JUICIO LA CACHA: SMART SE REFIRIÓ AL TESTIMONIO DE EDUARDO TOLOSA Pidió ampliar su declaración y desempolvó un discurso provocador
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(Sebastián Pellegrino, Agencia) Antes de la finalización de la octava audiencia del juicio conocido como La Cacha, el imputado Jaime Lamont Smart, exministro de Gobierno bonaerense durante la Dictadura y condenado en 2013 a prisión perpetua por los crímenes cometidos en el ámbito del Circuito Camps, realizó una ampliación de su declaración indagatoria con el objeto de expresar una serie de “aclaraciones” a raíz del testimonio brindado, durante la audiencia anterior, por Eduardo Tolosa, el tío biológico de los mellizos Reggiardo Tolosa.
“El señor (Eduardo) Tolosa hizo afirmaciones sobre mi ejercicio profesional que quiero aclarar ante el Tribunal. Tolosa me mencionó como defensor de Miara, sugiriendo que eso sería una falta de ética profesional. Creo que ningún abogado puede admitir esa afirmación, y esto alcanza a quienes tengo a mi derecha (abogados querellantes del juicio La Cacha) y a mi izquierda (defensores de los imputados). Los abogados defendemos porque somos colaboradores de la Justicia. Dentro de lo que marca los límites de nuestras obligaciones, debemos asumir la defensa de quien sea”, dijo Smart, mientras el testigo aludido, impávido, lo miraba desde el sector del público.
En efecto, el abogado Jaime Lamont Smart asumió la defensa de Samuel Miara, el expolicía apropiador de los mellizos Reggiardo Tolosa, mientras la justicia argentina intentaba lograr la extradición de Miara desde Paraguay: “Un amigo de Miara me vino a ver para pedirme que asumiera su defensa y me aclaró que el expolicía no tenía un peso. Tomé contacto con el expediente y asumí la defensa”.
“En ese momento, la causa (sobre la apropiación de los mellizos) estaba a cargo del juez Miguel Pons, del Juzgado Federal 2 de la Capital. Al doctor Pons, este testigo Tolosa también lo criticó. No sé con qué títulos, pero lo criticó. Yo lo vi actuar al doctor Pons y sé que se ha manejado con estricto apego a la ley”, afirmó con solemnidad Smart, sin aclarar el detalle de los títulos.
[pullquote]Smart: “En ese momento, el juez cayó en la cuenta que a los chicos de 17 años no se les puede lavar el cerebro. Los psicólogos y psiquiatras que intervenían en la causa creían que a esos chicos se les puede hacer olvidar los 17 años que habían vivido con Miara”[/pullquote]
La andanada de frases sueltas y provocadoras dirigidas contra el testigo de la audiencia anterior se extendió durante, al menos, media hora. El imputado repetía constantemente la expresión: “Este señor Tolosa…”, como cuando juzgó que “este señor Tolosa, llevado por su odio emocional, nunca debió hacerse cargo de la tutela de los chicos”.
A esa altura de su exposición, Smart recurrió a los dichos recientes del cineasta Juan José Campanella, quien hace poco más de una semana dijo haber comenzado a sentir miedo por una presunta “ola de violencia emocional que es de la que venimos hablando desde hace mucho”.
Mientras tanto, en las filas del público se producían crecientes murmullos y, al menos diez personas, se levantaron de sus butacas y salieron de la sala. Eduardo Tolosa, por el contrario, permanecía sentado en la primera fila, a pocos metros del declarante, con una mano en su barbilla y con su cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante. No se distrajo en ningún momento.
“En un programa de Chiche Gelblung al que asistieron los mellizos no se abordó la cuestión del origen y nacimiento de los Reggiardo Tolosa, sino el manejo del que habían sido víctimas a partir de la entrega al señor Eduardo Tolosa (…) En otra ocasión, yo y la mujer de Miara, que había sido excarcelada, estábamos en la sede del canal en el que Neustadt tenía su programa y recibimos un llamado del juzgado con el pedido de que lleváramos a los mellizos para hablar con el juez. Cuando llegamos al juzgado, luego del programa, los mellizos y yo ingresamos al despacho del juez Jorge Ballesteros, quien se sorprendió mucho al ver que los jóvenes se abalanzaron sobre el señor Miara diciéndole: ‘¡papito!’”, relató el exministro de Gobierno bonaerense.
“En ese momento, el juez cayó en la cuenta que a los chicos de 17 años no se les puede lavar el cerebro. Los psicólogos y psiquiatras que intervenían en la causa creían que a esos chicos se les puede hacer olvidar los 17 años que habían vivido con Miara”, agregó Smart, quien a partir de ese momento reseñó una serie de ejemplos tendientes a fundar la idea del “lavado de cerebro”.
Tan motivado estaba el imputado que hasta repitió varias veces la expresión: “Cuando a los mellizos les cambiaron sus nombres…”, como si el juzgado federal y la familia biológica hubieran sido los verdaderos apropiadores y no el expolicía que Smart había defendido.
La declaración derivó, también en función de los dichos de Tolosa, a la defensa cerrada del trágicamente célebre Camarón (la Cámara Federal en lo Penal) que funcionó desde 1971 hasta mayo de 1973, dedicada a “blanquear” las condenas de presos políticos.
“Esa Cámara que yo integré funcionó hasta el 25 de mayo de 1973 (primer día del gobierno constitucional de Héctor Cámpora), fecha nefasta para la República Argentina. Se abren las puertas de las cárceles y se liberan a los 2000 subversivos y entonces comienza el baño de sangre”, describió Smart, quien antes había calificado al Camarón como un intento de Lanusse por crear un órgano judicial “de un estado de derecho”.
El cierre del discurso fue tan curioso como el resto: “Ya lo he dicho en esta sala: a los Montoneros les tuve un gran respeto porque los veía, en alguna medida, íntegros en su compromiso pero equivocados porque les habían llenado la cabeza en abrazar la violencia (…) Cuando en estas audiencias oigo los aplausos del público, siempre me acuerdo de los vivas a Montoneros y Tupamaros. Sería preferible que la decana de la Facultad de Comunicación Social no mande más jóvenes (a las audiencias), que son alentados a incursionar en la violencia”.
Luego de la ampliación declaratoria de Smart, el Presidente del Tribunal, Carlos Rozanski, informó que la audiencia pasaba a un cuarto intermedio hasta el viernes 28 de febrero, cuando se retomarán los testimonios de las víctimas, familiares y testigos.
Las audiencias del juicio se realizan los miércoles y viernes desde las 10 de la mañana en la sede de la exAMIA, calle 4 entre 51 y 53 de La Plata, y pueden ser presenciadas por mayores de 14 años con acreditación de identidad. Los próximos testigos serán: Verónica Bogliano, Laura Bogliano, Camilo Cagni, Ramón Baiviene, Leticia Baiviene.