LEY ABORTO SEGURO Y GRATUITO “Ninguna mujer vuelve a ser la de antes”
La socióloga, historiadora y feminista e integrante de la CPM Dora Barrancos conversó con ANDAR y retrató sus impresiones luego de las jornadas históricas que dieron como triunfo la media sanción en el Congreso de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Aseguró que la eventual legalización del aborto en Argentina «tendrá un impacto extraordinario en la región y contagiará a los movimientos feministas” en América latina.
ANDAR entre leyes
por Dora Barrancos
“Sin dudas, asistimos a unas jornadas excepcionales. Nunca asistimos a una movilización tan masiva, tan contundente, tan pan de clases. Esa enorme diferenciación de tantas mujeres de distintos sectores sociales me lleva a destacar que han sido pocos los motivos de conquista de derechos que hayan tenido la enorme extensión y que abarquen a las mujeres de todas las clases. Por ejemplo, cuando asistimos a la ley de cupo, esa demanda tenía que ver con la vocación de muchas mujeres por la política y con la paridad. No todas las mujeres comparten esa experiencia. Pero sí hay experiencias que compartimos todas, como cuando concebimos la ley contra las violencias (26.485); pero ni siquiera con esa ley asistimos a una movilización de tanta masividad y esto es sin dudas, lo extraordinario.
Esto es una conquista. Tantos años, tantas luchas, tanto desvelo que ha habido para que el Estado reconozca la autonomía de los cuerpos femeninos, cuerpos que han estado bajo caución. La penalización del aborto significa la penalización sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. En cada acto sexual, una mujer o una persona con capacidad gestante convive con la formula fantasmática de poder quedar embarazada. Ahí hay una coerción del deseo y de la sexualidad. Porque una mujer, aunque tome todos los recaudos, si tiene relaciones sexuales puede quedar embarazada. Este reaseguro es lo que esperamos que el Estado brinde para que no haya mengua y distinción de derechos de las sexualidades entre varones y mujeres.
En 1890 se decía que las mujeres no estábamos preparadas para la política, lo cual era una distorsión fundamental y una limitante que colocó la valoración patriarcal. ¿Qué es esto de que no estábamos preparadas? Ahora, en el siglo XXI, se pretendió hacer lo mismo. Personalmente viví con enorme convicción que triunfaríamos. Antes de la media sanción ya habíamos ganado. Luego de estas jornadas, lo ratifico: ganamos. Ninguna mujer vuelve a ser la de antes y sobre todo hay que valorar la movilización de las adolescentes: a ellas no se las engaña más. Eso ha sido para mí lo más conmovedor.
Durante la sesión hemos escuchado discursos indignos. La metáfora sobre las perras, los marsupiales, los alegatos de muchos diputados y diputadas han sido piezas antológicas o de tono folclórico muy grave. Creo que esto ha dejado al descubierto para las poblaciones algunos pensamientos que nos harán pensar muy bien a quiénes votamos. Mucho de lo que se ha escuchado no está a la altura incluso de poblaciones que son muy conservadoras.
Lo que se viene hacia adelante como lucha social es la separación de la Iglesia del Estado. Será muy difícil en estas condiciones donde la gobernanza que tenemos es extraña y que de liberal no tiene nada. La prueba es cómo votó la fuerza dominante, que estuvo muy dividido. Nosotras no decimos nada que no propicie el propio Papa; hay que separar la Iglesia del Estado y hay que construir nuevos derechos: equidad y accesibilidad al mercado laboral, que el Estado construya políticas públicas para el cuidado. Porque ¿quién cuida todo lo que hay que cuidar? Eso sólo gravita fundamentalmente sobre los cuerpos femeninos. En fin, vamos a enfrentar ese debate con la lucha por nuevos derechos luego de que el aborto legal, seguro y gratuito en el hospital sea ley. Que el aborto sea ley es un paso elemental para garantizar la autonomía de la mujer, medida que el Estado nos debe para alcanzar una completa ciudadanía de las mujeres. Y, como consecuencia, habrá una reactivación de los movimientos de mujeres con masividad en todos los países de América Latina una vez que Argentina consiga la sanción de esta ley”.