MUJERES TRANS DETENIDAS Prácticas policiales que retrasan
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(Agencia) Una noche de jueves una denuncia anónima al 911 por disturbios en la zona roja de La Plata terminó en operativo policial. Hasta ahí era otra intervención casi cotidiana.
Ximena Gómez, «la Yoryi» y Daniela Carrasco son dos travestis que trabajan en la zona, y que quedaron detenidas luego del operativo. En el momento que apareció la policía, había en esa esquina 4 personas, pero sólo las requisaron y detuvieron a ellas, siempre a través de personal masculino.
Yoryi relató a sus amigos que la requisa fue sumamente violenta, que nunca las trataron como travestis sino como a varones: fueron requisadas y desnudadas bajo la presencia de hombres. Esto continuó en todas las instancias institucionales ya que fueron registradas y nombradas siempre con nombre de hombres, y en ningún momento la policía dispuso de personal femenino para acompañarlas*.
El patrullero las llevó a la Comisaría novena de La Plata, donde permanecieron todo el fin de semana hasta el lunes cuando las trasladaron a la alcaidía Pettinato. En la comisaría también sufrieron degradaciones y maltratos psicológicos continuos, todo el tiempo las trataban de «tipos» o de «locos», y fueron objeto de burlas, risas y comentarios discriminatorios continuos.
El Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo explicó en un comunicado que este caso “evidencia una práctica generalizada: a pesar de los avances normativos recientes en el reconocimiento de derechos civiles, no se advierten acciones específicas ni un tratamiento adecuado por parte de los funcionarios públicos del ámbito de la justicia como de agentes de las fuerzas de seguridad, respecto de las personas trans y sus derechos”.
En la detención, Yoryi llevaba 3 pedacitos de marihuana y Daniela 1600 pesos. Pero, de acuerdo a la declaración de allegados de las chicas, en la misma cuadra aparecieron bolsas de cocaína. La policía, entonces, asumió que la cocaína era de ellas, y debido a que la droga estaba «fraccionada», es decir, separada, les iniciaron una causa por venta de drogas, en vez de llevarlas por «tenencia simple».
Ahora se encuentran en la alcaidía, que si bien es un lugar de encierro para hombres, lograron estar en un pabellón de travestis, aunque sus amigos aseguraron que esto no fue por respetar su género, sino por una cuestión de seguridad. Sus compañeros están preocupados también porque allí no les permiten recibir visitas. “Para nosotros es importante insistir en este tema ya que forma parte de la misma discriminación que condena a las travestis a condiciones de marginalidad y soledad extrema. La mayoría de las travestis son discriminadas y negadas incluso por su familia, de manera tal que su familia real somos los amigos” subrayó Rocío, amiga de las detenidas. Por eso, Rocío considera que “impedir u obstruir las visitas de amigos a las detenidas travestis privadas de su libertad, viola el derecho a la contención y vinculación familiar que tiene cualquier detenido, e implica una discriminación tanto para nosotros los familiares, como también hacia ellas, que no tienen una «familia de sangre».
Desde la comunidad LGTTTBIQ ven con gran preocupación que “aun teniendo regulaciones y leyes de género vigentes la omisión implica la negación de las condiciones cotidianas en las que vive la población travesti, y retrocede los avances que se vienen dando en la lucha social sobre igualdad”.
Las agrupaciones que están apoyando a las detenidas piden la nulidad del caso, no sólo por el mal procedimiento policial (había 4 personas y detuvieron sólo a dos, hay contradicciones entre el testigo de procedimiento y el acta policial) sino por considerar que las detuvieron por su condición de género y sus circunstancias: travestis y prostitutas.
Es por eso que difundieron un petitorio en el que piden por la nulidad inmediata del caso y resarcimiento por “la violación por parte de todo el sistema penal y judicial del derecho a la autopercepción de género” y “el maltrato social y policial que reciben a diario agravado en su detención” como ejes principales. En ese marco entienden que “la condición de género y de clase social es el fundamento real para privarlas de su libertad, criminalizando el travestismo, el consumo personal de drogas y la prostitución”.
El día lunes 2 de septiembre, se realizó una marcha de apoyo a las trans detenidas desde calle 1 y 66 (Plaza Matheu) hasta los tribunales. Quienes quieran adherir al petitorio, pueden enviar su nombre completo y DNI a malascomolasa@gmail.com.
* Esta situación viola el Art. 12 de la Ley de identidad de género que garantiza que el ejercicio del derecho a la identidad de género no se encuentra supeditado a ningún trámite judicial o administrativo, ni tampoco se exige que las personas deban someterse a tratamientos para que su identidad sea respetada. Basta el simple requerimiento para que el nombre de pila adoptado deba ser utilizado «para la citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra gestión o servicio, tanto en los ámbitos públicos como privados.» (OVG)