Ley Federal de las Culturas…una esperanza colectiva que avanza
ANDAR en las opiniones
(Por María Emilia de la Iglesia*) La Ley Federal de las Culturas que se está debatiendo plasma una necesidad. En la actualidad se da el marco institucional con la creación del Ministerio de Cultura para poder lograrla, y eso ya es motivo de festejo. Las organizaciones sociales, culturales y comunitarias que se multiplican en todo el país y que abrevamos en las raíces ancestrales y latinoamericanas, pensamos las Culturas en plural, y hemos construido colectivamente conceptos que se han resignificado, buscando los sí que nos unen. Por eso es clave avanzar en el debate de una Ley que nos reconozca y nos permita crecer. Es así que desde el movimiento de Cultura viva comunitaria nacional desde hace varios años pensamos y amasamos una Ley de apoyo a la cultura viva comunitaria, que contemplara las organizaciones que aportamos a la ciudadanía, al desarrollo local y a la economía solidaria en cada territorio.
Queremos una Ley Federal cuyo espíritu contemple que todos las personas somos creadoras, que no hay hacedores de la cultura y espectadores de la misma, sino que todos somos potencialmente creativos. Más allá de que algunos ejerzan la profesión de artistas. No es lo mismo el concepto de artista que el concepto de creador. La creación no está directamente asociada al concepto de artista, ni tampoco al concepto de arte, esto dejaría la esencia creadora de todo ser humano a ser facultad o potencialidad de algunos. Sería realmente limitada si se hiciera una ley para los artistas o los auto-titulados trabajadores de las culturas, porque se limitaría el concepto de Cultura al de las artes. Es posible auto-titularse “trabajador de las artes”, porque muchos trabajadores ejercen su profesión en esta área, pero es fundamental reconocer que el resto de los ciudadanos argentinos emiten señales culturales desde sus acciones y construcciones diarias.
Como plantea la Red Nacional de Teatro Comunitario “La comunidad desde el territorio produce ficción, desarrolla singularidades, metaforiza, produce poéticas, imágenes y simbología desde sus particularidades culturales, ha emitido y sigue emitiendo señales culturales desde el campo de las artes, ya no como creadores o artistas individuales, sino como creadores colectivos; de la comunidad para la comunidad. Por consecuencia incluye, empodera y transforma, no como herramienta de inclusión y transformación social, sino, como derecho a desarrollar y potenciar su esencialidad creadora y por consecuencia transformadora de todo ser humano”.
Las producciones culturales que se arraigan, que se vuelven costumbres y hábitos, son colectivas, y así están enraizadas en el pueblo. En este marco las organizaciones sociales también se constituyen en actores determinantes para la producción cultural. Porque son espacios propicios para la construcción colectiva. No sólo aquellas vinculadas al sector “cultural” (en su concepto más tradicional) como los centros culturales, las bibliotecas populares, los distintos espacios y colectivos que producen y/o sostienen actividades artísticas. Sino también otro tipo de organizaciones como los clubes deportivos y sociales; las sociedades de fomento; las radios comunitarias; los comedores; los distintos grupos comunitarios que producen y/o sostienen actividades de comunicación o educación popular; de construcción de ciudadanía y promoción de derechos; de revalorización de la identidad y recuperación de la memoria; de producción económica solidaria y cooperativa.
Es clave hacer hincapié en un real federalismo de la Ley y lograr un profundo debate en todos los territorios, escuchando a todos los sectores que realizan cotidianamente acciones culturales transformadoras y que generan espacios de participación y protagonismo popular. En el Primer Congreso Nacional de Cultura Viva Comunitaria en Unquillo, Córdoba, en noviembre de 2014 se dio un importante espacio para el debate sobre los 21 puntos entre colectivos de organizaciones culturales, independientes y autogestivas de todo el país, quienes vienen realizando propuestas legislativas desde hace tiempo, proponiendo que se incluya como parte de la Ley a las organizaciones y experiencias de cultura viva comunitaria.
En el diálogo de las organizaciones sociales y culturales con el Estado propuestas desde los Foros y la escucha de propuestas que surgen en todo el mapa nacional está la clave para construir una Ley Federal como nos merecemos todas y todos, sin mezquindades, abierta, liberadora y colectiva. ¡Vamos por eso!
*Miembro de la Cooperativa La Comunitaria de Rivadavia, parte de la Red Nacional de Teatro Comunitario y del Movimiento Nacional de Cultura Viva Comunitaria.
La presente nota se elaboró en base a Aportes de la Red Nacional de Teatro Comunitario y al Foro de Organizaciones y Redes Culturales Comunitarias realizado en el Congreso Nacional de Cultura Viva Comunitaria, realizado en Sierras Chicas, Córdoba.