SE DENUNCIÓ OTRO EN SAN ISIDRO Mar del Plata: un simulacro de fusilamiento en cuarentena
Dos agentes de la Policía Bonaerense detuvieron a una pareja de jóvenes marplatenses que se trasladaban a pie; mientras los acusaban de incumplir la cuarentena, los efectivos (también un hombre y una mujer) los hicieron arrodillarse y el policía gatilló reiteradamente en la cara del chico. Cuando una vecina quiso intervenir para evitar las agresiones, la amenazaron y obligaron a volver a su casa. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) tomó conocimiento del hecho y realizó la denuncia penal además de la presentación ante la Auditoria general de asuntos internos. El hecho ocurrió el 30 de marzo, casi en simultáneo al operativo de Gendarmería en el barrio Cava chica de San Isidro donde otro joven también denunció un simulacro de fusilamiento.
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia) Pasada las 00 horas del 30 de marzo, Gendarmería Nacional desplegó un extenso operativo represivo en el barrio Cava chica de San Isidro: los gendarmes avanzaron disparando sus armas reglamentarias, golpeando y deteniendo a jóvenes. Ante el reclamo de los vecinos y vecinas también dispararon hacia las familias y llegaron a herir, incluso, a una niña de siete años. Los jóvenes fueron trasladados al Destacamento del campo municipal de deportes, allí fueron torturados y uno de ellos denunció que le gatillaron varias veces.
Casi en simultáneo, en Mar del Plata, ocurría otro hecho de violencia que incluyó un simulacro de fusilamiento. Las víctimas, una vez más, fueron jóvenes. Y los acusados, en este caso, dos agentes de la Policía Bonaerense.
Alrededor de las 2 de la madrugada, una pareja de jóvenes fue abordada por un móvil policial en la intersección de las calles Soler y Juana Manzo del barrio El progreso. Los oficiales (un varón y una mujer) los hicieron arrodillarse mientras los reprendían por estar incumpliendo la cuarentena. “Por favor, señor, no. Sí, señor, sí”, suplicaba el joven arrodillado frente a las amenazas del agente de la Policía. A pesar del pedido desesperado, el agente policial sacó un arma de corto calibre y gatilló varias veces en el rostro del joven. En ese momento, otro patrullero pasó por el lugar y aminoró la marcha pero luego siguió su recorrido. El oficial continuó con el hostigamiento y amenazas, su compañera de fuerza se mantenía distante y tampoco lo detenía.
Alertada por la violencia policial del operativo y los pedidos del joven, una vecina que había presenciado toda la escena desde la puerta de su casa decidió interceder para detener el hostigamiento contra el joven. Sin embargo, el oficial se dirigió hacia ella de manera burlona y, mediante amenaza de detenerla, la obligó a regresar a su casa. Antes de dejar ir a la pareja de jóvenes, la vecina vio como le sacaban las pertenencias personales al chico.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) tomó conocimiento del hecho y formuló la denuncia penal ante la Fiscalía general de Mar del Plata. También hizo la presentación ante la Auditoría general de asuntos internos. A casi un mes de los hechos, a pesar de las medidas de prueba requerida, la causa no tuvo demasiados avances y aún ninguno de los dos efectivos policiales fue identificado.
Este caso de Mar del Plata y el ocurrido en San Isidro forman parte de un nuevo informe sobre violencia policial en el marco de las acciones de control del aislamiento social, preventivo y obligatorio que el organismo, en calidad de Mecanismo de Prevención de la Tortura de la provincia de Buenos Aires, presentará a las autoridades del Ministerio de Seguridad bonaerense.
En el caso de San Isidro, que tomó mayor estado público, la CPM también en su momento la denuncia penal que motivó la intervención de la justicia federal y de la Procuraduría de Violencia Institucional. También pidió la desafectación preventiva de los agentes de Gendarmería que participaron del operativo. Y, actualmente, se encuentra acompañando a las familias que realizaron las denuncias.