EL AGRESOR ESTÁ DETENIDO Por la brutal agresión de un policía necesita colocarse una placa de titanio en la cabeza
Se trata de un joven de Zárate que fue agredido por un agente policial y hoy depende de una costosa medicación para evitar convulsiones. La Comisión Provincial por la Memoria realiza un acompañamiento del caso, hizo las denuncias pertinentes y articula con distintos organismos para lograr que le otorguen la prótesis que el joven necesita colocarse en la cabeza.
ANDAR en Zárate
(Agencia Andar) A veces no logra dormir por los dolores. La cabeza se le inflama y debe tomar medicación para evitar convulsiones. Hace un año recibió una golpiza que cambió su vida y ahora espera que le coloquen una placa de titanio en la cabeza. “Estaba enterrado hasta la cintura en la zanja y esta bestia le seguía pegando”, Sonia recuerda la escena que encontró al llegar a auxiliar a su hijo, en ese momento de 17 años, alertada por el llamado de unos vecinos. El agresor era Jorge Rodríguez, un integrante de la unidad de policía de prevención local (UPPL) de Zárate. “Pegaba con linga, con la culata de la pistola … él dice que fue un intento de asalto”, relata la mujer.
El joven había ido a buscar a su primo cuando se cruzó con Rodríguez que volvía de prestar servicio. “Él fue a buscar un primo que la mamá lo había echado de la casa y este policía vive ahí en otro terreno. Cuando yo llegué había un patrullero también, pero no hacían nada, miraban cómo le pegaba, tenía la cara destrozada y dejaron que le siguiera pegando”, detalla Sonia, fue ella la que tuvo que intervenir y logró que subieran a su hijo al patrullero y lo acercaran hasta la UPA. Ahí solamente lo examinaron y lo enviaron a su casa. “Hicieron todo a antojo de la policía”, asegura Sonia. Lo confirmó cuando a la tardecita su hijo comenzó a descompensarse, vomitaba sangre y lo llevó al Hospital. En la guardia del lugar le dijeron que los golpes eran graves “¿cómo no le hicieron una tomografía, mami?”, le preguntó la médica.
“Lo dejaron en observación y me dijeron que llame a la mañana. Por el tema del COVID no me podía quedar con él. Me fui a la comisaría para hacer la denuncia pero no me la tomaron”, cuenta Sonia que se encontró con que al policía sí le habían aceptado su denuncia sobre el supuesto intento de asalto. Al rato me llaman recibió una llamada del hospital, tenía que presentarse en terapia. “Y me dicen lo grave que estaba. La mitad del cráneo era como azúcar”.
El chico salió de la operación y la mentira del agente policial se desmontó gracias al testimonio de los vecinos que declararon cómo habían sido las cosas ante la fiscalía. Pero aún padece las consecuencias de la golpiza. Dolores agudos, inflamación, internaciones. Necesita colocarse una prótesis que vale más de un millón de pesos y depende de una medicación contra la epilepsia que también es muy costosa. “Los primeros meses juntábamos cartón para comprar al menos de a una tableta”, cuenta Sonia.
Desde la Comisión Provincial por la Memoria al conocer el caso se intervino y solicitaron que interceda urgente al servicio local de Zárate. “Creemos que corresponde que estos dispositivos intervengan ya que un joven fue lastimado por un policía bonaerense. También hablamos con el servicio social del hospital durante todo el año, todos los meses para que se entregue la medicación que el joven necesita, y para gestionar la prótesis”, explican desde el organismo. No faltaron trabas, por ejemplo, porque la medicación que debe tomar es para la epilepsia y no es lo que él padece, y hubo que ir sorteando las burocracias estatales. Ahora, aparentemente, se estaría avanzando en la compra de la prótesis vía presupuesto especial del Ministerio de Salud.
Al policía lo detuvieron en agosto bajo la carátula de “Tentativa de Homicidio agravado por tratarse de efectivo de la fuerza de seguridad” y la familia está a la espera del juicio.