Laferrere: taller de juegos en la sala del barrio María Elena
Se trata del primer taller de juegos en la sala de salud Dr. Néstor “Chino” Oliveri del barrio María Elena, organizado por docentes y estudiantes del departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas y del CEMIC (Centro Médico de Investigaciones Clínicas).
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(Emilio González Larrea/ NCO) El salón del primer piso de la sala de salud se llenó de adultos y niños, rodeando mesas con rompecabezas, juegos de plastilina, globos, pelotas, bombillas para hacer pompas de jabón y otros elementos lúdicos.
Después de una introducción sobre el sentido del taller por parte de las coordinadoras, se armaron los grupos espontáneamente, según la elección del juego y los adultos (padres, abuelos) y los niños pasaron, como en el “Don Pirulero”, cada uno a atender su juego. Después de mencionar a los ganadores en cada juego, el cierre del taller se hizo con un juego donde participaron todos los presentes.
El juego es terapéutico
Una de las coordinadoras, Mercedes Carrasco, Socióloga, explicó: “Vine con un grupo de voluntarios del Hospital de Clínicas que trabajan en el departamento de Salud Mental, con el objetivo de realizar un taller de juegos para adultos y chicos. Nosotros una vez al mes hacemos aquí un taller de auto estima, hoy es diferente vamos a trabajar la unión, la integración a través de divertirnos con el juego. También vinieron a participar hoy integrantes del CEMIC, los alumnos hacen con los pacientes de esta sala un taller de nutrición. Desde nuestra sección del hospital concurrimos a otros lugares como el Hogar de Cristo en la Villa Zabaleta donde trabajamos con los jóvenes que están tratando de dejar las adicciones como el Paco. En cuanto a esta temática, es nuestra primera experiencia externa ya que estos talleres de juegos los hacemos con los pacientes internados en el hospital”.
Sofía Visuara, Licenciada en Ciencias de la Educación e investigadora de la UBA, responsable del taller de juegos en el hospital de Clínicas, agrega por su lado: “El juego es terapéutico en si mismo ya que abre un espacio que tiene que ver con el placer; es igualador, no discriminatorio. Todas las personas tienen capacidad de jugar, además en el caso de los adultos podemos tener recuerdos vinculados al juego, al placer que nos provocaba al disfrutarlo en la infancia, por eso con estos talleres intentamos abrir este espacio lúdico para estimular la creatividad, la imaginación, el pensamiento, en forma placentera. Hay estudios científicos que prueban que el juego tiene una función en el cerebro de producir endorfina, lo cual hace que cada persona se sienta más contenta, con ganas de hacer cosas y conectarse con su propia realidad y pensar cómo modificarla”.
¿cómo se da en los adultos esa conexión con el juego, porque frente a las inhibiciones, vergüenzas, o el miedo de parecer infantiles? Según la Licenciada Visuara “en los adultos hay diferentes formas de cómo reciben el tema del juego. En primera instancia hay cierta timidez que genera resistencia. Pero en el taller se hace una invitación a jugar, a conectarnos con ese niño que todos fuimos en un momento y con la manera que expresábamos las emociones, por eso con una adecuada coordinación y estímulo cada persona puede jugar, combinando los distintos elementos que aparecen, como la competencia, el disfrute, el compartir con el otro y descubrir las posibilidades que cada uno tiene para aportar en el juego elegido”.
La especialista continúa diciendo: “Creemos que al juego hay que potenciarlo en todos los ámbitos, no solo en el marco hospitalario, en cualquier comunidad, pues es un factor cultural muy importante, de la misma manera que se aprende a leer y escribir, hay que aprender a jugar, ya que es una forma de trasmitir conocimientos hacia otros y uno avanza en conocerse uno mismo. Por eso vamos a todos lados donde exista un espacio dispuesto a recibirnos”.
Como corolario, la Licenciada Visuara, advierte sobre el uso de las redes sociales como una traba para la dinámica del juego: “Una condición adversa en este momento, para que el juego sea un elemento integrador, es la individualidad que nos proponen las redes sociales, el celular, la computadora, para comenzar a jugar uno mismo, porque en la computadora hay una parte inhibida que es la del movimiento y eso funciona como una barrera en los juegos grupales o de taller. Superando ese tipo de barreras, el juego es un vehículo de comunicación inter generacional, en la familia y en la sociedad”.