LA FISCAL RECIBE A LA FAMILIA Movilización a fiscalía: piden que se investigue la muerte de un joven en la comisaría 2ª de Bernal
Otra muerte bajo custodia estatal en una dependencia policial clausurada por orden judicial: Néstor Romero Sanabria fue aprehendido en la madrugada del 14 de noviembre y trasladado a la comisaría 2ª de Bernal. No habían pasado dos horas, cuando lo encontraron ahorcado en el calabozo. La versión oficial habla de un suicidio y que el joven tenía antecedentes de autolesiones. La familia desconfía de ese relato y ponen en duda el motivo y la circunstancia de su detención. Un policía que prestaba servicio en la comisaría fue desafectado tras el hecho. “El chico ni siquiera tendría que haber estado en esa comisaría, porque estaba clausurada. Marchamos para que se esclarezca el hecho y haya justicia por Néstor”, dice la monja Cecilia Lee. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) interviene en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura.
ANDAR en Quilmes
(Agencia Andar) Este miércoles 2 de diciembre, a partir de las 9:30 horas, vecinos y vecinas de Villa Itatí concentran en la estación de trenes de Quilmes y movilizan hasta el edificio del polo judicial para reclamar justicia por de Néstor Romero Sanabria, un joven paraguayo de 30 años que apareció ahorcado en un calabozo de la comisaría 2ª de Bernal en la madrugada del pasado 14 de noviembre. La dependencia policial estaba clausurada desde el 2017.
“Hay antecedentes de maltrato a jóvenes en esa comisaría y, ahora, nos enteramos también que estaba clausurada. Néstor nunca tendría que haber estado alojado allí. Por eso vamos a marchar mañana para pedir justicia y para acompañar a la familia”, dice Cecilia Lee, monja franciscana y referente de la cooperativa de cartoneros de Villa Itatí. Al mismo tiempo que se realizará la manifestación en las puertas de la sede judicial, la fiscal Mariana Curra Zamaniego recibirá por primera vez a familiares del joven.
Según la versión policial, Néstor fue aprehendido alrededor de las 2 de la mañana del 14 de noviembre, cuando intentaba ingresar a una casa con intención de robar dos bicicletas de niños. Fue trasladado y alojado solo en un calabozo de la comisaría 2ª de Bernal; menos de dos horas después, y mientras el propietario de la casa estaba haciendo la denuncia en sede policial, encontraron al joven ahorcado en la celda, ya sin vida. Según el parte de la policía fue hallado a las 3:37 AM.
Tras su muerte bajo custodia del Estado, la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) desafectó a un oficial que estaba de servicio esa noche en la comisaría. Para familiares, amigos y amigas de la víctima, la sanción disciplinaria es una muestra de responsabilidades e irregularidades que hay detrás del caso.
Hasta el momento, la titular de la UFI Nº 6 de Quilmes, Mariana Curra Zamaniego, sostiene que existen pruebas para sostener la hipótesis del suicidio: la autopsia confirmó que se trató de una muerte por ahorcamiento y, según la fiscal, Néstor tenía antecedentes de autolesiones.
“La familia tiene muchas dudas sobre cómo pasaron los hechos y en el barrio hay vecinos que lo vieron la noche que lo detienen, sus testimonios no coinciden con el relato policial, pero tienen miedo de hablar”, cuenta la monja Cecilia Lee.
De acuerdo a estos testimonios, amigos de Néstor dicen que estuvieron con él hasta la 1:30 de la madrugada, que estaba alcoholizado y le costaba caminar. “En ese estado, es muy difícil pensar que atravesó todo el barrio hasta el lugar donde dicen que intentó robar las bicicletas. Y mucho más difícil es que en esas condiciones haya podido escalar una pared para ingresar a la casa”, detalla Lee.
En ese lapso de tiempo entre que los amigos lo ven por última vez y la policía lo aprehende por el intento de robo, vecinos de Villa Itatí dicen que en la bajada del portón de la cooperativa de cartoneros hubo un operativo policial: más diez policías requisaron a jóvenes que estaban en el lugar, entre ellos habría estado Néstor.
Luego de tomar conocimiento del hecho, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, se contactó con Lee y con referentes del área de derechos humanos del Municipio de Quilmes, que también intervienen en el hecho.
En las presentaciones realizadas a la fiscalía, la AGAI y la Procuración General, la CPM remarcó que la comisaría 2ª de Bernal estaba clausurada por orden del TOC Nº 2 de Quilmes desde el 2017 y que, sin embargo, según el último parte oficial al 30 de octubre había siete personas detenidas.
Durante estos tres años, la dependencia siguió alojando personas: incluso, la misma CPM realizó dos denuncias por incumplimiento de sentencia y otros habeas corpus, uno de ellos presentado luego de una visita judicial junto a la Defensora General de Quilmes Dra. María Noemí Pérez en donde se constataron las inhumanas condiciones de detención. La desobediencia de las órdenes judiciales continuó.
En las últimas dos semanas de noviembre, dos personas murieron en comisarías bonaerenses clausuradas: Néstor en la 2ª de Bernal y Hernán en la 1ª de Lanús.