EN CAPILLA DEL SEÑOR UN ENVION PARA LA MEMORIA Para empezar a hablar de ciertas cosas
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(Agencia) “Unos días antes de desaparecer él nos dijo ‘si algo me pasa, tómense un vino en nombre mío”. Con este relato de los ex compañeros del secundario de Daniel Souto finaliza el conmovedor video de los chicos del grupo ENVION de Capilla del Señor que presentaron en Chapadmalal. Después de 37 años los ex alumnos del José Manuel Estrada se reunieron convocados por los chicos, para hablar de su amigo desaparecido en esa pequeña localidad del noreste de la provincia de Buenos Aires. Y eso que hasta entonces había sido quizás un recuerdo íntimo, comenzó a hacerse colectivo.
Los jóvenes del grupo ENVION de Capilla del Señor – una ciudad que de acuerdo al último censo tiene menos de diez mil habitantes- comenzaron a investigar sobre lo sucedido en su localidad durante la última dictadura militar. En los relatos que circulaban en el pueblo sobre la dictadura aparecía el “no pasó nada”. Esa fue la primera sorpresa de los jóvenes investigadores.
Ni sus padres – jóvenes también algunos de ellos- ni los vecinos, decían recordar nada especial. Internet entonces fue la herramienta. Y algo tan simple como poner en el buscador “dictadura, Capilla del Señor” los llevó a la historia de Daniel Souto. Desaparecido en la estación de Garín cuando esperaba el tren que lo llevaba al colegio. Y un represor juzgado y condenado por ese caso: Luis Abelardo Patti. “Ahí empezamos a revolver todo”, cuentan entusiasmados los chicos. El director de la escuela Estrada les facilitó los nombres de los ex compañeros de clase de Daniel, y comenzaron a armar el rompecabezas.
Después de la sorpresa inicial, los ex alumnos empezaron a responder al pedido de reunirse tras 37 años de silencio. “Nunca se supo nada, nunca más hablaron nada, no se habló del tema”, sintetizan.
El encuentro y los diálogos que se producen alrededor de la mesa es un largo desandar en los recuerdos. Y de las iniciales frases como “¿de qué puedo hablar yo?” comienzan a salir las anécdotas, miedos, silencios. Daniel empieza a cobrar vida, empieza a ser un conocido para los chicos. “Era hermoso” dice una compañera y recibe la confirmación por parte del resto. Extrovertido, hablador, llevaba siempre olor a eucalipto porque era asmático y la mamá le hacía vapor para calmarle los ataques. Los chicos del Programa ENVION se sintieron rápidamente identificados con los compañeros: “A mí me generó una tristeza, una impotencia, porque te soy sincera, me ponía en el lugar de ellos. Vos decís, somos un grupo de chicos, todos compartimos todo, ¿Y sabés qué feo que un día haya un golpe militar y se llevan a uno? Yo me puse en el lugar de ellos”, reafirman a coro.
Y enseguida sale el tema del miedo: “Nadie les dijo anda, porque en ese momento era todo silencio. Nadie preguntaba nada. Todavía hay gente que vive con ese miedo. Por ahí no están dañados físicamente, pero sí mentalmente. Y por eso algunos no pudieron hablar más. Como este compañero que se reunió también pero al que no pudimos sacarle ni una palabra. Él dijo que era respeto que le tenía a Daniel porque le contaba todo”, analizan.
Aún no proyectaron el video en Capilla del Señor, pero tienen muchas expectativas para cuando suceda. Posiblemente lo hagan en el teatro del pueblo, y quieren invitar a todos los compañeros y a la hermana de Daniel, que les facilitó la foto de su hermano pero que aún no quiere hablar porque “está muy dolida”. Por ahora les da su apoyo poniendo “me gusta” en cada foto o agradecimiento que cuelgan en su facebook.
Pero además, como suele suceder cuando se desatan los procesos de memoria colectiva, los compañeros de Colegio de Daniel quieren colocar una placa en su recuerdo en el Colegio Estrada. Y quieren que los chicos del ENVION los acompañen en la tarea: “Para nosotros es un orgullo” dicen. “¿Te imaginás? Todavía no nos conocen mucho, y por ahí van a decir ‘el envión, ayuda a los ex compañeros de Souto a poner una placa’ y para nosotros va a ser un orgullo”.
Pero la mayor satisfacción sería que Capilla empiece a hablar de lo que les pasó: “Ahora la gente va a saber que sí, que pasaron cosas. Este video les puede dar fuerzas para contarnos qué es lo que pasó, cómo lo vivieron, y que pierdan el miedo, que ahora no les va a pasar nada”, señalaron los chicos.
Quizás el mejor legado de los 30 años del retorno de la democracia a la Argentina.