La prisión domiciliaria para genocidas es impunidad
Organismos de derechos humanos, sobrevivientes y familiares querellantes en las causas por delitos de lesa humanidad convocaron esta mañana a una concentración en las escalinatas de la Cámara Federal de La Plata para reclamar que no se le conceda prisión domiciliaria a Miguel Osvaldo Etchecolatz. La CPM estuvo presente porque entiende que la prisión domiciliaria para genocidas es impunidad y porque la impunidad de Etchecolatz deshonra la lucha por memoria, verdad y justicia del pueblo argentino. El Tribunal Oral 1 dará a conocer su resolución el próximo viernes.
ANDAR en la justicia
(Agencia) pasaron diez años de la desaparición de Jorge Julio López, testigo clave durante el histórico juicio contra Etchecolatz que fuera director de Inteligencia de la Policía de la Provincia y subordinado del general Ramón Camps durante la dictadura militar; luego de que fuera juzgado y condenado reiteradas veces a cadena perpetua por haber sido encontrado penalmente responsable por la justicia federal por los delitos de desaparición forzada de personas, torturas, torturas seguidas de muerte, un fallo de la justicia porteña entendió que por la supuesta fragilidad de su salud el represor podría cumplir sus condenas en prisión domiciliaria.
Hoy, la Cámara Federal platense debía resolver si hace o no efectivo el beneficio para Etchecolatz, pero lo pospuso hasta el próximo viernes por la mañana.
En pocas horas organismos de derechos humanos, sobrevivientes y familiares querellantes -con el apoyo de las organizaciones políticas, sociales y comunitarias- se convocaron para concentrar esta mañana ante los tribunales y reclamar que la justicia no le conceda la prisión domiciliaria.
ANDAR estuvo en el lugar y estos son algunos de los testimonios del acto:
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz y presidente de la CPM: “Tenemos que resistir buscando la verdad y la justicia. Etchecolatz es el responsable de la desaparición de Julio López y, mientras no aparezca López, mientras no aparezcan todos los desaparecidos, estos criminales tienen que cumplir la condena en la prisión. Y deben ser tratados humanamente, aunque ellos no lo hayan hecho con nosotros; todos somos sobrevivientes del horror y no queremos que estoy vuelva a pasar: nunca más. Tenemos que estar unidos en la diversidad, unidos en la búsqueda de verdad y justicia. Resistir y decirle a este gobierno que no se equivoque, decirle que el pueblo está de pie y va a resistir a cualquier tipo de impunidad”.
Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora e integrante de la CPM: “Nunca pedimos venganza, pero sí queremos verdad y justicia, no queremos engaños con los archivos, queremos los archivos —después de todos estos años de lucha— para saber qué pasó con todos y cada uno de los detenidos desaparecidos. Queremos que los jueces abran los cajones y digan a quién entregaron los bebes apropiados a sus madres cautivas, que esos más de 500 chicos recuperen su identidad.
Si le dan la domiciliaria a Etchecolatz sería un error del Gobierno, un gobierno que no entendería que acá lo que hace falta es toda la justicia, que acá se luchó mucho, ningún funcionario vivió en la luna, saben lo que pasó acá. Tenemos compañeros que han declarado en los juicios y siguen recordando, tenemos abogados y abogadas que plasman en ese testimonio toda la verdad de lo ocurrido, y tenemos jueces y fiscales con los que logramos llegar a la justicia, unos juicios que son el ejemplo para todo el mundo, y los vamos a defender y no vamos a permitir que estén libres, caminando en las calles con nosotros. Sus crímenes son crímenes de lesa humanidad, son crímenes que dañan a la humanidad.
Julio López es de los testigos que han tenido la valentía y el gesto solidario de declarar, de no olvidarse de sus compañeros y compañeras que quedaron en ese infierno. Por esa valentía y solidaridad, lo vuelven a secuestrar; queremos saber qué pasó con él, porque sabemos que hubo mucha complicidad judicial y política. No hubo voluntad política ni humana de buscar a Julio López.
Vamos a seguir luchando, después de 40 años seguimos con la misma fuerza y la misma meta: buscamos toda la verdad y toda la justicia y la memoria que construimos con ustedes. Tenemos una hermosa juventud que seguirá luchando.”
Guadalupe Godoy, abogada querellante en juicios de lesa humanidad y responsable del seguimiento de la causa por la desaparición de Jorge Julio López : “Es muy doloroso encontrarnos hoy acá cuando hace unos días estábamos conversando y preparando los actos por los 10 años de la desaparición de Jorge Julio López. Sabemos que lo que se intenta con esta posible prisión domiciliaria para Etchecolatz es darle un golpe a la ejecución de los juicios. Recordemos que el juicio a Etchecolatz fue el primero de todos y el que inició esa etapa de juzgamientos que fue posible gracias al eterno reclamo del campo popular.
Durante 40 años hemos reclamado juicio y castigo y hoy estamos acá para mostrarle al poder judicial que ese reclamo sigue vigente. Sigue vigente, aunque sabemos que son tan permeables a los cambios políticos que hoy se quieren dar el lujo de que volvamos a hacer juicios con los genocidas en su casa. Están (los jueces) permitiendo salidas extraordinarias cosa que no le dan a los pibes pobres y morochos que pueblan las cárceles de nuestro país. Están permitiendo otra vez que se revictimicen los testigos cuando declaran, como está pasando en Tucumán donde hay es una complacencia a que volvamos a la teoría de los dos demonios pero no vamos a permitir tan fácilmente ese retroceso.
Celebramos que estamos todos acá y en unidad reclamando lo que hay que reclamar y sabiendo que los enemigos están ahí. Queremos que sepan que sabemos lo que están haciendo y que sepan que están dando lugar a la estrategia de los genocidas: que vuelvan a sus casas y los juicios se terminen”.
Leonardo Fossati, hijo de desaparecidos nacido en cautiverio en la comisaría V de La Plata. Declaró en el juicio denominado Circuito Camps: “ No hay justicia si Etchecolatz cumple condena en su casa. Todavía estamos buscando saber el paradero de nuestros padres y hermanos, él sabe qué pasó en estos CCD. Él amenazó a los jueces en los procesos de justicia, se burló de los testigos y tuvo una conducta amenazante. Los especialistas de salud corroboraron que él está en condiciones de cumplir su condena en la casa. Las madres y abuelas -muchas tienen más de 90 años- siguen luchando por la justicia, por encontrar los restos de sus hijos, por encontrar los bebés robados por la dictadura militar. Esto es un avance de la derecha para que los juicios se terminen, para que los genocidas cumplan sus condenas en su casa y nosotros no lo vamos a permitir. Seguimos buscando justicia y Etchecolatz tiene que dar respuesta por todas las cosas que todavía faltan saber. La justicia lo tiene que buscar para que explique qué pasó con Julio López.”
El próximo viernes la justicia federal platense debe resolver el fondo de esta situación específica sobre Etchecolatz.