no pueden gestionar la “totalidad, el todo es tan imposible de gestionar como la nada”.
En este sentido, preocupa la intención de “contar una historia” en vez de preservar documentos según procedimientos reglados y criterios explícitos y públicos. También la recepción y centralización de documentos de organismos públicos con la posible ruptura de la integridad de esos archivos y la pérdida del contexto de producción de los fondos: “Nos preocupa que se desconozca que cada organismo inevitablemente ha producido su archivalía, y que si ésta no está adecuadamente gestionada y accesible es por la desatención estructural hacia las áreas y profesionales de Archivo que deben hacerlo, y no porque no haya ‘un archivo que cuente ese capítulo de su historia’”.
“Asimismo, en materia de políticas públicas archivísticas, entendemos que es necesario ponerle indicadores concretos a los problemas de acceso a los Archivos. Porque lo que es una realidad cotidiana para los profesionales de la disciplina, se encuentra escasamente visibilizada”, agregan, y destacan como experiencias de éxito en la gestión de archivos públicos el trabajo de la CPM con el fondo documental de la exDirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (exDIPPBA) y el trabajo realizado en conjunto entre el Ministerio de Defensa y el Archivo General de la Nación sobre los Archivos de las Fuerzas Armadas que dio como resultado, entre otras cosas, la creación del Sistema de Archivos de la Defensa.
Sobre las características del Archivo Provincial por la Memoria, los archivistas se preguntan si centralizará “información” o “documentos”, y en este último caso si serán originales o copias. Estas definiciones, aclaran, no son de preciosismo dogmático o conceptual: son las que deberían guiar la planificación, ejecución y supervisión de las acciones para evitar armar un collage, eventualmente, con documentos originales que perderían su contexto para siempre y, por ende, su potencia para habilitar relecturas.
Por último, y compartiendo la valoración por aplicar tecnología a los procesos de gestión documental y administración de Archivos, también preocupa a la AFPA que “esa inyección de tecnología se haga (como hasta ahora, en la gran mayoría de los casos) basada en una perspectiva tecnologicista que desatiende la necesaria perspectiva archivística que debe guiar el proceso generando, luego del gasto de recursos siempre escasos en nuestra administraciones, tan sólo copias digitales desprovistas de contexto y con serias limitaciones para dar cuenta de su autenticidad, fiabilidad, integridad y usabilidad en el tiempo, como ya ha sido evidenciado en tantos casos”.
Cabe destacar que el Archivo provincial por la Memoria fue creado por decreto en enero de 2020 y su lanzamiento se vio postergado a raíz de la pandemia. Tiene como antecedente legislativo la ley 12498 de creación del Registro Único de la Verdad, sancionada el 24 de agosto del año 2000 y reglamentada en 2004 pero nunca puesta en práctica.
Ahora, con la designación de las autoridades del nuevo Archivo Provincial de la Memoria y su sede física en el inmueble donde funcionó el Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército (en calle 55 entre 7 y 8 de La Plata), se daría cumplimiento a los alcances de aquella ley sobre criterios archivísticos que desde la AFPA señalan como amplios, difusos y riesgosos para la preservación documental.
Acerca la AFPA, se trata de una asociación civil creada en octubre de 2019 y que lleva por objetivo mejorar la situación de los Archivos y el patrimonio que conservan y gestionan: “Por ello, entendemos por archivista a quien trabaja en Archivos, respetando, en una forma básica, los tres principios que rigen nuestra profesión: procedencia, orden original e integridad. No hablamos acá de titulaciones y cargos, sino de buenas prácticas regidas por los Códigos de Ética y Deontología que deben regir nuestra profesión”.