SITUACIÓN CRÍTICA EN EL HOSPITAL SAN MARTIN “Los pacientes están en riesgo todo el tiempo y nosotros también”
Trabajadores del servicio de salud mental del Hospital San Martín de La Plata denuncian la situación crítica por la que atraviesa el sector: cañerías rotas, techos que se caen, baños destruidos, saturación del servicio y falta de espacios de derivación. Estas condiciones hacen que, pese a que los dispositivos estén adecuados a la ley nacional de Salud Mental 26.657, no se pueda dar cumplimiento efectivo debido a que tanto los pacientes como los trabajadores están en situación de riesgo.
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) El servicio de salud mental del Hospital San Martín de La Plata cumple con todos los requisitos que la ley nacional establece: que el servicio forme parte de un hospital general, que cuente con una sala de internación de agudos, un hospital de día, servicio de guardia interdisciplinaria las 24 horas, consultorios externos y un área específica de interconsultas.
Sin embargo, la grave situación edilicia que atraviesa todo el pabellón Rossi, donde se encuentra dicho servicio y otros, y la falta de una red de salud mental que permita derivaciones en el provincia de Buenos Aires generan que se estén vulnerando los derechos de los pacientes y de los trabajadores.
“Con una sala así y con una guardia de esta manera, los pacientes están en riesgo todo el tiempo y nosotros también”, señala Mercedes Kopelovich, psicóloga de la sala de internación de salud mental del Hospital San Martín desde hace 9 años e integrante de la comisión directiva de CICOP, sindicato que elevó un comunicado público frente a esta situación.
“Hay dos áreas del servicio que actualmente son las más conflictivas: la guardia y la sala de internación. En cuanto al reclamo edilicio, la situación es que hay cuestiones estructurales del pabellón que es el más viejo de todo el hospital y que no está en condiciones de ser habitado ni brinda la seguridad mínima para que nosotros trabajemos ahí”, explica y agrega: “Nosotros trabajamos en el subsuelo de un edificio que tiene más de 100 años. Los techos gotean por las cañerías de los baños de la sala de arriba, los baños están destruidos y, pese a que ahora están arreglando y nos habilitaron el uso de una caja chica para mantenimiento del espacio por el mismo impacto que tuvo nuestro reclamo, la situación es crítica y estructural de todo el pabellón”.
El pabellón Rossi está ubicado en 1 y 69, es un edificio viejo que cuenta con un subsuelo y tres pisos. Es reconocido el reclamo histórico por el mantenimiento de dicho edificio, que en enero de este año presentó denuncias por la caída de techos, mampostería y cortes de luz que afectan el trabajo cotidiano de los y las trabajadoras de salud.
Sin embargo, además de la urgencia que representa la situación edilicia, los trabajadores de salud mental reclaman la saturación del servicio y la falta de posibilidades de derivación. “Somos el único hospital general que tiene tanto sala de internación, como guardia interdisciplinaria de salud mental: hay psiquiatras, psicólogos y, ocasionalmente, trabajadores sociales. Todas las derivaciones, todos los oficios, todos los casos que hay de Niñez para evaluar vienen a esta guardia y nosotros contamos solo con 10 camas”, explica Mercedes.
“El Ministerio autorizó que, cuando la sala esté llena, que es lo que sucede todo el tiempo, dos camas de la guardia general, de las ocho disponibles, sean utilizadas para salud mental. Lo que nosotros denunciamos es que nuestros pacientes tienen intentos de suicidio, sufren crisis, en la guardia general no están garantizadas las condiciones y por lo tanto se los pone en riesgo al tiempo que ellos pueden poner en riesgo a otros. Tenemos casos en que han agarrado bisturíes de otro consultorio y se cortan”, continúa.
En este sentido, los trabajadores reclaman una red provincial en salud mental que permita derivaciones y que descomprima la situación del San Martín. “Todas las derivaciones de la provincia de pacientes que pueden estar en riesgo se evalúan acá y se intenta que se internen acá. Se evalúan alrededor de 20 casos por día y las internaciones suelen durar un promedio de 2 meses, teniendo en cuenta que la externación se retrasa porque recibimos pacientes que no tienen familia, o una red social que los contenga”, señala Mercedes.
La ley nacional de Salud Mental (26.657), sancionada en el 2010, promueve la desmanicomialización de los pacientes. En este marco, establece que las internaciones deben realizarse en hospitales generales y no ya en hospitales monovalentes, como es el caso del Melchor Romero que se encuentra en un proceso de adecuación a dicha normativa.
El servicio de salud mental del Hospital San Martín cuenta con todo lo establecido por la ley y por dicho motivo la demanda es tan grande que genera una saturación del servicio, que además no cuenta con las condiciones edilicias mínimas que garanticen seguridad a los trabajadores y los pacientes. “Nosotros somos el único hospital general que tiene sala de internación y guardia interdisciplinaria, cumplimos con la ley, pero en estas condiciones no hay a donde derivar y el servicio colapsa todo el tiempo”, concluye.