Las mujeres originarias expresaron los reclamos territoriales de cada rincón del país
Durante el 21 y 22 de abril, mujeres originarias de las 36 naciones tuvieron su primer parlamento en la ciudad de Ensenada, donde discutieron la agenda política de los pueblos indígenas. El rechazo a la megaminería, la defensa del territorio y de los recursos naturales, la libertad de los presos y presas políticas, el repudio a toda forma de discriminación, la revalorización de la medicina ancestral y de los productos elaborados por las comunidades y la demanda de un encuentro nacional de mujeres plurinacional fueron las principales reivindicaciones.
ANDAR en Ensenada
(FM Futura) Florencia, en representación de la nación kolla de la Puna, denunció que “los gobiernos de turno, neoliberales, están metiéndonos mineras por todos lados, siendo que nosotros, los nativos, vivimos ahí de nuestra ganadería sin depender de nadie, con nuestra economía, que es sana. Los gobiernos de turno dicen que en la Puna no hay nadie, que está deshabitada. Por eso meten a las mineras, multinacionales que nos vienen a matar y a despojar de nuestros territorios, a saquear nuestra riqueza natural, nuestros bienes naturales, como hicieron los españoles que vinieron con Colón y al día de hoy siguen saqueando nuestros territorios”.
“Nosotros no queremos contaminarnos. Queremos ser pueblos libres, autónomos y vivir con nuestra economía regional” agregó Florencia. “La nación kolla hoy está destinada al exterminio por las políticas mineras”, dijo a su turno Mercedes, y continuó: “es un genocidio, están envenenando nuestras aguas, nuestra pacha, los suelos, y el aire”.
Uno de los reclamos que se escuchó en el parlamento fue la puesta en valor y el posicionamiento en el mercado los productos elaborados por las comunidades indígenas. “En la puna, donde los vientos son poderosos, donde se viven condiciones climáticas extremas, donde hay lluvia en un período muy corto -tres meses- y el resto del año es seco y árido, tenemos una pureza en nuestros alimentos y en el agua, que en este momento es un privilegio”, describió Mercedes. Sin embargo denunció que las producciones “están condenadas a estar en un mercado cautivo, ya que no tenemos los sellos del SENASA para poder llegar a los mercados más rentables”. La mujer aseguró que esto se debe a que “quieren empobrecernos”. Denunció también la falta de acceso a comunicaciones, transporte, salud y educación. “Esto no es inocente, está sostenido y programado desde hace mucho tiempo“, aseguró.
“Vengo a unir nuestros ríos de resistencia con todas nuestras hermanas, las mujeres que sabemos criar y sabemos cuidar. Aquí nuestras voces y nuestros territorios van creciendo y nos vamos mas reconfortadas sabiendo que la lucha es posible, que nos vamos a unir y que tenemos la decisión de hacerlo”, cerró Mercedes.
“Para nosotras es muy importante defender la tierra porque es la que nos da de comer, la que nos alberga, es nuestra madre. La naturaleza nos da la respiración día a día. Por eso creemos que es necesaria una lucha por la naturaleza”, remarcó Cipriana de la nación Pilagá. La mujer destacó la participación de mujeres indígenas de cada rincón del país y agregó: “Todas las mujeres de Argentina tenemos nuestros mismos problemas, donde sea que estemos viviendo: la opresión del Estado y la explotación económica de las tierras. Eso nos afecta porque nos envenenan, nos hacen respirar aire impuro”.
Otro de los reclamo que atravesó todo el Parlamento fue que el Encuentro Nacional de Mujeres, que tendrá lugar en octubre en la ciudad de Trelew, sea plurinacional. “El pueblo indígena no está inserto en ese encuentro de mujeres, por eso planteamos hacerlo plurinacional, porque eso somos. Somos muchas naciones unidas”, señaló Ivana, de la comunidad mapuche tehuelche de El Bolsón, Río Negro.
“Decimos basta de persecución a la mujer indígena, basta de criminalización, de judicialización, de maltratos. Acá estamos las mujeres indígenas, que vamos a seguir organizándonos. Llegamos a la gran ciudad a traer nuestra voz que durante tanto tiempo fue silenciada” (Ivana, miembro de la comunidad mapuche tehuelche).
Durante el encuentro, las mujeres expresaron también la solidaridad con el machi Celestino Córdoba, quien lleva más de cien días de huelga de hambre en reclamo de 48 horas para regresar a su rewe, y responsabilizaron al Estado chileno por su delicado estado de salud. Además, pidieron a todas las organizaciones sociales que se pronuncien a favor del machi.
También se escucharon los testimonios de las mujeres de las naciones qom, qompí y mbyá guaraní, quienes manifestaron la importancia del cuidado de la tierra y repudiaron la violencia en los territorios impartida por los gobiernos y las empresas trasnacionales.