A 38 AÑOS DE LA NOCHE DE LOS LÁPICES Militantes de ayer y de hoy
ANDAR en la militancia
(Agencia) A 38 años del secuestro y desaparición de los estudiantes secundarios de La Plata las memorias sobre esos hechos aún se encuentran en disputa e interpelan para pensar la historia desde este presente. El relato de sobrevivientes como Emilce Moler dialoga y discute con el sentido actual en que se piensan esos jóvenes militantes de los ’70 y busca cruzar su experiencia con la de los jóvenes hoy.
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Organismos como la Comisión Provincial por la Memoria buscan instalar nuevos relatos y abrir preguntas desde el presente, dicen «no los secuestraron por el boleto» y realizan actos para recordar estos eventos. “A 38 años de la noche de los lápices, los recuperamos en la memoria y los mantenemos vivos en las luchas de hoy. Hoy, 38 años después, defendemos la democracia y decimos #bastademanodura”, difunden desde el organismo.
Desde Andar también preguntamos ¿Qué significa para los jóvenes de hoy la conmemoración de La noche de los lápices? ¿Qué legado dejaron los jóvenes militantes de los 70? ¿Qué banderas y consignas siguen en pie y cuáles no? Realizamos estas preguntas a jóvenes referentes de diferentes fuerzas políticas que militan en la Provincia de Buenos Aires.
Karina Nazabal (diputada provincia de Buenos Aires, Frente para la Victoria)
Como significante me parece central la convicción y el compromiso en dar la vida. La mayor reflexión que nos dejan los pibes y las compañeras ha sido que han tenido un compromiso tan enorme con las causas que militaban. No han titubeado ni siquiera en dar la vida, porque cualquiera en ese momento sabía de la complejidad represiva de la dictadura, de la complejidad política de ese tiempo político de la Argentina. No es esta Argentina que vivimos ahora con 30 años de democracia, donde estamos tan acostumbrados a expresarnos -y hasta a mal expresarnos- a favor de políticas o de actores políticos; era una Argentina completamente distinta. Lo más fuerte que nos han legado es la conciencia, el grado de conciencia de clase, del proyecto nacional y del compromiso que han tenido con esa lucha y con esa bandera.
[pullquote]La mayor reflexión que nos dejan los pibes y las compañeras ha sido que han tenido un compromiso tan enorme con las causas que militaban[/pullquote]
En mayor o en menor medida, y también haciendo una diferenciación por espacios, por prácticas políticas, por historia de los espacios políticos, todas las banderas que han levantado las compañeras y compañeros se encuentran presentes en nuestra lucha cotidiana. La soberanía política es hoy uno de los debates más profundos que está llevando a cabo nuestra presidenta, y es un debate que en aquel momento se daba: soberanía económica, libertad política de Argentina, de nuestra patria grande. La misma bandera de la patria grande de los 70 hoy también es una bandera de los jóvenes militantes.
La experiencia de las Madres para recuperar a sus hijos, la búsqueda de los nietos, las movilizaciones en contra del indulto, la lucha en la que murió Carlos Fuentealba… son todas expresiones de que esa lucha ha seguido teniendo referentes. Estamos de pie y esas banderas o, mejor dicho, algunos de esos objetivos que las banderas proponen los vamos alcanzando. En otras tenemos todavía mucho camino por recorrer. Mientras siga habiendo un solo pobre en Argentina tendremos que seguir dando batalla; falta mucho por caminar, pero tanto en Argentina como Latinoamérica las banderas que levantaron esos jóvenes son las que levantan muchos de los jóvenes de hoy y de otras generaciones, que también las han acompañado.
Cristian “Chipi” Castillo (diputado provincia de Buenos Aires, Frente de Izquierda y de los Trabajadores)
Mantener siempre viva una lucha, el recuerdo de los compañeros asesinados en ese momento. Y creo que este año en especial porque le hemos dado media sanción en la Cámara de Diputados al proyecto de boleto educativo gratuito para docentes, estudiantes, y no docentes. Como me tocó hablar en el recinto, hice una suerte de homenaje a los compañeros que fueron asesinados.
Es la experiencia de toda una generación que se dedicó a dar la vida para transformar esta sociedad capitalista. Más allá de la diversidad de vidas, propuestas y alternativas políticas, creo que fue una generación que buscó por métodos revolucionarios transformar la sociedad, y de algún modo me parece que es lo mejor que hay que tomar de esa generación.
[pullquote]fue una generación que buscó por métodos revolucionarios transformar la sociedad, y de algún modo me parece que es lo mejor que hay que tomar de esa generación[/pullquote]
Para esa generación fue muy importante entender que había que unirse y aliarse junto a la clase trabajadora. Me parece que esa sigue siendo una idea muy fuerte. Y que las soluciones no van a venir desde arriba sino que van a conseguirse con un protagonismo de la militancia. En nuestro caso una militancia por una sociedad socialista y porque los trabajadores gobiernen. Creo que eso que estaba detrás de la expectativa de la militancia de aquella generación lo tenemos que tomar hoy en este siglo XXI, en medio de un contexto de una crisis capitalista internacional y que tiene que ser bandera también para estas generaciones militantes.
Lo que pasa es que la militancia era diversa. Hay algunas alternativas que tomaron los militantes de esa generación que uno no comparte y otras en que uno está más cercano. El conjunto hay que verlo no sólo como un proceso nacional sino que hay que verlo como un fenómeno general de desafío al sistema dominante por izquierda que se dio en todo el mundo: el Mayo francés del 68, el otoño caliente italiano, el Cordobazo nuestro inspiró a una generación de militantes muy importante que se hizo al calor de la guerra de Vietnam y tantos otros fenómenos. Creo que hoy, insisto, cuando estamos en un contexto de crisis capitalista, tomar la perspectiva de lucha por otro sistema que sea una democracia infinitamente superior a la que se puede gozar en el marco del capitalismo, es por lo que vale la pena luchar.
Leandro Amoretti (dirigente de Patria Grande)
Para mí es una fecha muy importante porque recuerda principalmente la lucha que dieron los jóvenes secundarios -y por la cual son conocidos-, que tuvo que ver con el boleto estudiantil que justamente en estos días se está discutiendo y se está avanzando concretamente. Pero además de eso creo que vale recordar y reivindicar a todos los jóvenes desaparecidos y asesinados durante la dictadura y puntualmente a los que desaparecieron por la Noche de los Lápices porque eran militantes populares, militantes comprometidos con el momento y la época que les tocó vivir. Y eran militantes muy formados; militantes políticos que no estaban sólo comprometidos con la lucha del boleto sino que estaban comprometidos con la lucha que iba mucho más allá de los derechos educativos y de los derechos que los involucraban a ellos. Eran proyectos vinculados con construir otra Argentina, otro proyecto de nación; era un debate que se vivía muy cercano en ese momento. Los 70 fueron una época de mucha discusión, mucha participación, mucha militancia y muchas posibilidades de cambio.
[pullquote]eran militantes muy formados; militantes políticos que no estaban sólo comprometidos con la lucha del boleto sino que estaban comprometidos con la lucha que iba mucho más allá de los derechos educativos[/pullquote]
El legado que dejaron es la posibilidad y la necesidad de participar y de ser protagonistas en los cambios y en las discusiones políticas del país. Para mí el debate más interesante que plantea la militancia política de los 70 -y que nos plantea el día de la militancia juvenil de la cual me siento parte- es ser uno de los principales sujetos sociales que discuta proyectos de transformación de avanzada. Hay un debate de cómo nos insertamos desde la juventud en los proyectos políticos y yo creo que nos tenemos que insertar a la cabeza con las propuestas y los proyectos más desafiantes y no simplemente como reproductores de los proyectos ya insistentes. Esto lo digo haciéndome cargo de una generación de la cual me siento parte que es la generación post 2001. Yo ahora tengo 30 años, viví de alguna manera el 2001, pero lo que ahora entiendo como juventud es esa búsqueda y esa vocación transformadora y con protagonismo. Y creo que hay un debate hoy por hoy -que directamente lo vinculo al sector de la juventud del kirchnerismo- que toman este debate de la necesidad de que la juventud participe en política que me parece interesante y que la valoro. Sin embargo creo que la juventud tiene que tener un rol de avanzada en los proyectos políticos, y esa es la diferencia que encuentro con algunos otros sectores y otros proyectos políticos.
Yo creo que las consignas son respuestas a búsquedas de cambio para enfrentar mecanismos de dominación que yo creo que siguen en pie: la extranjerización, el poder empresario, el poder de sectores de terratenientes en nuestro país. Hay ciertos factores de poder que se han reacomodado, que han tomado otras formas y tienen determinadas alianzas, y siempre también hay respuestas de sectores populares frente a esas consignas. Los ejes siguen estando presentes: mayor justicia, mayor igualdad, con más democracia, con pensar un proyecto de nación que incluya estos elementos, construyendo un camino propio desde la historia del pueblo argentino. Al menos Patria Grande intenta ser parte de esa continuidad, de esa historia de respuestas y de luchas. No copiando recetas, pero creo que en el fondo las búsquedas y las luchas siguen estando presentes.
Leandro Abaroa (dirigente universitario, secretario general Franja Morada- UCR)
La noche de los lápices tiene en la juventud de hoy y de siempre un reconocimiento muy importante porque representa simbólicamente lo que era para la dictadura militar la subversión juvenil de la época. Los chicos del Colegio Nacional de La Plata, que fueron desaparecidos nada más y nada menos que por manifestarse a favor de la implementación del boleto estudiantil, para nosotros son un ejemplo de lucha y de militancia y levantamos bien alto esa bandera, justamente estos días que estuvimos peleando también por la implementación del boleto educativo en la provincia de Buenos Aires.
Militaban como mucha gente en esa época porque soñaban con una Argentina distinta, una Argentina de paz y de libertad. Por supuesto nosotros tenemos mucha identificación con lo que era la militancia pacífica de la época y los valores que representaban.
[pullquote]El legado es no abandonar la militancia, no abandonar la lucha [/pullquote]
El legado es no abandonar la militancia, no abandonar la lucha pese a las consecuencias que pueda traer. Nosotros creemos que a casi 40 años de iniciada la dictadura militar los tiempos cambiaron muchísimo, y con el tiempo cambió mucho la forma de militar y hacer política. El contexto en que nos toca vivir y militar a los jóvenes de hoy es muy distinto al que vivía la juventud en esa época. Yo creo que el legado en definitiva es ése, más allá de cuáles puedan llegar a ser las consecuencias. No abandonar la pelea que uno está dando por los ideales que uno levanta.
Nosotros tuvimos un lema una vez recuperada la democracia que era “en época dictatorial peleamos por la libertad y en épocas de democracia peleamos por la igualdad”. Nosotros vemos que si bien vivimos en el marco de una democracia constitucional todavía hay libertades por conquistar y todavía hay mucho trabajo que hacer para una igualdad real de oportunidades que permitan constituir a la Argentina como una democracia real y verdadera y no solamente una democracia que se expresa en ir a votar cada cuatro años.