TRAS LA ANULACIÓN DEL FALLO, CONTINÚA DETENIDA Marcela Mendoza: “Hace 4 años que estoy con prisión preventiva”
Marcela Mendoza está detenida desde el 9 de agosto de 2015. Fue condenada a prisión perpetua por el TOC 3 de La Plata en carácter de homicidio por el fallecimiento de su ex pareja, quien ejercía violencia de género sobre su persona. En abril, la Sala I de Casación Penal declaró la nulidad del juicio por considerar al tribunal no apto y por falta de pruebas. Sin embargo, Marcela continúa detenida. Ahora, su caso fue derivado al TOC 4 de La Plata que ya recibió dos habeas corpus para su excarcelación. “Con la sola firma del juez yo podría estar en libertad con mis hijos”, denuncia Marcela, quien además padece altos niveles de celiaquía y psoriasis. La Comisión Provincial por la Memoria presentó tres habeas corpus por su grave estado de salud.
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) Sus cinco hijos, familiares, organizaciones de mujeres y feministas, y organismos de derechos humanos exigen la inmediata libertad de Marcela Mendoza, una mujer víctima de violencia de género que fue detenida por la muerte de su marido, quien falleció luego de intentar prenderla fuego dentro de su Volkswagen Gol.
La causa, que es llevada adelante por la fiscal Silvina Langone, presentó varias irregularidades a lo largo del desarrollo del juicio a instancias del Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de La Plata. Los jueces de primera instancia condenaron a Marcela a prisión perpetua sin tener pruebas suficientes que la incriminen en el hecho y sin tener ninguna contemplación acerca de la situación de violencia de género a la que Marcela se encontraba expuesta por parte de su ex pareja, Eduardo Gómez.
Estas irregularidades fueron reconocidas por la Sala I de la Cámara Casación, la cual declaró la nulidad del fallo condenatorio a Marcela Mendoza a fines de abril. Allí, uno de los tres integrantes del jurado sostuvo que Marcela debía ser sobreseída para que pueda recuperar su libertad en forma inmediata. Sin embargo, han pasado ya dos meses de aquel fallo y Marcela continúa detenida.
“Me detuvieron en el 2015. Hicieron un juicio que fue anulado por la Cámara de Casación. Ahora me quieren volver a juzgar por el mismo hecho, pero no se puede juzgar a una persona dos veces por la misma causa. Nunca me dejaron esperar los juicios en libertad. Hace 4 años que estoy con prisión preventiva”, denuncia Marcela que se encuentra detenida en la Unidad N°33 de Los Hornos.
La causa está ahora en manos de la misma fiscal pero reside en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº4 de La Plata, a cargo del juez Emir Alfredo Caputo Tártara, quien no ha respondido a los dos habeas corpus presentados por Adrián Rodríguez, abogado defensor de Marcela. Estos se suman a los tres habeas corpus presentados anteriormente por la Comisión Provincial por la Memoria ante el grave estado de salud que presenta la mujer.
Durante el proceso, el accionar de Silvina Langone fue duramente criticado por no tener perspectiva de género y por revictimizar a Marcela en su accionar jurídico. “Esa fiscal está ensañada conmigo”, señala Marcela y aclara: “Ahora me mandó a hacer los estudios de nuevo, porque piensa que no son ciertos mis elevados índices de celiaquía. Ella cree que yo pude haber interferido en los resultados de mis análisis. Pero todos los estudios me los hicieron en el Hospital San Martín, que es un nosocomio estatal, yo ni siquiera tengo acceso a mi historia clínica ¿Cómo voy a poder fraguar mis estudios?”.
“Ahora tengo que pasar nuevamente por esto: los médicos te meten un dedo en el ano, te hacen estudios con una bolita que te introducen, y yo me siento ultrajada”, expresa Marcela ante una justicia que decide no escuchar la voz de una mujer víctima de múltiples violencias: de género, institucional y judicial.
Acompañamiento de organismos de DDHH y feministas
La CPM desde el 2017 hasta el presente realizó cuatro intervenciones, todas de carácter urgente y todas por razones de salud. Marcela es celíaca y los informes médicos muestras un agravamiento de su enfermedad desde el momento de su detención. “Acá ni siquiera tengo ibupirac. Ahora nos estamos bañando con agua helada”, indica Marcela.
En cada una de esas presentaciones, la CPM reclamó atención extramuro para Marcela. En 2017 se presentó un oficio urgente y dos habeas corpus; el último fue rechazado. Al mismo tiempo, el juez tomó algunas medidas en relación a lo que se pidió, entre ellas, la entrega de comida apta para celíacos. Sin embargo, dicha medida no significó un cambio en su estado de salud. En 2018, la CPM presentó otro habeas corpus que ni siquiera tuvo respuesta.
Otro espacio que viene acompañando el reclamo de la familia es la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, a cargo de Flavia Delmas que junto a la abogada Silvina Perugino presentaron dos amicus curiae por considerar que “es una causa plagada de misoginia que no reconoce el contexto de violencia de género en el que vivía Marcela”. El primero fue tomado por la Cámara de Casación, que emitió la anulación de la condena acusatoria de la primera instancia.
Ante esta resolución, la Secretaría de Género presentó el segundo amicus pidiendo la excarcelación y argumentando que “la nueva circunstancia de la decisión del Tribunal de Casación torna la privación de la liberta de Mendoza, como un agravamiento de las condiciones de detención y una perpetuación del ejercicio de la violencia de género sobre su persona, esta vez, ejercida por el Estado, más específicamente por el Poder Judicial”.
Los hechos
El 9 de agosto de 2015, Marcela Mendoza salió de su casa para encontrarse con su ex pareja Eduardo Gómez en un lugar de la ruta 11, partido de Magdalena. Marcela, para ese momento, ya había solicitado la protección del Estado por sufrir violencia psicológica, emocional, golpes, hostigamiento y persecución por parte de su ex pareja. Gómez al momento del hecho tenía dos denuncias por violencia de género y una restricción perimetral.
En esa ocasión, el auto Volkswagen Gol en el que se encontraron se incendió, lo que provocó la muerte de Gómez. El TOC 3 de La Plata interpretó que dicho incendio había sido provocado por Marcela y la condenó a prisión perpetua. Sin embargo, su testimonio da cuenta de un intento fallido de femicidio que culminó con la propia vida del agresor. Dicho relato se corresponde con los antecedentes de Gómez y con los testimonios de los hijos de Marcela.
Al momento de la detención, dos de los hijos de Marcela eran menores de edad. “Yo simplemente me tapé la cara y me tiré del auto, es el instinto de supervivencia. Yo no le deseé eso a la otra persona. Si sabía que iba a terminar así la conversación ni siquiera hubiese ido”, describe Marcela.