VIOLENCIA POLICIAL EN VILLA GESELL “Pensás que te pueden llegar a matar”
Dos jóvenes de 19 y 21 años fueron brutalmente golpeados por la policía a la salida de un boliche en Villa Gesell. Cuando su mamá fue a buscarlos a la comisaría también terminó detenida y con golpes. Su hermano, el futbolista Sebastián Ereros, salió a denunciar el caso “por ahí por mi profesión esto se hace más conocido porque si no ni te enterás”, asegura.
ANDAR en Villa Gessell
(Agencia Andar) Fue a la salida de un boliche que aparentemente habían desalojado por una pelea. Los chicos ya se habían alejado un par de cuadras cuando llegó la policía con gases y balas de goma. En un video de la situación difundido por el diario Tiempo se puede ver a uno de los jóvenes en el suelo, sobre el cordón de la vereda recibiendo palazos y patadas de un grupo de uniformados.
“Con Tomás como que se agarraron más y cuando lo agarraron quiso reaccionar y fue peor, como que llegaron 3 o 4 a agarrarlo y golpearlo. Si no estás acostumbrado pensás que te pueden llegar a matar”, cuenta Sebastián Ereros sobre lo que le sucedió a su hermano. Cuando el otro hermano quiso ayudarlo recibió también la violencia policial como respuesta “Le pasó lo mismo y hasta la terminó ligando más sin ni siquiera haber estado en el momento. Tiene hasta un dedo quebrado”, agrega Sebastián.
En el viaje hasta la comisaría primera siguieron los golpes. Cuando la madre de los jóvenes se enteró viajó hasta Gessell y llegó a la comisaría cuando los estaban llevando a declarar. Cuando vio el estado de sus hijos: con la cara hinchada por los golpes, raspaduras y moretones, marcas de las balas de goma, entró en crisis, pero lejos de calmarla los funcionarios policiales también la dejaron detenida. “Terminó encerrada toda la noche, incomunicada, mis hermanos salieron y ella seguía detenida, también está golpeada le duelen las articulaciones”, cuenta Sebastián. En ningún momento de su detención participó personal femenino.
“Me preocupa esto. Nada justifica los golpes. Y al salir los chicos vieron a los policías muy cerca de la casas y esas cosas no te lo olvidas. Uno empieza a dudar de hasta dónde pueden llegar”, dice Ereros. Ahora desde la Comisión Provincial por la Memoria se pusieron en contacto con la familia para acompañarlos en las denuncias pertinentes y monitorear que se investigue y registre el caso adecuadamente.