CAUSAS ARMADAS “No termino de entender como el Estado puede hacer tanto daño”
Sebastián Ventorino, el joven de 19 años que se encuentra detenido desde el 17 de enero pasado, víctima de una causa armada, obtuvo el arresto domiciliario. La medida fue dispuesta el 16 de abril por el Juzgado de Garantías N° 3 del departamento judicial de Avellaneda-Lanús y confirmada la semana pasada por la Cámara de Lomas de Zamora, que rechazó la apelación de la fiscal. Andar conversó con María Paula Trotta, mamá de Sebastián, que afirma: “la fiscal de la causa María Alejandra Olmos Coronel debería retirarse de la justicia. Condenó a mi hijo sin tener pruebas”.
ANDAR en Avellaneda
(Agencia Andar) “Voy a lograr la nulidad de este proceso y demostrar que armaron esta causa. Lo que le hicieron a Seba, lo que nos hicieron a toda la familia, no le puede pasar a ningún otro pibe, a nadie, nunca más” dijo Paula Trotta, la mamá de Sebastián, para ANDAR. Ayer su hijo volvió a su casa luego de cuatro meses detenido acusado de un robo sin pruebas que lo incriminen directamente. “No voy a descansar, voy a hacer todo lo posible para que la fiscal Olmos Coronel no siga más en la justicia. Me da impotencia todo lo que hizo y hace con la causa de Seba, una causa que está llena de irregularidades. Estigmatizó a mi hijo, se abusa de su poder”.
El joven de 19 años fue acusado de robar un auto en enero de este año. Fue detenido el mismo día en un procedimiento muy irregular, quedó privado de su libertad y la fiscal Olmos Coronel ordenó su inmediata prisión preventiva sin pruebas concluyentes de su accionar. Estando bajo custodia estatal, fue apuñalado en una celda, el mismo día su madre denunció ante la Procuración General la actuación de la fiscal.
Mientras el trámite de la causa continúa, el único alivio que encontró la familia en la pesadilla fue la concesión del arresto domiciliario. “Todo es muy extraño aún. Estoy contenta, ahora lo puedo abrazar, nos podemos contener, pero la tristeza sigue estando”, dice Paula y agrega:” ayer cuando llegó, por suerte, lo dejaron bajar caminando a la casa, sin estar esposado. Mis hijas se pusieron muy felices, es muy triste todo lo que vivimos, genera mucha ansiedad. El mismo agente del servicio penitenciario que lo trajo me dijo: “es muy chico, nosotros nos preguntábamos que hacía un pibe como él ahí”. Lo único que le pude responder fue que existen las causas armadas.”
Por la situación irregular en la que fue detenido Sebastián, la falta de pruebas y de pericias, y la injustificada prisión preventiva, la defensa presentó ante la Justicia diversos escritos para pedir la anulación del procedimiento y la excarcelación. Todos fueron rechazados. Días después de la detención, efectivos de la Policía bonaerense allanaron la casa de la madre de Sebastián. “Nos tiraron todo abajo. Rompieron cosas de la casa, de mis hijas. No entendíamos que buscaban porque hablaban de cosas de mucho valor, artefactos. Aparentemente mi hijo había sido “un pulpo”, con una mano robaba un auto y había golpeado a una persona y con la otra metía cosas en el auto de un valor incalculable”, dice Paula, quien es a su vez mamá de tres niñas menores de edad y víctima de violencia de género desde hace años. En el allanamiento no encontraron nada relacionado con el robo.
“Mi hijo hoy está en casa, por fin el juez se convenció que no hay riesgo de fuga y vamos a seguir luchando hasta su absolución. Él está muy afectado por la experiencia que tuvo que vivir en el encierro. Todavía no lo hablamos pero me doy cuenta que puede estar sintiendo miedo. Miedo de hablar, para protegerme y protegernos” dice y agrega: “no termino de entender cómo el Estado puede hacer tanto daño pero cuando veo lo que pasa en las calles con los y las jóvenes, con el caso de Facundo, tantos otros que siguen detenidos injustamente…. Ellos nunca pararon pero no se esperaban que yo hiciera todo esto y más, no voy a quedarme callada. Haré todo lo que esté a mi alcance para que se sepa lo que le hicieron a mi hijo, tanto la policía como la fiscal”.
Cabe recordar que antes de pasar por esta situación, Sebastián ya había sufrido la violencia policial: el 30 de mayo del año pasado, él y un amigo paseaban en moto por Wilde cuando fueron interceptados por policías de la Comisaría 5ª de Avellaneda; los hicieron bajar de la moto, los obligaron a correr y después les dispararon: a unos 60 metros de distancia, uno de los disparos impactó en la pierna derecha de Sebastián.
“Por suerte estoy bien. Agradezco estar en mi casa, con mi familia. Nunca voy a tener palabras para agradecer a mi mamá todo lo que está haciendo por mi”, dijo Sebastián en comunicación telefónica con ANDAR esta tarde. “Lo único que quiero es que esto termine. Tengo esperanzas de que va a salir bien, que se van a aclarar las cosas. A los policías les pido que se fijen, que trabajen bien. No estoy enojado, pero si tengo bronca y mucha impotencia. Fíjense por favor en las cosas que hacen porque es mucho el daño, generan sufrimiento en las personas”, concluyó.
En su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) estuvo en contacto con la madre de Sebastián desde un primer momento, presentó pedidos de informe a la justicia y denunció los hechos ocurridos en la comisaría 1ª de Monte Grande ante la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense.