Nuevamente denuncian persecución a un referente de derechos humanos
Los abogados de los policías acusados de la muerte de Gabriel Blanco en una comisaría de Isidro Casanova le abrieron una causa por extorsión el año pasado. Ahora los representantes de la APDH La Matanza se encontraron con pasacalles con agravios a su presidente colgados en la puerta de la fiscalía general de ese departamento.
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(Agencia- APDH La Matanza) “Debemos informar que, nuevamente, hemos sido agredidos con difamaciones hacia el compañero y referente de APDH-La Matanza Pablo Pimentel a través de unos pasacalles que reclaman la libertad de los policías detenidos por el asesinato de Gabriel Blanco en 2007”, comienza diciendo el comunicado emitido por el organismo.
Pablo Pimentel, presidente de la Asamblea por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH-La Matanza), tiene abierta una causa en su contra por “extorsión” promovida por abogados de policías presos por la muerte de Gabriel Blanco en una comisaría del barrio San Carlos, Isidro Casanova, en 2007.
Ayer, cuando los representantes de la APDH asistieron a la sede de la Fiscalía General del Departamento Judicial de La Matanza, ubicada en Monseñor Marcón y Varela, se encontraron con pasacalles con los agravios que ahora denuncian a pocos metros de la puerta.
El asesinato de Gabriel Blanco
Con notables similitudes al caso de Luciano Arruga, en marzo de 2007 la policía de la comisaría de San Carlos, Isidro Casanova, detuvo al joven Gabriel Blanco luego de que se negara a robar bajo las órdenes de los efectivos. Fue ingresado a la comisaría, brutalmente golpeado y durante la noche su cuerpo apareció sin vida en una puesta en escena que sugería que el joven se había suicidado en la celda.
Desde el comienzo, la causa fue caratulada como averiguación de causal de muerte, en tanto que la APDH-la Matanza, que intervino junto a los familiares del joven, denunciaba que se había tratado de un caso de torturas seguidas de muerte.
A partir de la intervención en la instrucción de la causa por parte del fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Arribas, la investigación tomó nuevo rumbo y comenzó a visualizarse el brutal crimen cometido en la comisaría.
La segunda pericia realizada en la celda de la comisaría fue llevada a cabo por Gendarmería y se determinó que el suicidio por ahorcamiento no era factible dada las circunstancias y el tiempo que permaneció el joven hasta que fue hallado muerto. Asimismo, se verificaron las lesiones provocadas por las torturas y golpizas sufridas en la comisaría y de la que otros detenidos testificaron al inicio de la causa.