Nueva etapa en la lucha: regresan a la vigilia permanente en Punta Querandí
Un centenar de personas, integrantes de los pueblos originarios qom, wichí, quechua y guaraní y vecinos de distintas localidades del Gran Buenos Aires, el Movimiento en Defensa de la Pacha celebró con distintas propuestas culturales sus 8 años desde su surgimiento en enero de 2009. La novedad fue la construcción de una casilla de protección comunitaria que funcionará con guardias rotativas para la seguridad del espacio público, educativo, arqueológico y sagrado. Una decisión motivada por la escalada de agresiones por parte de los intereses empresariales que pretenden adueñarse del lugar y por la falta de medidas de las autoridades municipales, provinciales y nacionales.
ANDAR en Tigre
(MDP) Las fuertes lluvias y la amenaza de nuevas precipitaciones durante el domingo 8 de enero, no fueron suficientes para intimidar a un centenar de personas que se acercaron desde localidades vecinas y puntos más alejados de todo el conurbano para participar de un nuevo aniversario del Movimiento en Defensa de la Pacha. “Sentí muy fuerte la energía de los abuelos que nos alentaban a seguir defendiendo este lugar sagrado”, expresó Alberto Aguirre, del pueblo qom, uno de los sostenes del primer campamento iniciado hace siete años atrás junto a otros pioneros de la lucha como Graciela Satalic, vecina de Maschwitz, y Dante Farías, de la comunidad qom del paraje El Colchón del impenetrable chaqueño.
La casilla de protección comunitaria está localizada en el centro de Punta Querandí, entre el Opy (casa ceremonial) y el salón comunitario Cacique Manuá. En los últimos meses se incrementaron los ataques contra Punta Querandí, con la destrucción del Opy en dos oportunidades en menos de tres meses, y el robo de carteles y de otros elementos del Movimiento en Defensa de la Pacha. A esto hay que sumarle la construcción de la barrera náutica para privatizar el tramo final del Canal Villanueva y la amenaza de una avanzada general del empresario Jorge O’Reilly sobre Punta Querandí.
A fines de diciembre, dos integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha fueron notificados de una denuncia penal en su contra por supuestas amenazas contra un empleado de O’Reilly y de EIDICO, llamado Juan Carlos Moyano. De esta manera, el empresario del Opus Dei, ex asesor de Sergio Massa y con fuertes vínculos con los actuales gobiernos nacional y provincial, sube un escalón en el conflicto apostando a la criminalización de la lucha.
Esta avanzada de los intereses inmobiliarios se da mientras los intendentes de Tigre y Escobar mantienen aislada la zona, el primero no repone el puente de acceso caído en agosto de 2015 y el segundo pese a sus promesas iniciales no recuperó la calle usurpada por el barrio privado San Benito.
En la última década el MDP ha insistido ante todas las instancias de gobierno local, provincial y nacional para que tomen la decisión política de resguardar el terreno –una ex parada intermedia del ferrocarril- y preservar las diversas actividades culturales, recreativas y religiosas que allí se desarrollan.
A casi una década, si bien se lograron algunas resoluciones favorables reconociendo la importancia cultural y arqueológica de Punta Querandí por parte del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas (en el 2011), el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (en el 2015) y la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires (en el 2016), no se ve voluntad real de ningún gobierno en resguardar definitivamente este espacio.
Ante esta situación, retomamos las vigilias diarias en Punta Querandí, rememorando el acampe que se extendió durante todo el 2010, aunque en esta oportunidad en vez de carpas ubicadas en uno de los costados del terreno, levantamos una casilla en el centro para proteger las diversas construcciones realizadas en estos