EL SÁBADO 12 MIENTRAS SE REALIZABAN TALLERES Negacionismo y violencia: dos hombres irrumpieron violentamente en el Faro por la Memoria de Mar del Plata
Ambos reconocieron su paso por la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM en cuya sede hoy funciona el sitio de memoria El Faro, en la ciudad balnearia) en los años 80 y, parados en el umbral de una puerta de oficina en cuyo interior se realizaba un taller con estudiantes de la Facultad de Trabajo Social, impidieron la entrada y salida durante varios minutos mientras gritaban que todo lo que allí se decía era mentira: “Acá son todos zurdos”. Frente a tal episodio de violencia y amenazas, el equipo de trabajo del sitio difundió un comunicado en el que enfatizaron: “Las formas de tramitar el pasado represivo argentino siempre han sido diversas pero, en los últimos tiempos, expresiones negacionistas y reivindicadoras del proceso represivo vuelven a tener una importante agencia de expresión pública y, con ellas, estas formas de manifestación violenta”.
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia) “Los equipos de trabajo de los Espacios de Memoria somos quienes ponemos el cuerpo y la palabra frente a esto. Y esto no puede seguir pasando”, destaca el comunicado con respecto a la no tan inusual situación de amedrentamiento y agresión verbal que se repite en Mar del Plata, con matices pero reiteradamente, por parte de sectores violentos, negacionistas respecto de los crímenes de lesa humanidad y la violencia institucional en general, y reaccionarios.
En esta ocasión, el hecho ocurrió durante la mañana del sábado 12 de noviembre cuando se realizaban, en el predio del Espacio para la Memoria y la Promoción de los DDHH Faro por la Memoria (exESIM) dos actividades simultáneamente: por un lado, un taller sobre la memoria en el salón de usos múltiples; y por el otro, un recorrido guiado con la cátedra Taller de Práctica III de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata al que asistieron ocho estudiantes y que comenzó con una charla introductoria en una oficina.
Fue allí donde irrumpieron los dos hombres de aproximadamente 60 años de edad y ambos con anteojos negros, quienes sin mediar intercambio alguno se frenaron en la puerta impidiendo la entrada y salida de la oficina. A los gritos repetían que todo lo que allí se decía era mentira, que eran todos zurdos quienes participan del espacio de memoria y se negaban sistemáticamente a retirarse del lugar: “De acá no me saca nadie”, dijo uno, mientras el otro se asomó a una ventana y continuó gritando las mismas frases de odio.
”Llamá a quien quieras pero a mi no me saca nadie”, siguió alardeando el hombre que se mantuvo cerca de la puerta de la oficina, hasta que finalmente decidieron retirarse, no sin antes gritar: “Lo que iba a decirles es que los desaparecidos son solo 4 mil”. Mientras se retiraban del predio, los y las trabajadoras del espacio observaron que estaban acompañados por al menos dos hombres más.
“Como es sabido el Espacio del “Faro de la Memoria” tiene la característica de recibir a un público diverso que, en la mayoría de los casos, ingresa a conocer el faro, en otros casos van por el Espacio para la Memoria y, en tercer lugar, ex estudiantes y ex conscriptos que vuelven a visitar el predio donde estudiaron o hicieron el servicio militar obligatorio”, afirmaron luego, mediante un comunicado.
“Esta situación particular nos pone como trabajadores constantemente ante la vinculación con un público que trae consigo las representaciones sociales de toda la sociedad argentina y, con ellas, sus formas de expresión. En la gran mayoría de los casos pacíficas pero, en otros, a través de formas violentas de modo verbal. Esta vez, dio un paso más”, continuaron.
Aclararon que las formas de tramitar el pasado represivo argentino siempre han sido diversas pero, en los últimos tiempos, expresiones negacionistas y reivindicadoras del proceso represivo vuelven a tener una importante agencia de expresión pública y, con ellas, estas formas de manifestación violenta.
Los equipos de trabajo de los Espacios de Memoria somos quienes ponemos el cuerpo y la palabra frente a esto. Y esto no puede seguir pasando. Es necesaria e imprescindible la generación de un espacio en el ingreso del predio que articule las funciones de: recepción, vigilancia y seguridad. Hoy en día estas funciones están siendo desarrolladas de modo asistemático y no acompañan los procesos de apertura y el crecimiento de las actividades que se desarrollan en el Espacio para la Memoria”, agregaron.