La situación del despido de Claudio Simone
El director de la Escuela Secundaria de La Plata (57 1 y 2) Nuestra Señora del Valle, Claudio Simone, fue despedido el 6 de enero de 2014. Luego de una trayectoria de 9 años en su cargo como director y más de 11 como docente de EF y catequista de la institución, el telegrama de despido que recibió durante el receso de verano no consigna ningún motivo que justifique la cesantía. Hace 6 meses fue papá por primera vez, pero los valores cristianos del padre gustavo parecen no entrar en contradicción al dejarlo sin trabajo, ni darle preaviso, ni dialogar antes de tomar la decisión.
El último día hábil de 2013 (30/12), después de un ciclo lectivo de mucho malestar y desgaste, el cura párroco y Representante Legal Gustavo Cicchino lo citó a una entrevista en la que le pidió la renuncia, ante la cual el docente se negó. Consideramos que la fecha fue elegida intencionalmente, a espaldas de la comunidad, luego de que el director realizara la convocatoria a inscripciones de ingresantes 2014 en el mes de noviembre, y luego de que la comunidad educativa cesara sus actividades y de que el contacto entre docentes, no docentes, estudiantes y familias se viera interrumpido.
Ante el pedido de explicaciones por parte del docente sobre cuáles eran las razones de su despido, el cura Cicchino se justificó argumentando que Simone “no da con el perfil de director” que se quiere para la escuela, perfil que no supo tampoco clarificar.
Entendemos por tanto que hay cuestiones ideológicas de fondo que motivan su alejamiento del cargo a pesar de que no han sido explicitadas en el telegrama de despido.
El cuanto los docentes del establecimiento tuvieron conocimiento del despido de su compañero, elevaron una carta firmada por cerca de un 80% del plantel, solicitando una reunión a Cicchino. Sin embargo no obtuvieron respuesta de su parte, tampoco a los llamados telefónicos realizados. Esta negativa al diálogo del cura y la difusión de la noticia a través de las redes hicieron que se convocara una asamblea de familias, estudiantes, exalumnos, docentes y exdocentes de primaria y secundaria, y miembros de la comunidad parroquial. Se han definido diferentes medidas para las próximas fechas: la asamblea de autoconvocadxs se reunirá el domingo 9 de febrero a las 20.15 en 57 esq 2, para marchar hacia la puerta del templo parroquial para realizar una vigilia durante la ceremonia de la misa, luego de la cual entregarán al párroco un documento firmado por los miembros de la comunidad que apoyan al docente cesanteado, pidiendo su reoncorporación. El lunes 10 entregarán el mismo documento en las oficinas del arzobispado de La Plata
Ante este despido injustificado nos preguntamos:
¿Qué perfil de director es el que quieren las escuelas arzobispales de La Plata?
¿Qué perfil de director tiene Claudio para ser alejado de su cargo?
Es un director que no se esconde detrás de un escritorio, que está en las aulas, en los recreos, charlando con los chicos.
Es un director que posterga la “burocracia urgente” para encargarse de “los problemas importantes” de la realidad de su comunidad, problemas personales de sus miembros o conflictos grupales de sus estudiantes o su planta docente.
Es un director que conoce la vida personal de cada uno de sus estudiantes y docentes.
Es un director que habilitó a su personal docente a trabajar con libertad y a la vez con contención y acompañamiento en numerosos proyectos, apoyándolos a pesar de los “palos en la rueda” de la gestión de Cicchino: convivencias, murales, jornadas artísticas, participación en el programa Jóvenes y Memoria de la CPM, etc.
Podría pensarse que este accionar tiene un costo muy alto para el arzobispado, tanto en términos de costo político como de costo económico.
Sin embargo, la repercusión mediática difícilmente revierte estas situaciones, el costo político es efímero. Mientras tanto, indemnizan al docente y lo reemplazan por otro elegido a dedo, “acorde al perfil”.
Sabemos que actualmente las escuelas privadas del arzobispado de La Plata, SON SU CAJA DE RECAUDACIÓN. Si bien se sostienen en gran parte con subvenciones estatales, hoy conforman un sistema endogámico a través del cual reproducen una ideología conservadora que se resiste a los avances en materia educativa del ministerio de educación. Eligen su cartera de docentes sin concurso, a dedo, privilegiando docentes que provienen de circuitos católicos privados con una formación muy deficiente, aunque alineada ideológicamente a su pensamiento.
En las escuelas privadas del arzobispado de La Plata hoy no se puede hablar de sexualidad, de salud reproductiva, de identidad de género, de violencia de género, no se puede hablar con franqueza de las problemáticas de nuestros jóvenes como el consumo de drogas o adicciones, no se puede hablar de derechos humanos, no se puede conmemorar el 24 de marzo.
Entendemos que el proyecto educativo que llevó adelante Claudio va en contra de la línea conservadora del arzobispado de La Plata, que por otro lado concibe a sus escuelas como una caja de recaudación, y por lo tanto está invirtiendo en este despido un capital importante para salvaguardar sus intereses.
Mientras tanto, otra preocupación central de las familias y los docentes es que el edificio donde funcionan tanto la escuela primaria como secundaria actualmente cuenta con serias deficiencias de infraestructura, que han sido sancionadas por jefatura de inspección en su momento, pero que actualmente no han sido resueltas. Esto da cuenta de los intereses que el arzobispado privilegia a la hora de invertir capital en la realización de un proyecto educativo.
* Carta entregada al representante legal de la Escuela, por la comunidad educativa movilizada por el despido de Simone.