A 4 AÑOS DE PRISIÓN Y DOS DE INHABILITACIÓN Otra condena por la masacre de Quilmes
A casi 20 años de los hechos en los que murieron cuatro jóvenes tras el incendio de la comisaría donde estaban alojados llegó otro juicio y condena. La decisión del Tribunal Oral en lo Criminal N° 5 de Quilmes recayó sobre la oficial Elda Marina Guaquinchay Bogado por el delito de omisión de denuncia de torturas y se sumó a otros 11 condenados por los hechos ocurridos en 2004.
ANDAR en Quilmes
(Agencia Andar) Elda Marina Guaquinchay Bogado fue condenada a cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación por no evitar que torturaran a los jóvenes que estaban alojados en la comisaría 1° de Quilmes cuando la dependencia se incendió hace 18 años. Por los delitos cometidos durante esos hechos ya fueron condenados 11 policías; en ese juicio la agente fue señalada como una de las policías que también estaba en la dependencia al momento de los hechos, e incluso identificada por una de las víctimas como parte del cordón de uniformados que los apalearon tras el incendio.
De acuerdo a lo publicado por Télam, el tribunal acreditó en el fallo que la oficial ayudante no evitó los maltratos y tormentos llevados a cabo por funcionarios policiales, «contribuyendo pasivamente a mantener reducidas a las víctimas, evitar que se las asista de manera inmediata y de esa forma neutralizar cualquier tipo de resistencia de las mismas, atento a que los apremios y tormentos padecidos por los damnificados consistieron en la aplicación injustificada por parte de los efectivos policiales, de golpes con bastones, puntapiés y golpes de puño, que los funcionarios les propinaron a los menores que estaban siendo evacuados hacia un patio abierto de la seccional”. El fallo señala que las víctimas de estos tormentos habían sufrido además quemaduras a raíz del incendio.
Guaquinchay Bogado seguirá en libertad hasta que el fallo por unanimidad del TOC N° 5 quede firme. Mientras tanto a principios de diciembre la justicia le revocó la prisión domiciliaria a Fernando Carlos Pedreira, uno de los oficiales con mayor pena por los apremios ilegales, torturas y la muerte de cuatro de los 17 jóvenes víctimas de la Masacre.