PROGRAMA JÓVENES Y MEMORIA DE LA CPM Los jóvenes hablan del campo, de la soja, del glifosato y de la gente
El medioambiente es una arena de disputa. Toma formas políticas y culturales y se modifica con los años. ¿Qué tipo de país queremos? ¿Cómo deseamos utilizar nuestras tierras? ¿Cómo se fortalece un modelo de explotación agropecuaria por sobre otro? ¿Qué relaciones económicas atraviesan esta disputa? ¿Qué efectos tienen estas decisiones sobre la vida de las personas? El programa Jóvenes y Memoria da cuenta de estas discusiones en las propias producciones presentadas por los jóvenes, aquí presentamos algunas reflexiones.
ANDAR en la provincia
(Agencia) El medioambiente no tiene un valor inalterable y los jóvenes lo saben. Van a la escuela, vuelven a sus casas, pasean por sus localidades y se encuentran de cara con estas historias, relatos de soja y de familias desempleadas, de fumigaciones y enfermedades. No son indiferentes, se hacen preguntas y buscan respuestas.
¿Cómo utilizamos nuestra tierra? ¿Qué problemas presenta el actual modelo económico con el campo como protagonista? Resultan ejes de debates que son retomados por los jóvenes quienes sientan una postura al respecto.
Es en el año 2009 en que la temática del medioambiente es abordado por primera vez por los jóvenes en el marco del programa de la CPM. En ese momento, las discusiones de la agenda mediática giraban en torno a las repercusiones de la minería a cielo abierto, pero también, continuaban con los resabios de un gran conflicto nacional surgido a partir de la propuesta del Ejecutivo de aplicar retenciones móviles a la exportación en el 2008. El país parecía dividirse entre el Gobierno y el Campo, sector que al final logró impedir que los impuestos aduaneros se lleven a cabo.
Pero la pregunta que quedó picando en el medio de la cancha fue ¿de qué hablamos cuando hablamos de campo? Señalando así relaciones de mercado que sostenemos y los beneficios y perjuicios trae esto a la sociedad. Así tomaron relevancia algunos discursos que señalaban la sojización y la gran concentración de tierras en los llamados pooles de siembra, al tiempo que denunciaban la aplicación de agrotóxicos, fertilizantes, plaguicidas, pesticidas y otros químicos utilizados por los dueños de los campos.
De las producciones presentadas en el programa Jóvenes y Memoria, 45 proyectos investigan la contaminación medioambiental como una problemática pendiente en su localidad. Así los jóvenes ponen en tensión los modos de explotación agropecuaria y la salud entendida como un derecho de los pueblos.
Un video realizado en 2013 por estudiantes de la escuela secundaria Nº65 Paraje Gloria de la Peregrina, ubicada a la altura del km 20.5 en la ruta 226 en el distrito de Mar del Plata, muestra el conflicto de la falta de regulación del uso de agrotóxicos en su localidad.
En Mar del Plata, la ordenanza 18740 del año 2008 prohibió las fumigaciones a menos de mil metros de lugares habitados. Esa ordenanza nunca se reglamentó y en 2013, se modificó por decreto, cambiando los límites mínimos de fumigación a solo 100 metros de las casas, postas sanitarias, cursos de agua y a 25 metros de las escuelas.
A estas distancias, considerablemente menores, el proyecto coordinado por las docentes Elizabeth Pereyra, Nadia Martin y Cecilia Ballesteros se pregunta por la presencia de los vientos: ¿qué sucede con los productos rociados que quedan en el aire y que son arrastrados por las ráfagas? ¿Son estas distancias prudentes?
Para entender como los agrotóxicos afectan a la salud de la población, consultan a la Asociacion Bios quienes señalan que “los agroquímicos no desaparecen: se degradan y terminan en el cuerpo”.
Algo similar plantea la producción realizada en 2009 por la Escuela Media Nº5 (ex Colegio Nacional) de Pergamino. Lo jóvenes entrevistan a Adriana Torriggino, por entonces directora de Epidemiologia, Estadística y Toxicología del municipio, quien da cuenta de la magnitud de la problemática local.
“En Pergamino tenemos aproximadamente 300 mil hectáreas cultivadas y en las áreas rurales viven alrededor de 2010 mil habitantes. La ley provincial 10699 que regula el uso de plaguicidas, indica que no se pueden fumigar por vía aérea a una distancia menor de 2 kilómetros alrededor de un sitio poblado. Esta ley no se cumple, acá hay una delegación de asuntos agrarios pero no tenemos poder de policía, el poder de policía lo tiene La Plata, que creo que tienen 3 inspectores para toda la provincia. El delegado de asuntos agrarios lo único que puede hacer es hacer un actas”, explica Torriggino a los jóvenes entrevistadores.
Pero la cuestión legal no alcanza para dar cuenta de la complejidad que implica pensar las consecuencias de los modelos hegémonicos de explotación agropecuaria. Los modos implican prácticas, es decir que afectan la vida misma de los habitantes. Eso es lo que problematiza el video “Mucha soja, poco trabajo” realizado en 2010 por los estudiantes del CEPT Nº7 de Tres Lomas.
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En la producción, los jóvenes señalan que esta forma de explotar el campo deja a muchas familias desempleadas, porque aquella actividad ganadera que desarrollaban para mantener una economía familiar, hoy es reemplazado por la siembra de soja que implica menos mano de obra y más ganancia.
Pooles de siembra, familias desempleadas, aumento progresivo de uso de agrotóxicos, contaminación ambiental y degradación de suelos, son algunas de las consecuencias que señalan los jóvenes sobre un modelo económico que continúa vigente y que parece no perder estabilidad.
NOTA CENTRAL: Escuelas rurales fumigadas con agrotóxicos