REPRESIÓN Y DERECHOS VULNERADOS EN LA FÁBRICA LEAR “No existe la huelga en las nubes”
La irrupción de la Bonaerense junto a una patota de SMATA en la protesta de los trabajadores dejó un saldo de 19 heridos y 3 detenidos a disposición de la fiscalía de Molina Pico. Entrevista a María Victoria Moyano.
ANDAR en la protesta social
(Agencia) El martes 29 de julio por la mañana se realizó la cuarta jornada nacional de lucha contra los despidos en la fábrica Lear. Trabajadores, organizaciones sociales y políticas se manifestaron en la colectora de la autopista Panamericana, en la localidad de General Pacheco, partido de Tigre.
En aquella jornada, agentes de la policía bonaerense, en connivencia con la patota del sindicato SMATA , provocaron, intervinieron y reprimieron violentamente la protesta que realizaban los trabajadores, dejando un saldo de 19 heridos – entre ellos una mujer embarazada de 5 meses- y tres detenidos a disposición de la fiscalía de Molina Pico.
El conflicto, que ya lleva más de 2 meses sin resolverse y mantiene a más de 110 trabajadores cesanteados, involucra al Ministerio de Trabajo, el sindicato SMATA, la Junta Interna de delegados de Lear y decenas de trabajadores que luchan por la reincorporación de sus compañeros.
ANDAR entrevistó a María Victoria Moyano, nieta restituída de Abuelas de Plaza de Mayo e integrante del Centro de Profesionales por los derechos humanos – CeProDH. Ella denuncia la brutal represión a los trabajadores, la inacción del Ministerio de Trabajo en la resolución de conflictos y la complicidad entre la policía y la patota sindical en una escalada de violencia contra el derecho legítimo a huelga y la defensa de los derechos de los trabajadores.
“Lo que pasó fue muy preocupante. Había un grado de violencia muy importante por parte de una patota del sindicato SMATA, que vienen actuando de una manera muy antidemocrática con los trabajadores, llamándolos a asambleas de destitución de sus delegados, con aprietes, con amenazas de pérdida de trabajo. Cuando comenzamos la Jornada, los trabajadores que están en lucha de manera pacífica, fueron provocados por integrantes de la patota de SMATA vestidos todos con ropa de trabajadores de Lear. Eran 80 trabajadores, de 400 que tenían que entrar a la fábrica. Esta patota enfrenta a los trabajadores que se manifestaban, todos custodiados por la policía bonaerense, se acercan y provocan un enfrentamiento que desata una represión brutal por parte de la policía bonaerense. Hubieron 19 personas heridas, golpeadas y tres detenidos – el delegado gremial Silvio Fanti, Alfredo Wiedemann, trabajador despedido y un dirigente nacional del PTS; que hoy están en libertad.”
“Durante toda la jornada se vio la ilegalidad con la que se viene manejando la empresa, que al mismo tiempo tiene todas las garantías para llevar adelante esta conducta. No hay que olvidarse que esta empresa ya tiene 5 fallos en contra por no permitir el ingreso de la comisión interna a la fábrica cuando hubieron más de 200 despidos. Por un lado, el sindicato avala con su inacción estos despidos. Por otro, las fuerzas de seguridad acompañan al sindicato en un enfrentamiento con los trabajadores en lucha. Hace 15 días la gendarmería reprimió en la Panamericana. Entonces me pregunto: ¿no hay manera de protestar ante los despidos?”
“Cuando se inician las primeras suspensiones fueron todas denunciadas de manera muy prolija ante el Ministerio de Trabajo que jamás tomó una intervención acorde a la magnitud del conflicto. En ese marco, los delegados comenzaron paros como medidas de lucha dentro de las fábricas. A las 24 horas, los directivos impiden el ingreso de los delegados independientes al sindicato, entonces comienzan los bloqueos de ingreso a la fábrica. Interviene el fiscal Molina Pico, quien ordenó la represión de ayer y los sucesivos desalojos. Los trabajadores protestan en la Panamericana y ahí se los reprime. No existe la huelga en las nubes, en algún lugar tenemos que tener derecho a protestar. Todas las fuerzas represivas, en complicidad con la empresa y con el sindicato, terminan reprimiendo y no dando una solución al conflicto y atacando todas las libertades democráticas de los trabajadores.”
“Esta lucha, pese al silencio de algunos medios, ha logrado un apoyo importantísimo de parte de la población, de los organismos de derechos humanos que se comprometieron desde el primer momento como Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel, de los centros de estudiantes, organizaciones sindicales y políticas, en fin, esta lucha se visibiliza cada vez más. El Ministerio de Trabajo no termina de resolver esta situación de conflicto laboral. Nosotros evaluamos que no está dispuesto a enfrentarse al SMATA – que tiene una posición intransigente con la comisión interna de delegados- y tomar la intervención que tendría que tener. Acá el conflicto no se tiene que resolver con represión, Molina Pico y la aplicación del Código Penal como si fuéramos criminales. Este conflicto se tiene que resolver en el Ministerio de Trabajo, ordenando las reincorporaciones de los 110 despidos ilegales y el reingreso de la comisión interna de delegados a la fábrica. “