ALEGATOS DE LA DEFENSA Masacre de Quilmes: herencia de la última dictadura
Terminaron los alegatos de las defensas de los 10 policías imputados por el incendio en la comisaría 1° de Quilmes, en 2004. Se solicitó la absolución para todos de los cargos que los llevaron a juicio oral: apremios ilegales, tormentos y, en el caso del ex comisario Soria, estrago culposo seguido de muerte con omisión de evitar tormentos. Aquel 20 de octubre, 17 adolescentes que se encontraban alojados en calabozos de una seccional policial padecieron golpes y torturas antes y después de un incendio; las consecuencias fueron fatales: murieron Elías Giménez, Diego Maldonado, Manuel Figueroa y Miguel Aranda, jóvenes de entre 15 y 17 años. Para la defensa, los funcionarios policiales merecen la absolución porque “el personal policial fue juzgado como heredero de la dictadura militar”. La CPM, organismo veedor del proceso judicial, estará presente en la sentencia que se prevé para el próximo 19 de octubre.
Andar en Quilmes
(Agencia) El fiscal Claudio Pelayo solicitó 5 años de prisión y 10 años de inhabilitación para ocupar cargos públicos para Jorge Gómez, 7 años de prisión y 14 de inhabilitación para Humberto Ávila, 8 años de prisión e inhabilitación perpetua para Juan Pedro Soria, 9 años de prisión y 18 de inhabilitación para Elizabeth Grosso, Basilio Vujovich, Gustavo Altamirano y Franco Góngora, 15 años de prisión e inhabilitación perpetua para Hugo D’ Elía, y 22 años de prisión e inhabilitación perpetua para el oficial Fernando Pedreira. Asimismo, Pelayo reclamó que, en caso de ser condenados, los imputados sean detenidos inmediatamente para evitar fugas y cumplan prisión efectiva. Las defensas en cambio solicitaron la absolución y centraron sus alegatos en la desacreditación de los testimonios de los sobrevivientes de la masacre de Quilmes. Señalaron contradicciones en los dichos de los jóvenes, en la ubicación de los imputados en las escenas analizadas, confusiones de nombres en la identificación de los policías intervinientes en la requisa vespertina y en la evacuación de los calabozos. También hicieron su descargo político.
La defensora oficial, Dra. Castiñeiras, comenzó explicando que desde su criterio “los hechos enarbolados por estos chicos, las lesiones principalmente que enunciaron, no encuentran respaldo efectivo con las demás pruebas incorporadas en las causas. Fundamentalmente, nos referimos a los informes médicos”. También agregó que “no negamos la existencia de la requisa, posiblemente originada por la pelea entre los menores del calabozo 1 y 2; por la rotura del candado que generó la conformación de actuaciones por la posible comisión del delito” pero explicó que los policías se comunicaron con el juez de menores en turno y convocaron al Dr. Chaumey (médico) a la seccional luego del incendio. “¿Es lógico que aquellos que hubieran dado una brutal golpiza hicieran esto para quedar expuestos ante otros operadores del Estado? Nosotros entendemos que no”, dijo ante la audicencia. En relación a los informes médicos de las autopsias de los fallecidos la abogada consideró que “dieron cuenta que posiblemente algunas de las lesiones pudieron haber sido producto de la desesperación y la búsqueda del oxígeno, propias de estas situaciones de catástrofe. Todos corrían para todos lados”, insinuando que los golpes probados pudieron haber sido autoinflingidos.
“Hace 11 años que hay acusaciones de los menores (hoy adultos), de las asociaciones civiles y de funcionarios judiciales. Todos indilgaron conductas, que no se han podido demostrar, que hoy se vinieron a debatir en este juicio. Los bomberos, testimonios imparciales por fuera de la fuerza policial, pudieron aportar que el fuego había sido apagado cuando ellos llegaron y que había gran cantidad de agua en el lugar. Es más, el policía Duilio Niewhitze, conocido como el Pastor, dijo que logró abrir la puerta del calabozo con la ayuda de otro personal policial. Estas testimoniales manifiestan la pronta respuesta de los policías frente al incendio. También echan por tierra la versión de los menores en cuanto a los castigos de los que fueron víctimas” expresó a su turno la defensora oficial López. “Es evidente que la alta temperatura que provoca la combustión de esos colchones, bueno… aceleró los tiempos. El tiempo corto y el daño grave que implica el incendio de estos colchones, asimismo, no implica desidia policial”, dijo López leyendo los datos de las pericias de Gendarmería Nacional. Los mismos indicaron que la temperatura dentro del calabozo 1 fue de 1200°C.
Luego de solicitar la absolución de sus defendidos, arremetió contra el pedido de pena realizado por el Ministerio Público Fiscal: “El Sr. fiscal acusa por tormentos a todos los policías al momento de los hechos. Entiendo que esto lo hace la parte acusadora en virtud de entender que bajo las circunstancias evidenciadas, cómo estaban los menores en su estado de salud, cualquier “golpe” provoca mayor lesión. Es necesario dar cabal valoración a los hechos subjetivos. Las penas solicitadas son irrazonables, desproporcionadas. No encuentran medida con la culpabilidad ni las conductas que pudieron demostrarse en este juicio. Voy a solicitar que de darse una pena se haga en parámetros de racionalidad y proporcionalidad”, remató.
Esta letrada aseguró que “la conducta de los imputados durante estos 11 años de proceso ha sido impecable. Ante cada llamamiento de la justicia ellos se han presentado, no han generado ningún accionar que obstaculice la investigación. A su vez, nadie realizó ni denunció a ninguno de los imputados por amedrentamientos o amenazas a nadie”. Solicitó que hasta que no haya un fallo condenatorio firme, los imputados no queden detenidos- como lo solicitado por la fiscalía- y adelantaron que en caso de condena, van a apelar ante Casación Penal.
“Soria es un enamorado de su profesión”
La Dra. Rojo no se preocupó en ocultar la relación que la une al ex comisario Soria. Como esposa y abogada del ex comisario, ejerció una vehemente defensa, incluyó gestualidades inusitadas y expresiones curiosas para un escenario judicial. “Los testimonios de los menores son incoherentes e inconsistentes. En 7 minutos, hay que decirlo Sres. jueces, no se puede evacuar, torturar… no sé.” Comenzó diciendo en su alegato en relación a la requisa y agregó: “todo el tema de palazos y palazos en la espalda, autopsias y barridos radiográficos… no sólo son improbables sino imposibles de suceder. Me pregunto ¿va el elemento hacia la cabeza o va la cabeza hacia el elemento?.” Y aseguró que “Tengo para mí real y entera convicción de que no paso ahí (en alusión a la comisaría 1°) absolutamente nada de lo que los menores dicen. Pero aún, si en el hipotético e improbable caso pueden considerar los jueces que hubo algún golpe, debe igual absolver a los imputados porque no hay certezas de que eso pudo haber pasado”. Para esta defensa “los hechos indagados a Soria, no fueron los hechos requeridos (en la elevación a juicio) y no hablo de la clasificación legal sino de la plataforma fáctica. Para mí este juicio como ha sido elevado y tratado en esta sede es nulo. Creo que Soria, de la manera que fue traído a proceso, no tiene garantías”.
En relación a los hechos del incendio, la Dra. Rojo consultó al Tribunal: ¿qué debía hacer Soria? ¿quedarse sentado frente a los calabozos y dejar que todos se murieran? O ¿ir al punto estratégico del Comando para que, de forma impecable, resolver el imprevisto? Imprevisto que él no había iniciado. ¿Qué se puede representar Soria? ¡Lo único que le importa en la vida, en ese momento, es salvar a la gente!, no hay otra.” y continuó diciendo: “¿qué conducta pretenden decir que Soria intento ocultar? Convocó, y consta en actas, al Dr. Nieva Woodgate, costa que llamó al Dr. Romero, al Dr. Oyamur , a Cairo. Llamó a todo el mundo, ¿eso es omisión de evitar tormentos?, ¿Voy a cometer un delito y voy a llamar a todos para que vengan a ver qué hice? Ahora, nadie se fue de la comisaria aquel día… él los tenía a todos ahí para que pudieran relatar a las autoridades lo sucedido… pero si no vienen… (En relación a las autoridades requeridas en ese momento por Soria), eso ya no es culpa de Soria”,no hay conducta reprochable”, dijo Rojo.
“Si el Tribunal no considera que esta imputación es nula solicito la libre absolución de mi “ahijado” por carencia absoluta de apoyatura probatoria, ni siquiera se ha probado la existencia misma de los hechos que se le imputan”. “Creo que corresponde una reparación para Soria: por su conducta antecedente, por su conducta ante el siniestro, y por su conducta posterior a los hechos. Soria es un hombre enamorado de su profesión”, dijo orgullosa.
El Dr. Cevallos, abogado y defensor particular de algunos de los imputados, solicitó en consonancia con sus colegas,la absolución de todos los cargos indilgados a sus defendidos y expresó que “corresponde decretar la libertad de todos, su absolución, porque siguen estando presos. No sólo se pierde la libertad estando encarcelados. La falta de libertad también se da cuando una persona está limitada en sus movimientos, cuando una persona no puede obtener trabajo. Porque a muchos de estos oficiales se encargaron de quitarles el trabajo que tenían, se encargaron de impedir que Soria ascienda como comisario inspector y también pidieron que se los aparte de las fuerzas. No voy a nombrar a aquel Ministro de Seguridad pero, claramente, acá sucede que nosotros somos los pobres frente a los poderosos”, y alegó: “ Este juicio tiene que marcar el fin de todo tipo de persecución irracional contra los imputados. ¿Cuál fue su delito? Fundamentalmente, el personal policial fue tomado como heredero de la dictadura militar pero sin los beneficios complementarios”, concluyó.
La sentencia está prevista para el 19 de octubre en los Tribunales de Quilmes.
LA COBERTURA COMPLETA DEL JUICIO (testimonios, audiencias, entrevistas, alegatos, protagonistas)